"Mucho se ha discutido sobre “la solución” al conflicto. Solucionar, sabemos, no siempre implica ceder ante las partes demandantes. Solucionar puede implicar, por ejemplo, un golpe de agenda: que se muera Tinelli, graficaron por aquí. En estos momentos, si el conductor goza de buena salud, la posibilidad de que el tema deje de tratarse parece lejana: no se notan esfuerzos en ese sentido, y, aunque existiesen, no será de un día para otro que “el campo” deje de ganar lugares en la primera plana. Los productores “se desvirgaron”: le encontraron el gustito a las rutas. Las bases desbordan a la dirigencia, y es una clave del conflicto: el carácter basista de una organización, siempre, expande el maximalismo de las reivindicaciones. A esta altura, en este nivel de expresión del conflicto, la solución más viable parece ser un golpe de agenda, pero dentro del mismo conflicto. Que se empiece a discutir otra cosa sobre la misma cosa. Hasta ahora, esa parece la estrategia del Gobierno ante cada argumento del campo, pero la estocada final implicaría movilizar recursos institucionales y políticos que hasta ahora parecen congelados."
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