Por el Rabino Elmer, para BCD
"Un alerta blanco y republicano".
Estos días hace calor. Sí, claro que hace calor. Pero, ¿debe la ciudadanía preocuparse por el calor, o nos deben acalorar las preocupaciones? Yo creo que la segunda, porque de otra manera me hubiese gastado un aforismo al pedo. Entonces debemos preguntarnos algo como ciudadanos que somos: ¿nos hará peor el calor o la despreocupación por los temas importantes de la república? Nuevamente, escojo la segunda respuesta. La ciudadanía en verano muchas veces se insola. Pero, ¿y si en vez de insolarnos lo que realmente ocurre es que nos estamos insolidarizando? Vean qué verdad irrefutable les arrojé ahí, agregando dos, tres letritas donde no iban.
Una mamá el otro día le ponía a su primogénito un poco de protector solar, así que me le acerqué, y le batí: "¿y si en vez de protector solar a su primogénito, hacemos que prime la protección sobre el gentío?", y la señora me dio dos cachetazos y me dijo pervertido hijo de puta, salí de acá. Porque el calor, en definitiva, es un síntoma de lo que nos ocurre como sociedad: nos crispa, nos exacerba.
Concentrados en el alerta naranja, los ciudadanos olvidan que lo importante es no confundir el legado de Perón con el naranja de Carrió. ¿Y si en vez de buscar a los culpables, culpabilizamos a los buscadores?, ¿O acaso Google es inocente?, ¿y qué pasaría si en vez billones de pooles de siembra, sembramos pooles y exportamos billares?, ¿eh? Me pregunto por qué los ciudadanos no le dan un alerta blanco y republicano a este gobierno, y le dan un abrazo al Banco Central y cantan el himno nacional, todo tuneado:
"Oíd mortales, a Pérez Redra-a-do,
Becé- Reá- Becé- Reá, Becé Reá-a-a-a.
Oíd el grito de ro-o-tas rese-er-vás
quitád los fondos a la uni-ver-sá-a-al."
Becé- Reá- Becé- Reá, Becé Reá-a-a-a.
Oíd el grito de ro-o-tas rese-er-vás
quitád los fondos a la uni-ver-sá-a-al."
Hay que preguntarle a la Presidente si se trata de comer tanto chancho para coger mejor, o si lo mejor es dejar de ser tan chanchos para que no nos cojan tanto. ¿Y si en vez del tocar las reservas para el Fondo del Bicentenario como cura del país, llevamos a Vicente Nario al fondo y, con mucha reserva, lo tocan los curas?, ¿se prenden los sacerdotes?, ¿este pueblo prefiere seguir siendo un pueblo pasivo, o prefiere salir a las calles para reclamar lo suyo como sucede en Haití?, si hay que aplacar la manipulación arquitectónica de esta estructura corrupta, ¿no habrá que manipular las placas tectónicas para construir todo de nuevo? Y con un pequeño guiño para los más purretes, les digo que: Ahí Tí, ¡Ahí Tí que todo va a salir mejor!
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