- No entiendo, ¿qué parte les asusta?
- ¿Qué parte de qué?
- Qué parte de la Caja. Sí, la política se hace con caja, ¿y?
- Bueno, uno tiene experiencia, ¿vió? Si hay guita, las cosas...
- Las cosas nada. Ese sentido común es boludo y, después del 2001, dejó de ser rebelde y se convirtió en un lugar común pavo. La política se hace con caja, sí, pero no es sólo la caja. Así estuvimos diez años de menemismo diciendo lo corruptos que eran, y la clave no era la moral fea de robarse todo -que lo era, también- lo grave era lo que esa corrupción implicaba para el modelo de país que se implementó. Lo grave era que la corrupción era parte inherente y necesaria del modelo, se sostenía sobre los actos corruptos: es la parábola del Gas...
- ¿Eh?, ¿en qué parte de la Biblia está eso?
- En ninguna. Fíjese. El Congreso vota la ley de privatización del Gas, y descubren que hay un diputado trucho, ¿recuerda?
- Recuerdo, sí, hace poco festejamos
el cumple de eso...
- Entonces nos escandalizamos, que no podía ser, che, que las cosas se hagan así por izquierda. Nos enojamos tanto que lo condenaron, al tipo, al que pasaba por ahí y lo metieron de diputado...
- Está perfecto, el tipo cometió un delito y quedó preso.
- ¡Perfecto las pelotas! La ley de privatización del Gas salió igual, ¿entiende? Ahí está la cuestión. No impugnamos lo que genera la corrupción, sino el acto de corrupción mismo. Está perfecto, digo, el acto de corrupción está mal, es moralmente repudiable, pero políticamente, lo que me importa son las consecuencias. A mi me chupa un huevo la Banelco: lo que yo no quería era la ley de flexibilización laboral.
- En todo caso, no son dos términos contrapuestos. Se pueden impugnar los actos de corrupción y sus consecuencias.
- De acuerdo, es posible, pero no es lo que se hace. Lo que se hace es construir espacios políticos como brigadas anti-corrupción: la Alianza. La carrera denunciante de Carrió está construida así, hasta que encontró el Oraculismo. Y cuando se empieza a discutir todo en términos de plata, para dónde va y de dónde viene la plata, empezamos a asustarnos, ya no de la Caja, sino de la política misma. Y ahí cualquier perejil levanta la bandera de que "esto es por Caja" y anula todo el debate político. Cuando De Ángeli descubrió la palabra, se le iluminó la que, por entonces, todavía era una sonrisa incompleta...
- ¿Hoy es completa la sonrisa de Alfredo?
- No, sigue siendo incompleta. Pero lo es más por escasa capacidad de convocatoria mediática que por escasez de incisivos, premolares o caninos.
- No puede evitarlo. Siempre una chicana.
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