Winston Smith y los peligros de Internet

El siguiente post es gentileza de Verboamérica, y su excelente hallazgo.

Uno de los dos conversadores habitués de este blog, decía ayer:

"(...)internet nunca va a reemplazar al libro por esa cuestión. Para que Fukuyama no venga mañana a decirme que se avecinan nuevos tiempos, que el rol del Estado, que lo que sea. En todo caso internet podría servir como excusa: que la vorágine me obligó a decir algo, y entonces el Fin de la Historia hubiese sido, más que una legitimación del statu quo, un post a las apuradas para chicanear a un blogger amigo. La impresión, en cambio, es un símbolo de seguridad y convencimiento."

No es que me precie de virtudes esotéricas alla Carrió (en todo caso, fíjense que ni un gerundio usé), pero lo cierto es que parte de lo que dije ayer, se comprueba hoy en el diario Crítica.

El diario Crítica del kirch...de la Argentina, publica una columna de opinión de la periodista Susana Viau, titulada, y atenti con el dato: "Señora, usted cocina muy bien, pero hágalo en su casa". La nota, como tal carece de todo interés. Criticar al kirchnerismo por las formas, por dejar plantados invitados: era el programa de Mirtha Legrand hecho papel. Para que vean que los blogs a veces tenemos más rigor periodístico que los diarios, acá va la nota impresa:

Si se trata de desenmascarar la falta de rigor periodístico de Crítica, soy capaz de romperle las bolas a gente que tenga el diario de ayer.

El diario salió a la calle con semejante barbaridad publicada. No transcurrió demasiado tiempo para que nos demos cuenta del grado de machismo no sólo del título, sino de la nota en sí misma.

Lo cierto es que un día después, tras una actualización de la página del diario Crítica, los columnistas aparecen a un costado a la manera tradicional: nombre, foto y título. ¡Oh, sorpresa, descubre Verboamérica!

La nota ya no se titulaba más "Señora, usted cocina muy bien, pero hágalo en su casa". Increíblemente, la nota impresa el día anterior y publicada en forma digital, pasaba a denominarse: "Cristina otra vez improvisó".

Yo no sé qué significa bien esto. Verboamérica se pregunta si es fruto de la pasión anti-K, que yo creo que es la explicación misma del diario entero; o si habrán leído esta discusión de Artepolítica.

Yo también me pregunto si no es un avance de los diarios digitales sobre los impresos. Uno tiende a suponer que, en todo caso, la visión definitiva sobre una cosa es la última palabra que se da. Que, entonces , para Crítica el diario impreso es un borrador. El borrador del borrador de la Historia, quizás. Demasiado benévolo, estoy.

La cuestión es hasta dónde vale ese juego. Hasta dónde se puede corregir (ni hablar de saber quién y por qué corrigió el título). Hasta dónde un diario impreso no es un elemento totalizador: todo esto se quiso decir éste día. A mí me suena a peligroso esto de andar cambiando los títulos del diario de papel al formato digital.

Si yo fuera el Lanata del kirchnerismo, entonces, sacaría mi diario apasionadamente anti-Lanatiano, y mandaría a mi columnista Kaparrós a escribir algo sobre 1984, el peligro de la fragilidad de la memoria maleable virtual...y probablemente titularía con algo de esto.

Pero no. Yo chicanero no soy.