4/3/09

La Hinchazón


Qué maleducado.

"Hinchado las pelotas".

¿A usted le parece, amigazo, andar diciendo esas barbaridades?

La hinchazón de las pelotas de Buzzi no es un dato menor, no hay que dejarlo pasar.

Es un síntoma político, antes que físico. Y, si físicamente puede ser molesto, imagínense cuando esta hinchazón entra a jugar en el terreno de lo político.

Hannah Arendt -el "huesin" de Heidegger, una filósofa de las grossas, pero cuyo mérito más alto en nuestro país es haber dado nombre a ese bello Instituto republicano de cuyo financiamiento no quiero hablar- hablaba del espacio público como ese lugar que nos junta pero que, sin embargo, impide que caigamos uno sobre otro. Como, justamente, una mesa: que nos une para tomar un café, pero que nos mantiene separados para no amontonarnos y poder charlar.

La hinchazón de algunas pelotas comienzan a ocupar espacios en lo público, en la mesa de lo público. Porque esa hinchazón adquiere publicidad, en tanto que público, es una hinchazón que nos afecta a todos. Hablando mal y hablando pronto: las pelotas de Buzzi nos interpelan, nos tiran la tasa de café del espacio público y nos enchastran todo. Qué imagen horrenda. El problema fue que la hinchazón de pelotas debe ocurrir en casa, no cuando estamos -¿me siguen?- en la mesa de lo público.

¿Y a qué viene Arendt, las pelotas hinchadas, lo público y lo privado?, ¿qué mescolanza populista estáis por arrojar a la blogósfera?

La siguiente.

El "conflicto del campo" fue, glifosato por la noticia, político. Pero tuvo la particularidad de incorporar en el discurso, elementos de la vida privada, de la esfera de lo íntimo, dando por resultado esa especie de "sentido común de lagente". A Cristina se le dijo más resentida, conch..., hijadep., y todo eso, que estatista, apropiadora de rentas ajenas o zurda socializante de vuestras ganancias. Pasamos el 2008 escuchando la variedad de carteras que tenía Cristina, lo polémico que era Moreno, o lo loquito que estaba Néstor. Nos pudrimos de enterarnos por los diarios de trascendidos que se oyen en habitaciones y pasillos inaccesibles. No es casual, no es inocente, que ante cada medida que supone una mayor apropiación de la renta, se contraponga el discurso de "la caja". Porque la caja suena más personal, más íntimo, más chanchito con ahorros de adolescente pajero, que si uno hablara, correctamente, de recursos de la administración pública. Pero para eso habría que empezar a discutir políticamente sobre más o menos recursos bajo la esfera estatal.

Captar un sector de la sociedad implicó, para "el campo", trasladarle la discusión a "su ámbito". No se politizó a la clase media: se "clasemedió" la política. Se llevó la discusión política a los términos en los que discuten los personajes de las tiras de Adrián Suar. Se "costumbrizó" el discurso político. Cambiamos los triángulos amorosos y las jovencitas con amnesia, por un matrimonio villano dispuesto a conquistar un país. Tenemos el héroe en desgracia, feo, campechano y torpe; la iluminada que sabía lo que estaba por pasar pero todos consideraban loca; y el mayordomo pelotudo con un nombre extraño, que uno suponía un cuatro de copas y que es elevado al rango de estrella ante la escasez de ideas de los guionistas para generar algo interesante.

No deben soprender, entonces, los términos en los que Buzzi rompe con De Ángeli.

Los huevos hinchados.

Un gran título para el principio del fin de una novela que pide a gritos que la levanten.

8 comentarios:

Martin CPS dijo...

Certero análisis que nos enfrenta a la cotidiana pelea de comunicación con el grueso de nuestros interlocutores que, con convicción casi religiosa, toman por serias, elaboradas y concienzudas todas esas banalidades. Que hablan de todo con envidia y resentimiento, incluso de la corrupción. Uno nunca sabe pero intuye que las críticas a los corruptos se centra en lo que consiguieron y no en los métodos que usaron para ello. Reitero, un gran análisis.
Cordiales saludos.

Anónimo dijo...

SUBLIME EL ANÁLISIS, ESCENCIALMENTE EL FINAL expresa lo que más de uno estamos deseando en este momento.

ElRuso dijo...

Si, loco, que saquen el novelón de gauchos lagrimeantes de la programación, o que lo dejen para los domingos a la noche nomás.
Es un bodrio.
La de espias y valijas estaba mucho mejor escrita.

Lastima que vuelve a horario central el trhiler de la inseguridad, que la verdad que la hacen bien: la "gente" se está poniendo fascista.

En fin, que se venga la ley de radiodifusión asi podemos hacer zapping con "UCR TV"
http://elmagma.blogspot.com/2009/03/ley-de-radiodifusion-agarrate-catalina.html

Anónimo dijo...

jaja no me encanto lo de "¿me siguen?"

Tito Rosé dijo...

Brillante sintesis.Se agradece

Dos dijo...

Estos gorilas vintage (?) le llaman caja al Estado.
Son los mismos que gritaban en la "Pza del Si".
Avise cuando estrenen la opereta que quiero ir a tirar huevos a la puerta (?)

Emilio dijo...

Bueno blog, saludos.

FERNANDO LUIS dijo...

Lo que decis es indudable, es todo un culebron de cuarta, y lo mas gracioso es que para la seudo izquierd clasemediera es "tierra y libertad"
Dicen que la Ripoll se quedo esperando el tren precintado de Dangeli con una pancarta que decia "paz pan y tierra"