30/9/08

Fukuyama ha muerto

- Qué momento para ser el intelectual.

- ¿Habrá algún buen momento para ser el intelectual?

- Es buena la pregunta. Pero qué momento tremendo para haber sido el intelectual del Fin de la Historia. Me imagino a Fukuyama tapado con la frazada hasta la nariz, la doña sirviéndole un té para que se le pase la depre...de la cama al baño y del baño a la cama. Los amigos mandándole mensajes, que mire esto, que mire lo otro. Y la bronca...

- ¿Le parece, bronca? El tipo tampoco es el diablo, tiró un pronóstico, le erró, listo. Hasta debe haber ganado sus buenos pesos y, si no los tenía en Wall Street, probablemente los conserve. Hasta, paradojas del destino me dirá usted, quien sabe si no terminará pagando los salvatajes él, indirectamente.

- Yo creo que tiene bronca de saber que el intelectual, a diferencia del periodista y hasta del político, queda pegado para siempre. La vida intelectual conlleva una lógica paracaidista: se pifia una sola vez y para siempre. Y un error es estrolarse contra el piso a doscientos kilómetros por hora. ¿Sabe por qué los libros llevan los nombres de sus autores?

- ¿Vanidad?

- Además. Pero también por una cuestión de memoria, para que no nos tomen de boludos. Yo creo que internet nunca va a reemplazar al libro por esa cuestión. Para que Fukuyama no venga mañana a decirme que se avecinan nuevos tiempos, que el rol del Estado, que lo que sea. En todo caso internet podría servir como excusa: que la vorágine me obligó a decir algo, y entonces el Fin de la Historia hubiese sido, más que una legitimación del statu quo, un post a las apuradas para chicanear a un blogger amigo. La impresión, en cambio, es un símbolo de seguridad y convencimiento. Todas esas hojas ahí, encuadernadas, revisadas miles de veces, implican que no hay errores: al menos, que todo eso se quiso decir. Se pudo haber dicho feo, mal, desprolijo: pero se quiso decir, y eso es lo importante. Pero Fukuyama cometió un error que lo diferencia de todos los demás intelectuales que pifiaron alguna vez: negó la contingencia.

- ¿Usted dice que Fukuyama ya perdió como intelectual?

- Yo digo que Fukuyama, por ese error, había perdido desde antes de empezar a escribir. Ninguna persona que se precie de tal, de persona, puede afirmar seriamente que se acabaron las ideologías porque ganó la mía. El mérito de Fukuyama era esconder la ideología propia para decir que ya no había ninguna y que, por walkover, ganaba la que quedaba en la cancha, el liberalismo democrático. No hubiese sido grave, en todo caso, ser un intelectual del neoliberalismo, que lo fue. Lo grave, para él y su mujer que ahora le sirve té, es que el tipo se suicidó intelectualmente.

- Bueno, en todo caso si tuviesen que suicidarse todos los intelectuales neoliberales...

- No, los intelectuales neoliberales van a seguir ahí. Y van a decir que el error fue la política, que el Estado intervino de a poquito y que eso llevó a la debacle. Vamos, el recetario discursivo harto conocido. Y, en todo caso, es previsible. La realidad chocó contra una teoría, y la teoría va a decir que la realidad iba borracha y pasó en rojo. En todo caso, no importa. La moraleja...

- Ah, venía de moraleja el cuentito...

- La moraleja, en definitiva, es que la única realidad es la contingencia. Que todo es de una manera, sí, pero que bien puede ser de otra. Y que a los sistemas los hacen, sostienen y derriban los propios hombres. Del ridículo no se vuelve nunca, decía El General. Yo creo que es más probable volver del ridículo que de declarar que la Humanidad va a ser de una manera, así y para siempre.

- ¿Fukuyama ha muerto?

- Fukuyama ha muerto. Y algún Nietzsche nac&pop deberá escribir: "¡Fukuyama ha muerto!¿Quién borrará esa mancha de sangre?, ¿qué agua servirá para purificarnos?, ¿qué explicaciones, qué ceremonias sagradas tendremos que inventar? La grandeza de este acto, ¿no es demasiado grande para nosotros?"

(Y aprovechamos para avisar nuestro martes de Noticias del Sur)

26/9/08

Olavarría: vida cotidiana y alienación

El título es, además de exageradamente pretencioso, un guiño para el bueno de JotaJota, que a veces lo maltratamos, pero le rescatamos aquella historia sartreana.

El jueves llegó Carrió, y vino con Stolbizer. Llegaba a los ocho y pasé siete y media por la Sociedad Española donde se realizaría la charla (¿hago trampa si digo que recuperar la hispanidad es todo un símbolo? El Monumento a los Españoles dijo mucho de lo que no se dijo). Poca gente en la puerta, al menos. ¿Alivio? Qué ganas de gritarles gorilas. O yo nací tarde o ese anacronismo tiene más actualidad que muchos actuales tan anacrónicos.

Me voy a cortar el pelo. Concibo, mientras escucho al peluquero decir que no se puede vivir con tanta inseguridad que no puede ser lascosasqueestánpasando, una teoría sobre los medios de comunicación: el problema no es el oligopolio, ni la concentración, ni la ley de Radiodifusión, ni Van der Kooy, ni la estrella del Maipo ni Legrand ni Tinelli. El problema con los medios es el uso del espectador. El gran problema es el uso “de fondo”. Hay que prohibir el uso de los noticieros como “ruido de fondo”, porque éstos tienen un mensaje subliminal que, básicamente, incide en el inconsciente de tres clases sociales: los comerciantes activos (kiosqueros-almaceneros, peluqueros y taxistas-remiseros); los viejos; las amas de casa. Los noticieros saben de ese poder subliminal, y así redactan:

“en X violaron a una chica de Y años. Era estudiante de Z. VIOLACIÓN, INSEGURIDAD. Los padres no encuentran explicación. MIEDO, BARBARIE, DESCONSUELO. La Policía no se encontraba cerca (o mejor: había una comisaría cerca y no hicieron nada: esa concepción tan radial de la seguridad que manejan los medios). IMPUNIDAD.”

El kiosquero, el peluquero, la vieja: ninguno de los tres está mirando. Pero escuchó: VIOLACIÓN INSEGURIDAD MIEDO BARBARIE DESCONSUELO IMPUNIDAD. Súmele a eso un caso sino cercano conocido: un cliente al que le robaron, el caso policial del día, la desidia de las autoridades frente a los jóvenes que salen borrachos de ir a bailar. Y “en mis tiempos”. Ah, cómo aman las personas sus tiempos en los que todo esto no pasaba. Qué será. Digo, qué será todo esto que pasa.

Luego de leer mi post anterior, Carrió vino a provocar: “es muy claro que la Argentina va saliendo al futuro”. Dale con los gerundios. Todo un síntoma, tener tan poca capacidad de construcción debe obligar a uno, me animo, a tener que hablar de procesos que siempre están sucediendo pero que no terminan. Le entran por los derechos humanos y Carrió dice que si seguimos esta espiral de violencia nuestros hijos se matarán entre ellos nuevamente. Quiere decir que nuestros hijos se mataron hace treinta años entre ellos. Dice mucho. Y que no comparte una política que otorga demasiado dinero a los organismos de derechos humanos para tenerlos en los palcos. El miércoles, antes de venir, hablé con un juez de Capital y me dijo que el plan de vivienda de la Fundación de las Madres es lo mejor que vio en toda su carrera en el tema. Canillas de porcelana, paneles acústicos para las paredes, bañeras. “Parece una boludez –me dijo el juez –pero estos detalles le agregan dignidad”. ¿Lo ve, Elisa? Cuando usted empieza con sus disertaciones sobre la moral, la república y la mar en coche, nosotros le tomamos el pelo. Ahí tiene un ejemplo de moral y dignidad concreto. Aunque para usted sea demasiado dinero.

“¿Cómo se financia?, le preguntan.

Me donan diputados nacionales para alquilar mi departamento y tengo un sueldo pagado por la Coalición Cívica porque yo soy una prestigiosa jurista y abogada.”

A mí me hizo ruido. ¿Te bancan los diputados?, ¿qué pasaría si, ponele, Kunkel le diera la mitad de su sueldo a Néstor? Así no vamos saliendo hacia la verdad.

El espiral del que habla Carrió me hizo acordar a que tuve que hacer una reseña sobre Megafón, o la guerra de Marechal, y que me hizo reir que me haya salido demasiado Nac&pop:

El espiral como devenir es una constante en la obra de Marechal: es espiral la forma que adquiere el Infierno en Adán Buenosayres. Es el devenir de la Patria, el suceder de la Víbora una figura en espiral; y es la muerte de Megafón, en el último intento por rescatar a la Novia Olvidada, en un burdel, efectivamente, con niveles y formas espirales. Megafón no sortea esa última prueba. Despedazado y repartidas sus partes por diferentes puntos de Buenos Aires, Megafón se constituye en un símbolo. Decía John William Cooke que la cabeza del Chacho Peñaloza en una pica es una imagen más realista de la oligarquía que la que la propia oligarquía se da en el mármol y la literatura. El despedazamiento de Megafón, la lucha infructuosa contra las imágenes de la otra Argentina, es un símbolo de ese enfrentamiento constante entre una Patria que, sigue siendo, un suceder.

24/9/08

Dos cortitas


Porque yo soy un tipo muy plural y amplio, también puedo mirar a Tenembaum sin putearlo y sacar dos conclusiones cortitas.

- Massa, Massita para Néstor, fue un golazo. Hacía rato que un tipo del Gobierno no comunicaba tan bien, y sobre todo, sacándole esa cuota de "agresividad" que tuvieron algunos voceros. Massa hace algo que se lo vi hacer muchas veces a Solá y a Asís. El tipo va a un programa sabiendo que hay una, dos ideas que las quiere decir: y las va a decir así le pregunten por el clima en la Costa Azul. Además Massa tiene cara de bueno, y logra algo muy importante: que no le repregunten en el medio de la respuesta. Y si hace falta poner cara de pobrecito, hacer la seña de "cortito cortito ya termino" juntando horizontalmente dedo pulgar e índice, se hace. Además, discrimina bien a los periodistas: a Zloto le responde con números. A Tenembaum lo mira enternecido y le dice: no, Erni, la deuda no es toda con los bancos papi, leé un poquito más antes de decir tu boludez bienpensante de que el Gobierno no es serio. Pero se lo dice más diplomáticamente y eso me gusta porque se asegura más invitaciones.

- Lo que de verdad me tiene harto es la gerundización del discurso de Carrió: estoy harto de que vamos yendo a la libertad, de que venimos pasando un parto, que estamos avanzando hacia la moral, o que tenemos que ir hacia la república. No llegamos nunca, carajo. Ayer le preguntaron si era de centro-derecha y nuestra amiga Elisa (sonriente y con constantes guiños, pero no guiños metafóricos, guiños literales, cerraditas permanentes de un ojo en particular) contestó que ellos no son de izquierda ni de derecha: que ellos no son corruptos. Ajá. Y que nunca traicionaron el contrato moral. Ajá. Y que este país está saliendo -¡daaaaaale con los gerundios!- a la libertad pero que no sabe que hacer con ella. Ah, y que le robaron un millón de votos en la última elección, así que si alguien los encuentra...nada, acérquenlos hasta el Instituto de Pensamiento Político Hanna Arendt. No, no hay recompensa loco, háganlo por la república, ¿o ustedes se creen que vamos yendo hacia la moral cobrando recompensas en el camino?


Me voy a Olavarría. Me recibirá allí el Gorila de la Expo. No, Llambías no. Es mi cumpleaños.

22/9/08

"Que nuestros niños jamás ignoren, que en esta tierra hubo dolores"


En Olavarría finalmente se señalizó como corresponde el lugar donde se encontraba el centro clandestino de detención Monte Peloni.

Parece una boludez, pero el lugar estaba abandonado, encerrado en propiedad privada y era casi imposible visitarlo. Si se piensa que en Olavarría el Director de Tránsito hasta hace unos años era un represor, quiere decir que la lucha de los organismos de Derechos Humanos sirvió para algo. El clima cambió. La política empieza a importar. José Alfredo Pareja, secuestrado en Olavarría y trasladado a Tandil, empieza a ser un nombre reconocido por todos.

Monte Peloni va a ser una marca de nuestra ciudad, por lo horrible, y está bien que podamos verla seguido. Esconder bajo la alfombra no es serio. Las heridas siguen abiertas, pero éstas cosas, en un contexto donde se están dando los Juicios por la Verdad, tienen un valor simbólico importante. Es importante para Olavarría, por asumir su propia historia, y es importante también para el debate por la Verdad.

"Los militares sabían que un desaparecido es peor que un muerto; a un desaparecido se lo espera toda la vida, uno no sabe dónde murió, dónde están sus restos; sabían todo lo que trauma un desaparecido". Sara Dotier, secretaria de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires.

20/9/08

Sacándose la careta

Se abrió la Expo en Olavarría. Y, si algo bueno dejó el conflicto, es que cada uno fue asumiendo su lugar. Me encantaría extenderme y divagar sobre los símbolos. Pero hay cosas que ahorran mil palabras:
Che, la foto es en serio, no estoy jodiendo. Miren acá, sino: el muñeco está ¡en la puerta de la Expo!

Una sola reflexión rápida. Después no jodan con que el Gobierno provoca. A mí ese gorila, ahí, me encanta. Para quienes no conozcan Olavarría, probablemente ese muñeco sea el debate político de la semana, y está buenisimo. Ahora, después no jodan con que chicanear es provocar.

Porque después se enojan y me escriben cartas en el diario de Olavarría, en este tonito (el rojo es mío, las mayúsculas no):

"Hay una inmensa cantidad de pueblos del interior cuyo futuro y desarrollo esta ligado EXCLUSIVAMENTE al devenir agropecuario. Y si bien no todo el país es el campo, TODO lo que usted y el resto de la paupérrima sociedad consume en alimentos proviene de allí. Debe ser usted uno de los que cree que la leche se origina en la góndola. (...)

seis meses despues, habiendo defraudado a los desinformados que creían ver en la esquizoide cónyuge un cambio hacia la “institucionalidad”, esos mismos retardados, muchísimos de nuestro sector, ahora, tarde, adviertan que esto fue una estafa mas del personaje mas vulgar, sinvergüenza y traidor que recuerde la historia reciente del país, el mafioso petulante K (...)

Mire Imberbe, no me hable a mi de milicos, montoneros y cuanta basura pulula por el pais y el mundo traicionando al pueblo, porque tengo otra visión y otra información que la que a usted le vendieron. Y además viví esa época y no me interesa volver a vivirla ni recordarla. Y menos aun que lo haga usted, que no la vivió, y los Kirchner, asesinos a sueldo, usureros (la peor lacra social!!) y mafiosos como no recuerde en mis 43 años

Ser soberbio e irónico no es para cualquiera, joven. Por lo tanto le sugiero que sea un poco más humilde y acepte los reclamos de otros sin cuestionar absolutamente todo."


Ahora sí. ¡A chicanear que se acaba el mundo!

19/9/08

Sapos que no puedo tragar

- ¡Me da bronca, hombre, me da bronca!

- ¿El qué?, espere para indignarse, cuénteme primero.

- No me quiero poner mal, pero me parece que, al final, soy un tibio...

- Bueno la tibieza, si usted lo piensa republicanamente...


- Oiga, que no está el horno para bollos. Después de ese proceso largo, tortuoso, infinito, después de esa conversión y aceptación del pragmatismo peronista, resulta que hay un sapo, uno sólo, que no lo puedo tragar. Ni con condimentos, ni batido en licuadora, ni nada. Me queda en la garganta, a mí, que me hubiese tragado cualquier basura pa´ arreglar el 2009, para llegar tranquilo al 2011. Mi dieta batracia tiene límites.

- ¿Reutemann?, ¿Schiaretti?, ¿la burocracia del PJ?, ¿quién?


- La Iglesia.

- Vamos, hombre, que poner un embajador en El Vaticano, tampoco es avalar la Inquisición.

- Ya lo sé. Pero no puedo, y le juro que trato. Es algo que me sale de adentro, sin pensarlo: cualquier gesto a la Iglesia me resulta repugnante. Le juro que me digo a mí mismo que están instalados y hay que negociar, que más de dos mil años no sostiene cualquier caudillito, que nosotros nos jactamos de seguir hablando de un tipo que se murió hace treinta años y el último lider de ellos tiene dos mil años, imagínese. A veces, incluso, agarro el Peronismo y Cristianismo de Mugica y digo: puta, debe haber algo buena acá, hace falta interpretarlo bien nada más. Hago el esfuerzo y pienso que con la fe no se jode, que no se puede discutir la fe, que hay que aceptarla y que hay que aprender a hacer política también con la fe. Me emponcho de pragmatismo para aceptar la fría realidad y cuando salgo me congelo igual. Hasta ahí me llega el pragmatismo...


- Mire, por esta vez, yo le ayudo. La Iglesia siempre contó con el recurso de ser un actor político que juega a no serlo. Cuando las papas queman, se van para adentro, invocan a dios jesús y los santos evangelios y olvidate: te cagan a trompadas espirituales los tres. Y tus dos amigos, la historia y la política, no le hacen ni cosquillas. Porque ni dios ni jesús ni los santos evangelios se embarraron nunca. Se metieron mil veces con tus dos amigos, y siempre salieron impolutos. No joda hombre, la Iglesia es un Dinki Dino: mientras le de techo y comida, no lo va a joder.

- Créame que le entiendo, créame que entiendo que abrir ese frente de lucha, hoy, es una gansada. Con todos los que hay abiertos, ir a uno en el que se perdió históricamente por goleada, allá en el `55, no tiene sentido. Es olvidarse del pragmatismo, del bueno, del que permite construir. Le juro, aunque no parezca, que no estoy criticando a la Iglesia: el que está mal soy yo, el que no entiende que no es el momento soy yo, el que no puede hacerse la idea de que quizás esta convivencia forzada sea inevitable, también, soy yo . Y, sin embargo...

- ¿Sin embargo?


- No sé. Siempre que abro la Constitución me molesta el católicoapostólicoromano. Me parece que arrancamos mal. No me gusta tener que financiar a los curas, y no porque haya algunos pedófilos, no me gusta financiar a los curas aunque sean Lassie entre dos pan lactales. ¿No es re loco?

- ¿La Iglesia?

- Me resulta muy llamativo que el neoliberalismo haya cuestionado todas las funciones del Estado. Que, con tal de achicarlo, se preguntaron para qué servía todo. Hasta para qué servían los planes sociales, y así los recortaron. Jamás se metieron con la Iglesia. La locura tecnocrática jamás llegó a preguntarse por la utilidad de un cura. O sea: saquémosle a la gente la posibilidad de vivir dignamente. Pero no le toquemos la Iglesia.

-De todas maneras, como dice usted, hubo gente -como Mugica- que dijo lo contrario: que para hablarle de religión a un desposeído primero hay que darle un techo. Y Mugica era un cura...


- No, Mugica no era un cura.


- ¿No ve la foto de ese libro? Esa copa es un cáliz...


- Mugica no era un cura. Mugica era, antes que nada, un peronista. Eventualmente, fue cura. Eventualmente, había sido el hijo de una familia de oligarcas. Y el día que se volvió peronista, dejó de ser las dos cosas.

18/9/08

Todos peronistas


- Yo creo que se está riendo...

- Che, no es para reirse, que no es joda. Se caen las bolsas, los bancos, se va todo a la mierda...

- Y, ¿qué hago, me preocupo como Caparrós? Además, présteme atención, yo no dije que me cago de risa, yo dije que Él se está cagando de risa, allá en el cielo...

- Se me puso místico, así que Dios está allá arriba haciendo saltar el sistema financiero del mundo mientras se caga de risa...

- ¿Dios?, ¿y ese quién es? Yo le hablo de Él. El General.

- Bueh...

- Imagíneselo. Una mesa de esas de las grandes, de madera bien lustrada, tipo la de Puerta de Hierro. El Viejo en una máquina de escribir, todavía en una Olivetti bien negra, pesada. También una note-book, sí, porque si hay algo que entiende es que a los tiempos hay que adaptarse. Pero todavía le gusta escribir cartas, y para eso nada como una Olivetti. El Viejo reconoce la importancia de los mails para la inmediatez, pero conoce la emotividad histórica de una carta. Hay una pila de diarios, los nacionales, a los que sigue leyendo en papel. Los demás los chequea por internet, el Viejo. Si, a veces, hasta comenta como anónimo en los blogs del palo.

- ¿Y de qué se ríe El General?

- Pensándolo bien, no se ríe. Se sonríe, que no es lo mismo. Se le abre la jeta de par en par y tira la cabeza para atrás. El sillón cede, un poco, al movimiento del cuerpo. Levanta apenas los ojos. Cara de...

- ¿Sueño?

- Cara de "¿vieron que tenía razón?"; cara de Galileo jugando al chin-chon con Savonarola y Torquemada, diciéndoles: ¿vieron que eppur se movía?

- ¿No me había jurado que abandonaría la bebida?

- Y sentado ahí, con la risa burlona, el Tirano Depuesto mira los diarios norteamericanos, mira las debacles financieras y se ríe del Estado corriendo al rescate. El Pocho sabe que la Historia lo está absolviendo, que le perdona las pifias. Hace rato que se preocupa por la Historia, pero también sabe que todavía no es tiempo. Que para la Historia todavía falta y que está tan vivo como siempre. Y que esta crisis él la conoce, y que le da cierta parte de razón; luego, esa razón lo hace sonreir con soberbia, y esa soberbia a él le gustaba más en vida, porque le permitía mirar a los contras desde arriba. Y lo que para algunos era un gesto de simpatía, la sonrisa, para él era la seguridad de que el tiempo le daría la razón. Y ahora el tiempo ha llegado. El General encontró el Sable.

- No me venga con San Martín Rosas Perón...

- No le vengo, entonces. El General encontró el Sable y el propio sistema se amputó una mano, la Invisible. Ahora le queda la otra, la del Estado, y empieza otro juego. Sabe, en el fondo, que lo que él siempre dijo era verdad. El General se muere por ver subir a Bush y decirle: ¿vió?, peronistas somos todos.

- No se emocione, tampoco. Porque después lo tengo que bancar yo. No se olvide que las manos, a veces, vuelven a crecer.

- Está bien, pero ya son otras manos. Y además no tengo ganas de discutir eso. Tengo ganas de pensar en la sonrisa del General, en John W. a las puteadas contra los yanquis, y en alguien que le grita Juan con voz angustiosa desde el otro cuarto...

- ¿Esa mujer? Pero él se nos casó con Isabel...

- Sí, pero en el cielo uno recupera lo mejor de la vida, y entonces está ella, la abanderada, todo el tiempo con el mismo semblante...

- No le quiero cortar la inspiración, pero su idealización parte de una premisa falsa

- ¿Cuál?

- Que Perón esté en el Cielo...

- Sí. Mejor que no esté. Al menos así lo voy a poder conocer.

16/9/08

Pito catalán


- Siempre me pareció que el 90% de una película es el final. Cualquier bazofia con un final bien trágico e inesperado es un peliculón. La muerte del protagonista, por ejemplo, si es inesperada, garpa todo el bodrio que te comiste antes.

- O sea, un buen final no, un final trágico...

- Bueno, sí, es casi lo mismo. ¿Vió "El día después de mañana"?

- Sí, una basura más del catastrofismo gringo...

- No, "El día..." fue una película sobre la posibilidad...

- Le falto completar. Sobre la posibilidad de...y ahí tiene que decir algo, la posibilidad de que se congele todo, la posibilidad...

- Fue una película sobre la posibilidad. Y punto. Si quiere algo más: fue una renuncia a hacer una gran película para hacer una película que venda.

- Yo no lo entiendo, a mí siempre me pareció una porquería, el pibe corriendo para escapar del congelamiento que lo persigue por las paredes...

- Exacto, lo que decíamos al principio. Una porquería con un buen final, bien trágico, es un peliculón. Hay un guiño, al final: una voz en off, como de un periodista, que dice que EEUU le condona a México la deuda a cambio de que los dejen entrar mientras se descongelaba todo. Ahí estaba la clave, ahí el director nos está gritando: "¡Pude haber hecho una gran película, pero tenía que venderla muchachos, disculpen!".

- Explíquese porque es muy temprano para mí...

- El director nos está diciendo: mi película no es sobre el calentamiento global. Mi película es sobre el revanchismo, un alegato a favor de la más pura y hermosa venganza. El Conde de Montecristo a nivel estatal. Mi película, la que no hice pero quise, terminaba con todos los mexicanos parados arriba de los muros que construyó Estados Unidos, riéndose en la cara de los yanquis racistas que se congelaban y morían en su propio país pidiendo ayuda, exigiendo pasar con esa soberbia de quien manotea estando ahogado. El final era un "espalda mojada" haciendo pito catalán a un defensor de la Patriotic Act, a uno de esos que se dedican a cazar inmigrantes que quieren entrar a Estados Unidos. Mi película, diría el director, era una insana reflexión sobre la venganza en masa.

- Hubiese levantado polémica...

- Y hubiese sido, también, una gran película. Y una reflexión sobre la crisis financiera. Hubiese sido una reflexión sobre Buzzi diciendo que con la 125 modificada estábamos mejor. Y también el pito catalán que se merecen todas las entidades financieras que, a la primera de cambio, empiezan a reclamar el intervencionismo del Estado que defenestran a la hora de las ganancias. Ahí es cuando.

- ¿Otra vez me recorta las frases?, ¿ahí es cuando qué?

- Ahí es cuando el Estado tiene que pararse arriba del muro mexicano, ponerse el pulgar en la nariz, y mover aleatoriamente los cuatro dedos restantes tocando una trompeta imaginaria.

- Hacer pito catalán: ¿esa sería una actitud responsable para usted?

- ¿Responsable?, ¡para nada! Pero qué bien se sentiría.

15/9/08

El fin del apoyo crítico

- Desde acá, con vergüencita política, señalamos que Aníbal pifió, que embarrarle la cancha a Pino no daba, ¿se acuerda?

- Me acuerdo sí, ¿por?

- Porque está mal salir a decirle quematrenes. Pero tampoco nos tira un centro, nunca.

- ¿Lo leyó con Fontevecchia?

- Sí, oiga: "Perón (hoy) sería el líder de un partido nacional-popular-democrático. Y eso no es el conglomerado del PJ disfrazado con algunas medidas progresistas, como su política de los derechos humanos y volver al rumbo del Mercosur. El resto hoy no se ha apartado de las esencias de las políticas neoliberales de Menem."

- Menemismo con derechos humanos...

- Así cuesta incorporar.


(Lo mismo, pero con algo más de elaboración, en esta nota en NDS)

10/9/08

Prohibido cobrarnos impuestos

Ese podría ser el slogan de campaña para las elecciones presidenciales de 2011 del productor entrerriano y líder mediático del lock-out agropecuario. Es que, luego del denominado conflicto con el campo, los balances realizados desde ambas partes -campo y Gobierno, entendidos como partes de un conflicto, aunque con responsabilidades, derechos y obligaciones distintas- coincidían en un punto: se lograba la retirada del Estado de un espacio vital para el desarrollo del país y la distribución de la riqueza. Claro que cada sector hacía una valoración diferente de ese escenario: el Estado nacional pierde capacidades extractivas, al tiempo que el sector agropecuario beneficiado con los precios internacionales sostiene los altísimos niveles de rentabilidad de los que gozaba. El embanderamiento tras consignas como Patria, dignidad y pueblos del Interior fue, pura y exclusivamente, la necesidad de interpelar a un público mayor del que se encontraba realmente afectado por la regulación de los derechos de exportación.


Seguir en Noticias del Sur

Seamos utópicos: pidamos lo posible



- Lo vi, anoche, en la asamblea para la toma de la facultad, paradito en Ángel Gallardo y Corrientes. ¿Rentado o trosco?

- Culposo. No tengo ganas de que me corran con "el compromiso", la "responsabilidad". Pero no me joda, sabe, ya tuve bastante.

- ¿Qué pasó, discutió?

- Ojalá, ni siquiera eso. Me fui a los diez minutos.

- Su espíritu revolucionario deja bastante que desear, ¿sabe?

- Obvio que lo sé. Es probable que, mientras se tomaba el Palacio de Invierno, la Bastilla, yo hubiese estado tomando un vodka en cualquier bar de Moscú, París, donde sea. Pero ayer no era el caso. Ayer fuimos hasta la avenida a que nos puteen un par de tacheros. Y con eso sentimos que "llevamos el reclamo a la sociedad". Me divierte que nos alegremos, por ejemplo, de "la buena repercusión que tuvimos en los medios". Le juro que me da risa: ¿no nos damos cuenta que somos un forrito más de los quince que usa la televisión y el diario por semana?, ¿no se dieron cuenta que salieron más emos por la tele que estudiantes universitarios en la semana del reclamo?

- Bueno, pero los medios son una forma de llevar el reclamo...

- ¿Qué reclamo?

- El de los estudiantes...

- ¿Se da cuenta? El reclamo no existe, y no existe por exceso de consignas, porque somos el Carlitos Tévez de la organización, tenemos tantas ganas de ser el pueblo que nos echan a los quince minutos por tirarnos al piso, cuando estamos ahí para otra cosa. ¿Está todo bien con la invasión a Irak? No, claro que no, ojalá se vayan; pero le juro que anoche Bush durmió tranquilísimo a pesar de la firme condena de nuestra asamblea.

- Che, no chicanee con esa...

- No, todo lo contrario, para mí esa es la clave: la consigna. No podemos construir consignas porque vamos a las asambleas a construirlas. Doscientas personas, cien, las que sean, no se pueden juntar a debatir consignas desde cero...

- Espere, ¿conoce algo más democrático que eso?

- No sé si más democrático, pero conozco algo políticamente más efectivo: se llama negociación, se llama construcción política. Se llama pragmatismo si quiere, pero eso se lo digo a usted, porque en la facultad el pragmatismo no se nombra.

- ¿A qué se refiere?

- A que las agrupaciones, supuestamente, representan el alumnado. Háganse cargo, entonces. Vayan a la asamblea con cosas negociadas con las otras agrupaciones, que no les de miedo de una vez por todas empezar a hacer política de verdad, ¿o no viven reivindicando la política? Bueno, la política también es el rosqueo, también son especulaciones, aunque a Carrió le de asco.

- Bueno, pero no se pueden abandonar los principios...

- Pero mantengan todos los principios que quieran. Ahora los principios, sólos, no son más que una forma de responsabilizar al entorno feo, sucio y malo por las incapacidades propias. Hay que aprender a construir, y eso implica meterse en el barro, tener que negociar con el cipayo que está enfrente, con el puto que me arrancó el cartel de ni con el gobierno ni con la oligarquía. Sentarme con ellos y decir: loco, vamos por una consigna, todas las otras están bien, apoyamos a todos los trabajadores del mundo uníos, las invasiones son una garcha y fuera Macri fuera fuera (aunque sean las mismas agrupaciones las que dijeron que Filmus y Macri eran lo mismo y así estamos)...

- Aunque sea entre paréntesis, sigue siendo un palazo, no se haga.

- Discúlpeme, pero sigo. Unifiquemos en una propuesta, el presupuesto, por ejemplo. En esa estamos todos de acuerdo, nadie nos puede correr por ningún lado. Pero desarrollemos una propuesta verdadera, córranme a mí, al "independiente", con número reales, díganme para qué necesitamos esa plata, díganme cuánto hace falta para pagarle a los ad-honorem. Y seamos más inteligentes, tengamos una visión política que cruce Ángel Gallardo y que sobrevuele Marcelo T. Pensemos en un Gobierno que necesita retomar la iniciativa política, problematicemos socialmente la cuestión en ese sentido: llevemos una propuesta atractiva y no un montón de consignas contradictorias e irrealizables. Vivimos el Congreso con mayor actividad de los últimos tiempos, ¿y nosotros hablamos con algún diputado "del palo"?

- Está bien, hay una mala lectura de la realidad, ahora, ¿eso quita la legitimidad del reclamo?

- Es que esa es una postura pajera. Obviamente que el reclamo sigue siendo legítimo. Pero se vuelve pelotudo y, entonces, funcional. Y eso es lo más grave. Lo grave radica en que, mientras sigamos exigiendo medidas sin un mínimo de realidad -como que, de un día para otro tengamos un edificio único para todas las carreras que, por supuesto, no entran en un edifico único- se nos van a seguir cagando de risa, y con justa razón. Entonces tenemos que ser utópicos: pidamos lo posible...

- No, disculpe, la consigna del mayo francés era al revés. Seamos realistas: pidamos lo imposible...

- Sí, esa era la consigna, pero no el espíritu. El espíritu del mayo francés era lo realizable, aunque después se embanderen sobre la imaginación, lo imposible, los sueños. Eso está muy bien como graffiti. Pero el mayo francés fue real porque exigieron sobre la realidad. Y, sobre todo, porque aquella primera consigna fue la amalgama de todo lo demás: que hombres pudieran acceder a los dormitorios de las mujeres y viceversa. Esa es una consigna, material, directa, interpelante y, sobre todo, movilizadora. Y porque lograron esa unión, y porque lograron convocar a las centrales trabajadoras se consiguió todo lo otro: incluso, entrar en el dormitorio de las mujeres. A veces, hay que ser bien utópico para pedir lo posible. A los trabajadores no se los convoca pidiendo porque la imaginación llegue al poder, aunque luego esa sea una consigna.

- ¿Y eso no sería dejar de reivindicar el pasado?

- No. Eso sería entender el presente. El pasado es parte del presente. Pero, como decía el gordo Cooke: el pasado es raíz, pero no programa. Si traemos el pasado al presente por una operación de pensamiento no actualizamos el pasado sino que nos volvemos él. Y de esa manera, la consigna siempre parece reivindicar el pasado, negar el presente... y olvidar el futuro.

Civiles y militares en la dictadura argentina

Gracias a Ezequiel, publiqué esto en Noticias del Sur:

"Carlos Alberto Moreno fue secuestrado en la ciudad de Olavarría, provincia de Buenos Aires, en 1977. El caso es uno más de los 120 que integran una mega causa iniciada en el 2004 por la Secretaría de Derechos Humanos provincial junto a los organismos de derechos humanos locales. La causa no sólo es un intento por sacar a la luz la verdad sobre los hechos acontecidos durante la dictadura militar, sino también demostrar la existencia y la dinámica perversa del funcionamiento del circuito represivo en la zona de Olavarría, Azul, Tandil y Las Flores..."

Seguir leyendo en Noticias del Sur


Así que trataremos de andar más seguido por ahí.

8/9/08

Heinze y la cuestión de fondo

- Bien Heinze...

- Ahora se me puso irónico, pobre muchacho...

- No, bien en serio. Hay que hacerse cargo de semejante cosa. Un gol en contra es una traición involuntaria. Y, en este momento, con lo susceptibles que estamos respecto de la traición. No cualquiera lo haría...

- ¿Usted me habla del Descarrilamiento?

- Yo le hablo de que, tanto en el fútbol como en la política, el juego consta de dos partes: los hechos y sus interpretaciones. Heinze jugó uno de los peores partidos de fútbol que yo vi jugar a una persona. Ahora, salió de la cancha y lo primero que dijo, así "en caliente", fue que el error era absolutamente suyo. Fíjese que, incluso, uno sobreentiende que el error no es del todo suyo: pero eso queda en segundo plano, lo importante es ese reconocimiento del error, el sacrificio. Y, para mí, a partir de eso, jugó mejor de lo que había jugado.

- Pero jugó objetivamente mal, lo que diga después no influye...

- Claro que influye. Heinze sacrificó un interés personal a cambio de resguardar la idea de conjunto. El tipo arriesgó el puesto. Hay algo que está por encima de cada uno, que también es la suma de todos, pero que nos obliga a pensarnos como algo más que esa suma. Y si es necesario, para ese producto final, sacrificar un interés personal, hay que hacerlo. Pedir perdón, hacer una autocrítica, es decirle al mundo: soy un boludo, pero yo, ellos no tienen nada que ver. A mí la autocrítica no me interesa como valor ético del cual se llenan la boca los que nunca hacen autocrítica -porque, básicamente, nunca hicieron nada más que denunciar, y cuando denunciaron mal tampoco se autocriticaron- me interesa como valor estratégico de construcción.

- ¿Sigue hablando de Heinze?

- Hablo de un proyecto. Yo entiendo que para Fernández...

- ¿Fallido?

- ...sea muy difícil ir para atrás ahora con semejante declaración. Pero es un sacrificio que debe hacerse, no podemos hacer semejante gol en contra y decir que la culpa es del delantero que está presionando. ¿Se acuerda de lo que hablábamos del sentido escénico? Bueno, hay que recuperar esa teatralidad para ir para atrás elegantemente...

- Pero, respecto de las autocríticas, han salido bastantes del espacio nac&pop a refutar los dichos de Fernández...

- Es cierto. Pero hemos salido todos por fuera del sistema institucional: Página, el progresismo blanco, la blogósfera. Y, claro, por el movimiento obvio de la chicanería política esos sectores estamos dentro y fuera del kirchnerismo dependiendo de la coyuntura que le convenga a la oposición. Pero, en todo caso, hay algo que sumamos por fuera del aspecto institucional: nosotros nos autocriticamos con críticas.

- Medio tautológico, si me permite...

- Le permito, le permito, pero déjeme explicar. ¿Vió cuando en la tele le preguntan a un actor, periodista, lo que sea, cúal es su mayor defecto?

- He visto, sí...

- ¿Vió que siempre responden: "soy demasiado buena", "creo muchísimo en la gente", "doy todo por los demás y a veces me olvido de mí", etc? Esos no son defectos, esas son virtudes disfrazadas. Un defecto verdadero es decir: "me gusta pegarle a los ancianos", "voté a Macri porque me parece que en Boca hizo las cosas bien" o "mi principal defecto es ser racista, pero bue`". El defecto de verdad, debe dar vergüenza al ser confesado.

- Acuerdo con usted, lo que no entiendo es de qué me está hablando...

- Me da la sensación que las críticas de la oposición son así. Que, como siempre parece que las "cuestiones de fondo" son otras, al final nunca se puede(n) cuestionar nada, porque el fondo siempre está un poquito más abajo. Yo no puedo criticar que a la cabeza del primer cacerolazo haya estado Cecilia Pando, "porque esa no es la cuestión de fondo", lo importante es "escuchar el reclamo de la sociedad"; no se puede hablar de oligarquía agro-exportadora, porque "la cuestión de fondo" es la política agropecuaria. Está bien, Fernández lo dijo mal, pronto y violento. Ahora, supongamos que, sin haber sido armado, hubieron militantes del partido X infiltrados en los hechos de violencia: ¿eso también está justificado porque "la cuestión de fondo" es el pésimo estado de los ferrocarriles?, ¿entonces "la cuestión de fondo de la salud en la Capital" a qué nos autoriza?

- No se me vaya por las ramas. Entonces, ¿qué hacemos con Heinze?

- Ah, no sé. Yo de política no hablo.


6/9/08

El Arcángel Luis


- ...pero la piña la pegó.


- Pero, ¿la pegó como dirigente o como tipo?


- Bueno, el tipo fue a la plaza como dirigente, pero no dejó de ser un tipo al que le estaban gritando mercenario en la oreja. ¿Carrió reza como dirigente o como tipa?

- En todo caso es su elección personal, no se puede discutir la religión de las personas...

- Sí que se puede, porque Carrió reza también como dirigente y, sobre todo, porque hace política de la religión. Si me dice que para agosto seremos felices porque ella tiene mucha fe, la cosa pasa por la religión, eso se lo contó dios o un oráculo o algo parecido. Y, por más que quiera, yo no puedo discutir con oráculos. Además, D`Elía tiene un componente religioso...

- Espere, espere, esa no se la puedo dejar pasar. ¿Componente religioso?

- Claro. D`Elía es el Arcángel Gabriel del kirchnerismo.

- Definitivamente, usted no está bien.

- Es posible. Pero fíjese: el Arcángel Gabriel es el vocero de dios en la Tierra, le avisó a Noé que subiera dos animalitos de cada especie al Arca, le dijo a Abraham que no hacía falta matar a su hijo Isaac que con la intención bastaba, a María que debía nombrar a su hijo Jesús y que iba a ser el Mesías y llevó volando a Mahoma a la Jerusalén celestial a recibirse de profeta...

- Espere un poco, ¿y eso qué tiene que ver con D`Elía?

- D`Elía es el puente entre la cúpula del kirchnerismo y los sectores populares, es el que viene a avisar las cuestiones desde arriba. D`Elía no sube a los palcos porque salgan más lindas las fotos ni exclusivamente para irritar al progresismo blanco, sube para captar los mensajes y transmitirlos a las organizaciones populares, a los barrios, a los movimientos sociales. Dios no puede obrar milagros personalmente porque pierde sentido la religión. Si todo el tiempo tenemos a dios hablando desde el cielo, el carácter milagroso se pierde por constante. Es como si Cristina estuviera todo el tiempo hablándole a los pobres, entiende, la postura parecería forzada y sería carne de cañón para los periodistas independientes. Y, como Gabriel, Luis maneja el cuerno del Apocalipsis.

- No ando bien en temas religiosos, ¿me explica?

- Se dice que cuando el Arcángel Gabriel toca el cuerno, se viene el Día del Juicio, todos a la Auditoría Final y cada uno donde le toque.

- ¿Usted dice que cuando Luis toque el cuerno, se acabó lo nac&pop del Gobierno?

- No, usted acarrea mis palabras para su molino bienpensante. Digo que cada vez que Luis toca el cuerno, la tierra se corta al medio y obliga a cada uno a pararse donde se siente más cómodo. Luis sale a vociferar que la Pando estaba en la plaza un rato antes del primer discurso de Cristina. Y que esos, también, son los sectores del reclamo. Es el Arcángel, es el mensajero que viene a decirnos que la cosa se está partiendo en dos y que hay que elegir un lugar para quedarse.

- ¿Y por qué no lo mandan a volver a dividir aguas?

- No se puede vivir en permanente Apocalipsis. Es el momento de todo lo contrario: hay que reagrupar...

- No sé, me sigue haciendo ruido la idea de un Arcángel nac&pop. Además, por estos días no se lo ha visto, ¿quiere decir que se acabó la interpelación del Gobierno a los sectores populares?

- La verdad, no lo creo. También el Arcángel Gabriel cayó en desgracia, en el Talmud, por no obedecer una orden de forma exacta. Quedó fuera de la Corte celestial: 21 días de arresto se comió Gabriel. D`Elía, como Gabriel, está pagando sus culpas por las formas.

5/9/08

Sentido escénico


- Qué degenerados...

- ¿Lo qué?

- Esto, de decir que fue el PO el que incendió los trenes.


- ¿Le parece que es mentira?

- Yo no sé. No le hablo de la estrategia: hay muchas y eligieron una frente a un conflicto. Si me preguntás a mi, la estrategia es chota, hablar de una prueba pre-revolucionaria es una estupidez. Pero, sobre todo, lo que sé es que ayer vi en el Gobierno una falencia que hay que corregir pronto. Una falencia de las que les gusta criticar a los diarios: Crítica, el diario de Lanata, está construido sobre esta falencia.

- No me decepcione, usted, no me venga con la soberbia, con el "totalitarismo light", no me diga que Moreno, por favor se lo pido...

- No. La gran falencia es el sentido escénico. Al Gobierno le falta sentido escénico en el más teatral de los sentidos: en el cuándo aparecer.

- ¡Por favor!, déjese de embromar, hombre, les incendian un tren y a usted le parece que el problema es el sentido escénico...

- No sólo con los trenes, con casi todos los problemas la clave está en el cuándo y en el cómo de la aparición. Pero lo de ayer fue el ejemplo más claro de que falta estrategia teatral...

- ¿Estrategia teatral?, ¿qué deberían haber hecho, no decir nada?

- Todo lo contrario. Deberían haber salido con el cassette de punta: que repudian los hechos de violencia, pero que sin embargo entienden la bronca de la gente. Que hay que trabajar para que el servicio de ferrocarril funcione de manera correcta, hacerse un poco de autobombo, ya que estábamos, y decir que viaja mucha gente porque hay más trabajo. Y tirar, al pasar, que los hechos además se van a investigar, abriendo los ojos bien grandes y torciendo un poco la cabeza para el costado, que parezca que todo no queda ahí. Sin agregar más nada.

- ¿Sabe que no le entiendo adónde quiere llegar? Lo que usted me dice es que hay que dejar pasar el problema, que no hay que averiguar qué pasó sino cajonearlo en la Justicia, ¿y si Fernández de verdad sabe que fueron los del PO o cualquiera?, ¿y si estuvo armado?

- Justamente, lo que le estoy planteando es la estrategia para develar complots. Juguemos a que estuvo armado, no importa si fue así o no. La información se puede tener dos minutos después de lo ocurrido o quince días, no importa. Se puede saber antes, incluso. Lo importante es que nosotros, la gilada, lo que TN denomina "la gente", piensa -acaso pensamos- la política en términos de películas, es decir, linealmente, como un suceder de acontecimientos continuos para jamás yuxtapuestos...

- ¿A usted lo están medicando bien?

- Los complots, amigo, no se descubren antes, ni dos minutos después. Los complots se descubren con el tiempo, con un arrepentido que habla, con un testigo clave que lo persiguen agentes y contraagentes de todos los colores. Los complots se develan con documentos, con papeles de planificación y teléfonos intervenidos. Y esas cosas necesitan tiempo, por más que uno las tenga antes: hay que dar la sensación.

- ¿La sensación?

- Sí, la sensación de que durante el período que va desde el conflicto al descubrimiento de que estaba armado se estuvo investigando, que ahí se encontraron las pruebas. ¿Alguien le hubiese creído a la URSS si quince minutos después de que Armstrong pisara la Luna hubiese dicho que el gran paso para la Humanidad había sido filmado en un estudio en Arizona?

- Probablemente, no.

- ¿Y usted qué opina de la llegada a la Luna?

- Yo creo que hay cosas que no cierran...

- Exacto. Esa es la idea. Si una hora después de que se caigan las Torres alguien me viene a decir que el gobierno de EEUU sabía todo lo que iba a pasar, yo le digo que se deje de joder que afloje con la paranoia. Ahora, circulan dos o tres documentales, papeles, fotos, testigos que hablan ahora, a siete años de la cuestión. Y son creíbles por eso: por el paso del tiempo. Si Walsh hubiese estado con los fusilados de José León Suárez al día siguiente de su escape, Operación Masacre hubiese sido, a lo sumo, un panfleto político. Pasó el tiempo, y hoy es la investigación periodística que le da el nombre a un período de la Historia Argentina. La Revolución Fusiladora hubiese sido una "dictablanda" de las que les gustan a los hoy republicanos sino hubiese sido por Walsh y, sobre todo, por el paso del tiempo.

- No lo sigo. ¿El Gobierno le pifió en salir con la teoría del complot?

- Probablemente le haya pifiado si no tiene las pruebas. Pero si las tuviera, en todo caso, había que dejar pasar una semana, cinco días. Entonces el Día D anunciamos una conferencia, con los bombos los platillos gorra bandera y vincha, y demostramos sin que queden dudas que estuvo armado. Pero si descubrimos el complot a los cinco minutos quiere decir dos cosas: o que no sabemos qué carajo decir, o que lo podríamos haber previsto. En las dos cosas nos cabe una responsabilidad enorme.

- Y, ¿la idea cuál es?

- La idea es demostrar que ser paranoicos no quiere decir que no nos estén siguiendo.

4/9/08

La Llave

- Che, ¿me hacés un favor?

- Sí, decime...

- ¿No me corrés por izquierda?, tengo un par de ideas que necesito acomodar, sobre el paro docente.

- ¿Qué pasa, ahora también contra el paro docente?, ¿te volviste macrista?

- No, contra el paro docente no. Contra las adhesiones de mi facultad en particular. El paro docente y de los estudiantes es justo y válido. En realidad, contra la actitud de las agrupaciones de mi facultad. Contra nadie más.

- ¿No te parece que el sueldo docente es una miseria, que hay que ser solidarios con ese reclamo?

- Sí, eso me parece. Lo que no me parece es que salgamos a poner nuestros reclamos también.

- Pero, me extraña compañero, la lucha es complementaria, la individualización de las luchas es neoliberalismo puro...

- Entiendo. Pero entiendo también que podemos luchar sin la pancarta todo el tiempo. Que podemos dejar pasar un tren, una vez. Sino pareciera que todos nos dejan bien. El cortoplacismo no sirve para un carajo, diría Luis. Pensemos -una vez- unos metros más allá de la facultad, seamos más que solidarios, altruistas, bajemos una vez las pancartas y vayamos con las verdaderamente urgentes, las de la educación inferior, las de los pibes que van a a la escuela a comer. Hace rato que la revolución dejó de estar a la vuelta de la esquina.

- Pero, usted lo sabe, en política o se juegan todos los partidos o no jugás más.

- Pasa que me da miedo...

- ¿Miedo?

- Miedo por ellos. ¿Sabe?, no debería decirlo, me sentiría un infiltrado. Pero que quede entre vos y yo: siento que tengo la llave para desarticular la poca organización del movimiento estudiantil.

- ¿La llave, y cuál es?

- Dos palabras: ¿qué quieren?

- Claro, cumplir las demandas de un sector siempre es...

- No, no. No va a haber nada que cumplir. Ahí se termina todo. Pregúntele al movimiento estudiantil qué quiere, y allí donde tenía cuatro agrupaciones de cien, tendrá cuarenta de diez.

- No chicanee así a los troskos, falta el chiste de que dos troskos y una imprenta hacen un partido y dos troskos con dos imprentas dos partidos...

- No, no es chicana ni es sólo para los troskos. Hay un error esencial: salimos a dar una batalla y no sabemos por qué. Queremos presencia en los medios, sí, pero ¿para qué?, ¿cómo vamos a ganar algo si no sabemos qué es lo que queremos ganar?

- Bueno, sabemos: mayor presupuesto, edificio único...

- Quizás el problema también son las consignas. ¿Edifico único? Eso también implica centralización, anclarnos en un barrio y, peor, encerrarnos en el mundo académico para siempre. ¿Cuánto vamos a tardar en decir que el edificio único también implica menos puestos de trabajo para los no docentes?, ¿cuánto vamos a tardar en parecer De Ángeli corriendo la línea de llegada siempre un poquito más? Empezamos diciendo que se cayó una viga y resulta que no era una viga, sino un fierro, que por cierto igual no se debería haber caído. Pero, ¿qué necesidad de poner la cuestión en el extremo?, ¿por qué caemos en la lógica televisiva de llamar a las cámaras y denunciar a los gritos al decano?, ¿en qué nos diferencia eso de la señora que le roban en la esquina y culpa a los jueces garantistas de cuidar los derechos de "los delincuentes y no de los ciudadanos"?

- Entonces, ¿qué?, ¿no hacemos nada?

- Hagamos. Pero sepamos primero qué queremos, cómo lo queremos y para qué sirve lo que hacemos respecto a esos objetivos. Sino, vamos a tener siempre más pancartas que militantes.

3/9/08

Palabras más, palabras menos


- ¿Para qué lo ponés, para putearlo?

- No, le voy a dar otra oportunidad. Mirá, retomamos la iniciativa política, pagamos una deuda, eso se lo van a tener que reconocer. Además, yo lo miro a la cara y te juro que lo veo, el tipo está triste.

- Yo lo veo muy cómodo...

- No, está triste, se quiere matar, tiene unas ganas de volver que se muere. Si te fijas bien, se hace el boludo, hace como que no entiende. Le pregunta todo al otro como buscando explicaciones, pero en realidad le está diciendo con los ojos: "salgamos corriendo de acá, pidamos disculpas y salgamos corriendo..."

- Bueno, si lo ponés para hacerte mala sangre, jodete vos...

TELEVISOR: "¿Sabe lo que me llamó la atención, Daniel (Scioli)?, los aplausos. Porque puede ser una medida positiva, pero me impactó mucho ver cómo se aplaudía, el aplauso todo el tiempo, como si se presentara algo legendario"...

- ¡No te digo que es un hijo de re mil puta! Le pagan la deuda al Club de París y el tipo tiene para decir que le molestan los aplausos.

- Te dije, lo ibas a putear.

TELEVISOR: "Usted, Daniel, aumentó casi un 40% a los docentes este años. O es muy generoso, o está reconociendo implícitamente que hay una inflación casi del 20% y no la que publica el INDEC"

- ¿No ves que...

- No los putees, vos los pusiste.

- El tipo les da un aumento a los docentes, y estos dos le quieren hacer decir que ese aumento es el reconocimiento de la situación del INDEC...

TELEVISOR: "¿Cuánto cuesta no pensar como el Gobierno Nacional? Porque mucha gente dice que usted, Daniel, en realidad no está de acuerdo, pero que si los enfrenta les dejan de mandar plata..."

- ...

- ¿No los vas a putear?

- No. Ahora me hicieron reflexionar. Es increíble. Fijate lo que no se reconoce. Cuando vos votás un candidato, haya toda la mediatización y personalización de la política que haya, votás un proyecto más global. Lo que era "votar al Justicialismo" antes, independientemente del candidato. Votar el escudito.

- Sí, pero ahora hay veinte boletas con el mismo...

- Sí, está bien, pero cada uno representa un proyecto, y todos votamos sabiendo cuál es ese proyecto. Yo no puedo, no tengo las herramientas para votar "el corazón" de cada candidato. No puedo porque no lo sé, no puedo predecir qué dice el corazón o las hijas o la historia personal de cada candidato. Tendrían que agregar a la plataforma electoral un electrocardiograma, la postura política de cada retoño y una breve biografía de su militancia. Pero no, para eso uno los vota en determinado proyecto y espera coherencia con eso...

- O sea, lo que vos pedís es que dejen de pensar y se enmarquen ciegamente en el proyecto...

- No, lo que pido es que si no estaban con el proyecto, si piensan distinto, que no se presenten con él, que vayan por fuera. No se cambia tanto de opinión en 8 meses.

- Pero que la gente cambie de opinión es una cosa natural, ¿vos pensás igual que hace 8 meses?

- No, a nivel individual yo no pienso lo mismo nunca, de nada. Pero yo hablo de un funcionario que entró en un cargo por pensar de esa manera. Eso es una responsabilidad y ahí sí pido coherencia. Cuando uno tiene determinados cargos, deja de hablar como individuo: las investiduras, que le dicen. Lo que exijo es previsibilidad.

- Como los "pequeños productores"...

- Algo así, palabras más, palabras menos. Saber que si "invierto" en este proyecto, las cabezas del mismo no se van a dar vuelta mañana dentro mismo del proyecto. Que se vayan a hacerlo por afuera, que, si su ética personal los interpela tan constantemente, se den cuenta que están en el lugar equivocado y le dejen espacio a los verdaderos representantes del proyecto, a los que les darían más coherencia al voto que los puso ahí...


2/9/08

Banco a los emos


- ¿Y si tuvieras que elegir uno, cuál serías?

- Y si tuviera que ser adolescente, definir mi identidad hoy, sería un emo. Y, ¿vos?

- Yo no sería nada, ni emo ni flogger ni gossip girl...

- O sea, un Lozano...

- Sí, puede ser, pero prefiero no jugármela y después con el tiempo arrepentirme...

- Y en el medio no tenés amigos, te dedicas a criticar desde la panacea, desde la superioridad ética del que nunca arriesga nada. No te tapás medio ojo con el pelo ni te sacás fotos todo el tiempo, no quedás en ridículo, pero no hacés nada...

- Peor vos que serías un boludo triste.

- Está bien, pero sería alguien, me definiría con respecto a los otros. No sería emo por elección: me uniría por el espanto, quizás. Ahora, una vez unido por ese espanto frente a lo que hay enfrente, puedo empezar a pensarme como un nosotros. Somos esto, emos, y podríamos ser algo mucho mejor. Pero no me gusta la postura "no soy nada antes que equivocarme", prefiero equivocarme con honestidad.

- Entonces ni sabés si sos emo, no querés ser los otros...

- Sería emo, en buena parte, para no ser los otros; pero, sobre todo, porque no ser nada, no estar con nadie, también es una postura. Y, como tal, beneficia a unos y perjudica a otros. Y me asusta a quienes podría beneficiar.

- O sea, bancás a los emos...

- Banco a los emos porque prefiero jugar el juego y perderlo que aceptar el ganador sin haberme comprometido con la decisión.

- ¿Vos estás hablando de política?, porque parece una Carta Abierta en defensa de los emos...

- Yo estoy hablando de todo, y de nada. Estoy hablando de que lo que está enfrente existe, que no es un invento de nadie. Y que para construir, primero hay que defender el terreno que ganamos en estos años.

- ¿De qué hablás, de los emos o del campo nac&pop?

- De todo. Pero también de los emos.

¿A qué hora?

Se anunció el cancelamiento de la deuda con el Club de París.

¿Alguno sabe a qué hora los que hasta ayer decían que Argentina no era un país confiable van a empezar a correr por izquierda al Gobierno diciendo que esa guita podía ir para los caminos y hospitales que no se construyeron por sus propios votos no positivos en el Congreso?

Sí, larga y sin comas la frase.

Y si están de acuerdo, pueden empezar a ausentarse:

"En las filas del oficialismo en Diputados y entre algunos legisladores del bloque SI hubo sorpresa por la ausencia del diputado Claudio Lozano en el debate que aprobó con casi unanimidad –la representante de la Coalición Cívica, Marcela Rodríguez, fue la única que se abstuvo– el relevante proyecto de regulación a las empresas de medicina prepaga. Con ironía, un importante diputado del Frente para la Victoria comentó: “Como no tenía nada que argumentar para oponerse...”".