21/1/10

Una lágrima en una carta

("Una lágrima en una carta es el cuarto cuento de la saga "El amor en tiempos del kirchnerismo" -Previously: 1, 2 y 3-. Susceptibles del mundo, recuerden las palabras de Solita Silveira: ficción, esto es ficción).




Una lágrima en una carta.

(A mi amigo el Escriba).

Querido Néstor,

Yo vivía en paz con esto. Te banqué en muchas, me callé las que no bancaba, trataba de hacer el menor daño posible. Hablé bien de vos en lugares en los cuales el solo hecho de mencionar tu nombre es, como mínimo, una especie de delito. Fiscalicé en las buenas y fiscalicé en las malas. Perdí cosas de mi vida personal que no te voy a contar, porque esto no es una extorsión. O lo es. Pero velada.

Néstor, no la quiero hacer larga. Te vengo a cobrar, Néstor. Ahora soy yo el que quiere un favor. Porque, Néstor, escuchame una cosa, atendeme: vos nos quemaste etapas. El kirchnerismo, Néstor, avejenta. Estoy pasando los veinte, la edad en la que uno dejó de ser políticamente un pelotudo. Pero es también la edad en la que uno tiene todo el empuje: o sea, la edad en la que todavía crees que hay cosas que se pueden cambiar, y la edad en la que sabés que de a poco se puede cambiar mucho y mejor. Esa edad, nosotros la quemamos. La quemamos con la nafta del oficialismo.

Y es jodido decirlo, porque la edad te vuelve medio intolerante. O la intolerancia te avejenta, o la vejez te...¿intoleranta? Néstor, yo no puedo volver para atrás. Y, pucha, voy a tener que pedirle a un amigo que tiene un blog que me tipee esta carta, porque la verdad es que la primera lágrima cayó sobre el papel, y la tinta medio se corre. Y prometo que van a ser muchas más, las lágrimas.

Esto no es un capricho. Esto tiene sus razones. Razones que te puedo transcribir de una publicación que tengo en la mano, también húmeda de lágrimas, que se titula "Especial Constituyente Social", y de la cual paso a extraer (el resaltado, Néstor, es mío):

"- El método asambleario potencia la construcción de la unidad popular; construye una ética, una estética y una mística propia y diferenciada; se reconoce como un espacio pluricultural donde conviven cientos de lenguas, perfumes, colores y dioses, poniendo fin a más de quinientos años de prepotencia imperial; las asambleas serán urbanas y rurales.
- La Asamblea Nacional debería tender a que la suma de los asamblearios alcance un piso del 0,1 del número de empadronados en el padrón electoral nacional;
- Habrá que seguir promoviendo la apertura de casas de la constituyente en todo el país, como asimismo también promover formas de autofinanciamiento que garanticen su autonomía;
- Nosotros tenemos que dar un combate contra nosotros mismos en cuanto a las verdades absolutas, para construir verdades colectivas."

Solamente eso, te pido. Te pido que releas, Néstor: 0,1 del padrón electoral. Estética, perfumes, debates, asambleas. Autofinanciamiento, Néstor. Yo sé que tengo la edad para estar ahí. Yo, y muchos compañeros más, tendríamos que estar ahí si es por número de documento. Pero ahí se puede ir: volver es un calvario. Néstor, yo no puedo combatir contra mí mismo. No quiero volver a ser catorce en una carpa debatiendo sobre la identidad de la clase trabajadora. Mirá lo que te voy a decir, total queda entre nosotros: no quiero escuchar las opiniones de todos los compañeros, y ni siquera sé si la mía es demasiado relevante al respecto. Puta, cayó una de las lágrimas grandes. Néstor, no quiero armar actividades copadas para hacer al aire libre. No quiero dormir en carpa. Y no por la carpa en sí, que me divierte incluso. Yo no quiero... y estas putas lágrimas que me corren la tinta: Néstor, yo no quiero dormir en carpa porque sé que es una pose, porque sé que ahí, a dos cuadras de mi carpa, hay un hospedaje estudiantil que vale la mitad y me descansa el doble. Y los respeto, y respeto el laburo que hacen, y todo. Hasta digo: ojalá el Estado banque algunas cosas así, de gente que se junte a charlar. Pero yo no quiero a la autogestión, a los morrales, a la sobrerrepresentación de pulóveres con llamas, las sillas de plástico, las kilométricas rondas de mate lavado e hirviendo; el afiche, Néstor, el afiche. Creo que unas lágrimas más, y esta carta será, simplemente, un manchón de tinta enorme. No soy un hedonista, ni un fanático del confort. Pero debería haber algo entre eso y el ascetismo de los baños químicos.

Yo no sé si el término es aburguesar, o cinismo, o me estoy volviendo un hijo de puta, pero yo creo más en los expedientes que en las comisiones temáticas permanentes que refuercen la unidad y la identidad colectiva. No sé, así soy yo. Y, Néstor, vamos a volver ahí. Otra vez a ser catorce, y estas lágrimas, de nuevo. Y, ojo, porque esto resultaría contradictorio con una cosa que siempre se remarca del kirchnerismo: que no construyó por abajo. Pero vos y yo sabemos, que una cosa es construir desde abajo, y otra es revisar el humus de la tierra. Esta gente construye tan de abajo, Néstor, que tengo miedo que toquen una placa tectónica y se pudra todo de verdad. La vía haitiana-constituyente al socialismo, Néstor. La tierra es la tierra y hay que construir arriba de eso: me van a tener que disculpar, pero yo en esa no batallo nada contra mí mismo, me doy la mano y me digo: "la tierra es, efectivamente, la tierra". Dos votos a cero, unanimidad, me creo mi verdad revelada, qué va a ser.

Si hay que hacerlo, se hará. Una radio comunitaria más no me va a arruinar la vida, tampoco. Pero al menos haceme el favor de tratar que eso no pase. El pedido es, simplemente, ese. Que no tengamos que volver ahí otra vez. No quiero ser catorce. La ayuda del tiempo permitirá perdonarte muchas de las cosas que hoy parecen terribles. Pero si nos devolvés al mate cocido, Néstor, eso no te lo vamos a perdonar nunca.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

yo no quiero volverme tan loco,
yo no quiero ver chicos con odio,
yo no quiero vestirme de rojo,
yo no quiero sentir esta depresión.
yo no quiero sembrar la anarquía,
yo no quiero vivir como digan,
tengo algo que late en mi corazón.

voy buscando el placer de estar vivo,
no me importa si soy un bandido,
voy pateando basura en el callejón.

(me hiciste acordar a un grande)

abrazo

Raúl C. dijo...

Tomás:
La mayor parte de sus posts va a haber que editarla y encuadernarla algún día.
A la juventud que asume que la adolescencia terminó, que va incorporando la sabiduría disponible (la de los maduros y los viejos tomada como corresponde, con cuentagotas), no hay con qué darle. Por ahí va a ir la cosa.
‘Esta gente construye tan de abajo, Néstor, que tengo miedo que toquen una placa tectónica y se pudra todo de verdad. La vía haitiana-constituyente al socialismo, Néstor. ‘
¡Frases así son las que sacuden mi rutina!
No hay más que ver la evo-lución del Evo, más allá de las ceremonias aymara. Justicia, sí, pero también desarrollo y más desarrollo es lo que ofrece a los bolivianos…
Lo felicito sinceramente... pero yo hablo desde la antigüedad. Más importante va a ser que lo feliciten y acompañen muchos jóvenes sabios.

Trefo dijo...

Avisá si alguna editorial va a sacar "El amor en tiempos del kirchnerismo". De no ser así, los compilo y me los imprimo todos.
De lo mejor que leí por estos pagos. Tanto es así que por primera vez te comento.
Saludos,

Sebastian dijo...

Buenísimo maestro, que decirte. Una pintura. Abrazo.

Sarabanda dijo...

Al que se le cayó la primera lágrima es a aquel sureño que TU NESTOR le manoteó el televisor, para cobrarse las deudas originadas por la 1050 de Martínez de Hoz.

ALLI COMENZO ESTE MAL RECUERDO QUE PRONTO SERA EL QUIRNERISMO.

matilda dijo...

sarabanda
m recordaste esas personas q hablan de "tus" hijos

no sabés lo mal q m siento x el sureño al q se le manoteó la tele

además es compatible con lo que le ha pasado a la mayoría de los argentinos durante estas presidencias sisi

Dany Benavidez dijo...

Hace rato que no leo algo que me impacte Tanto amigo. Un abrazo