17/10/08

La Carrió que todos llevamos dentro: mi profecía



Como todos llevamos una Carrió adentro, yo hago mi propia profecía luego de una charla con un Oráculo que no puedo revelar.

Recién escuché a Néstor en Paraná decir que quiere construir la Patria que pensó Moreno, Belgrano, San Martín, Juan y Eva Perón y nuestros desaparecidos.

Apuesto un asado con parquet peronista a que la próxima columna de Martín Caparrós en Crítica está dedicada a decir que la patria que querían los desaparecidos no es esta, fea, capitalista, démocrata burguesa, negociadora, mercantilista y todo eso. Y que de los desaparecidos solamente puede hablar él, porque él sigue siendo socialista, por eso trabaja en un diario que se regala a los trabajadores de las fábricas recuperadas.

Lo digo hoy, viernes 17 de octubre, 21:08. Y que la Historia me juzgue.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

mirá que lo anotamos, lo filmamos y lo escaneamos y si te sale mal te mandamos a firmar el contrato moral con la manochanta!

Mario Paulela dijo...

Es como si ya lo estuviera viendo! Muy buen comentario. Un saludo. Los agrego a mi lista de blogs.
MP

Anónimo dijo...

No presumas Tomas, Caparros se torno la persona mas previsible de la raza humana.

Anónimo dijo...

Que piola, así acierta cualquiera. Se sabe que para Martincito todos los desaparecidos fueron guerrilleros marxistasleninistas, como él.
No desaparecieron curas y monjas tercermundistas, ni sindicalistas peronistas enemorados de la tercera posición, ni periodistas y abogados liberales (en el real significado del término).

Tomás dijo...

Ja, ustedes de envidiosos porque yo charlo con el mismo Oráculo que Carrió. Es más les digo, si me apuran, les cuento que este país está caminando hacia la república.

Jóvenes Cacharienses dijo...

Sin ánimo de querer interferir en tu oraculeria, tenes que agregar que biblita va a decir que la nacionalización de las jubilaciones va a ser "un robo destinado a hacer caja para comprar a los intendentes del conurbano en 2009"

Jovenes cacharienses - 21:55hs 20/10/2008

Jóvenes Cacharienses dijo...

Acepto aplausos para mi videncia!!!

http://www.clarin.com/diario/2008/10/21/um/m-01785993.htm

Un saludo

Tomás dijo...

Congratuleishons jóven cachariense, es usted más carrioísta que Carrió, jaja.

Saludos.

Anónimo dijo...

¡Hola! ¿Qué tal? Soy periodista de una importante agencia de noticias y nos ha llegado una alarmante profecía a nuestra redacción. Por su naturaleza, es obvio que no podemos publicar semejante información, más teniendo en cuenta el contenido de la misma. Aparentemente, es una profecía referida a la Argentina. A su vez, no queda claro de quién es la autoría de la misma. Algunos van desde el Cardenal Bergoglio, pasando por un rapto de misticismo de la política Carrió, hasta llegar a decir que corresponde a algo escrito por Solari Parravicini.
La profecía es inquietante. Por favor, no dejes de leerla y pasarla a todos tus contactos por el bien de nuestra Nación. Ha recorrido ya medio país. Ojalá se difunda en todos lados y evitemos lo que se anuncia por el bien de todos. ¡Que Dios te ilumine!

La muerte del dictador: Una profecía inquietante

Escribo esto porque estoy angustiado, mejor dicho, aterrorizado. Simplemente no hay palabras para describir lo que siento. Desde hace varios meses, noche tras noche, tengo lo que yo llamo la visión. Si bien no podría explicar la diferencia no es un sueño común, ordinario… Es tan vívido, tan shockeante, que temo despertar con manchas de sangre en mi cuerpo, así de espantoso es. Es por eso que necesito dejarlo asentado, para que no me tomen por loco. Pero, además, para que la culpa no carcoma mi conciencia. De que no digan que no advertí de lo que estaba por suceder en las narices de todos y nadie, sin embargo, quiso ver.
Como cada noche, no bien me duermo, la visión se apodera de mí y me encuentro, de repente, en una gran plaza extrañamente familiar. Cuando de pronto, lo que comienza como un tenue murmullo alrededor mío se transforma en un estruendo infernal de miles que gritan y luchan entre sí. Hasta acá todo es agobiante para mí que no entiendo qué hago ahí. Es entonces, como si no me hubiese percatado antes, cuando oigo nítidos disparos de armas de fuego entre la multitud. Mientras varios caen heridos fatalmente, la multitud se dispersa y alcanzo a ver lo que jamás imaginé. ¡En los postes de alumbrado público veo a personas ajusticiadas colgando de los mismos!
En mi desesperación, necesito hablar con alguien pero es como que nadie nota mi presencia. Es angustiante. Escucho decir que “se hizo justicia por mano propia”. Que los que cuelgan son los más genuflexos del séquito que se olvidaron de la gente. “Por suerte la Reina pudo escapar”, dice alguien por ahí como con tristeza, “le correspondía el mismo lugar que al Dictador” y señala con el dedo. Es entonces cuando advierto la extraña fascinación que ejerce en la masa uno de los colgados. Si bien está irreconocible por la sangre y los magullones, puedo distinguir con dificultad los rasgos del Dictador que gobernaba en las sombras y que sólo recién ahora refleja paz en su rostro inerte.
En ese momento la “película mental” se detiene y una voz sin sonido en mi conciencia me dice que “todo esto es necesario que acontezca para abrir las puertas del Amor y la Paz no sólo a nuestro pueblo sino al mundo. Que cuando se fomenta la división y el odio, se recibe, más temprano que tarde, lo mismo que sembramos. Que las cicatrices que llevamos como nación harán que seamos más humildes y que nos convirtamos en un faro de luz en el mundo ante los hechos que se avecinan”… De ese modo, cada vez que finaliza la visión, me despierto en las mañanas empapado en un sudor frío, temblando. ¡Es como si hubiese estado allí! Trato de convencerme a mí mismo diciendo que es sólo un sueño, nada más; pero cuando prendo el televisor y veo a la Reina y al Dictador hablando y gesticulando ajenos a la realidad que los circunda, la piel se me eriza…