Lanata y Mazinger: la tribu de los E.G.O`s

Jorge está triste.

A Jorge ya no lo quieren los que antes lo querían. Jorge se da cuenta. Pero Jorge ya no es dueño de sí mismo.

Jorge ha sido invadido por unos tipitos que sobrevuelan por las cúspides del éxito pasajero. La tribu de tipitos se llama E.G.O. A Jorge la navecita de los E.G.O`s se le metió en la cabeza, y desde allí lo conducen: Jorge es como Mazinger, una estructura grandota conducida por un pequeño tipito llamado E.G.O. Jorge ya no piensa por él mismo, todo lo que hace, dice, emprende, fracasa, es responsabilidad de ese tipito que estacionó en su cabeza.

Los E.G.O`s se alimentan especialmente del Pasado, una planta que crece en la memoria, y que a medida que pasa el tiempo se vuelve más y más grande. Por ejemplo, si uno estuvo en la fundación de un buen proyecto, a medida que el tiempo pasa, la memoria empieza a decirle interiormente que ese proyecto era él solo: Página/12 éramos Yo+10, supongamos. Entonces la planta Pasado crece intempestivamente, y alimenta el E.G.O hasta límites preocupantes. El E.G.O y el Pasado son simbiontes, forman parte de un proceso de retroalimentación: a medida que el E.G.O crece, la planta Pasado se vuelve más grande, nutritiva y bella. Hay momentos en los que esta retroalimentación, de todas maneras, colapsa: la Pasado crece de una manera tan escandalosa que ocupa todo el espacio disponible y ya no hay lugar para otra cosa. Eso se llama Melancolitis: una patología que ocurre cuando se exagera la importancia del Pasado, y en vez de comérselo para revitalizar las fuerzas de lo contemporáneo, se la vive contemplando en su belleza. Lo raro de esta patología es lo siguiente: el E.G.O interior se muere, pero el sujeto portante no se da cuenta de lo ocurrido. Por lo tanto, sigue actuando de acuerdo a los designios que supone de su E.G.O, mostrando a los demás todos los méritos propios que ha conseguido.

El E.G.O que vive en la cabeza de Jorge ha muerto, fruto del rápido crecimiento de su adoración a la planta Pasado. Antes de morir, su E.G.O lo ha llevado por un camino al que Jorge estaba dispuesto a ir de todas maneras. Pero E.G.O aceleró los tiempos y llevó corriendo a Jorge hasta Soberbiah, tierra de los E.G.O`s. Una vez en Soberbiah, Jorge cayó en una Melancolitis crónica, su E.G.O murió pero él siguió actuando de la misma manera. Escribió sus pensamientos en un diario que copiaba todos los días para que el mundo lo viera, y a nadie le importaba. Cuando tomó nota de ello, se subió arriba de unos tablones y comenzó a gritar lo que le parecía acerca de las cosas que pasaban. Y cada vez le importaba menos a todos. Algunos que le avisaron que su E.G.O había muerto fueron insultados por el propio Jorge.

La Melancolitis de Pasado, de la que ya no puede alimentarse, lo llevó a escenas patéticas últimamente. El lunes, se fue de una entrega de premios porque no lo dejaron fumar. Jorge dice que alimentar a su E.G.O de tabaco es mucho más importante que cualquier otro imbécil. Hace rato que Jorge cree que su E.G.O está por encima de cualquier cosa. Como al rey desnudo, los que lo ven no se animan a decirle que su E.G.O ha muerto.

Jorge corrió tan rápido hacia Soberbiah que olvidó leer el cartel que le informaba que hay pueblos de los que no se sale nunca.