15/5/08

De setentas, excusas y guerras

Hubo varias. Pero la victoria, la ideológica, más actual de la dictadura es la de “la guerra”. La de establecer, a posteriori, que en los ´70 hubo una guerra, con los dos bandos, igualmente organizados, armados de la misma forma, dotados de la misma legitimidad y por lo tanto recursos, deberes y obligaciones, con la posibilidad real de que cualquiera de los dos llegara, finalmente, a tomar el poder. Aunque unos ya estaban. Aunque los otros estaban tan lejos (aunque ese error de cálculo les haya costado a tantos la vida). Pareciera como si “cada día cantaran mejor”, los Montoneros, el ERP, “las organizaciones armadas” (porque, además, todo lo que hicieron fue, dicen, tomar las armas): digo, parece, con cada día que pasa, con cada pequeña victoria de la dictadura, que la juventud maravillosa se acerca un poquito más al poder. Cada vez la construcción del relato los pone más cerca de algo que tuvieron tan lejos en el momento que hubiese sido más útil -como mínimo, para ellos-: el poder, el Estado, la posibilidad de tomarlo o de destruirlo, o de tomarlo para destruirlo.


En su momento -nunca hubo un momento que parecía tan de alguien-, la dictadura les negó el rol de fuerzas beligerantes: sino el trámite era mucho más engorroso, sino la idea de inestabilidad podía perjudicar la confianza del capital financiero en el país. Además, tendrían que respetar una cantidad de derechos: los setentas no eran así. Las cosas habían que hacerse rápido: las reformas del modelo económico necesitaban otro tipo de escenario. No se podía torturar a un soldado enemigo, porque entonces había que respetar las convenciones, y no se los podría torturar. Había que torturar para seguir acelerando los trámites: para extirpar a los otros elementos marxistas. Pero también para humillarlos, para negarles el rol de fuerzas beligerantes. El mismo rol que, hoy, ideológicamente, han instalado. Porque ahora sí. Ahora sí fueron fuerzas armadas revolucionarias. Con el paso del tiempo, cuando fue necesario escudarse en algo, entonces, sí, hubo una guerra.


La violencia política fue una opción. Yo no sé en el momento cuántas otras habían. Chile era un gran modelo de que la vía democrática-pacífica al socialismo no iba a funcionar: estaba claro quiénes no la iban a dejar funcionar. No sé cuánto tuvo que ver el golpe en Argentina con que hayan habido organizaciones armadas. Me parece que le dieron la excusa perfecta, y en eso las agrupaciones de la época siempre fallaron: fueron la excusa para todas las cosas que, irremediablemente, iban a pasar. Mataron a Rucci una semana después de que Perón volviera a Argentina y le dieron el escenario perfecto para la derechización del movimiento. Pero la derechización ya existía: tarde o temprano, a los jóvenes imberbes había que echarlos de la Plaza. El golpe militar era una consecuencia inevitable si querían cambiar el modelo de desarrollo implantado en el ´45. Los intentos de Onganía y Rojas habían sido demasiado tímidos. Las organizaciones armadas dieron, otra vez, la excusa perfecta para teñir de proceso de reorganización a la implementación de un modelo social y político que perdura hasta hoy. La idea de “guerra” siempre fue funcional: las crisis, sabemos, son el momento ideal para aplicar reformas estructurales.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

el presente es hijo del pasado, y jamas hay que olvidarse de los parientes.

Anónimo dijo...

hola, vengo del blog de Blus porque me encantó tu nick. muy buen post, en serio. tengo 21 años pero mis viejos, que también son re jóvenes, se aseguraron de que me instruya en todo lo que pasó. es un tema que todavía nos resulta muy difícil no? =) beso
(ni te digo que pasés por mi blog porque es una porquería tipo chiste)

Unknown dijo...

Ai qué lindo nick, pero qué lindo cheee!!!

Anónimo dijo...

No me parece que lo que hoy tenemos es producto de lo que se instauró desde la época de Onganía como Ud. menciona. Pero si fuera así creo seriamente que es mucho mejor a que se hubiera instaurado un régimen militar socialista como hubo en Rumania; Checoeslovaquia; República Democrática Alemana; Yugoeslavia (países que conocí y que por suerte para sus habitantes ya no existen) o que persisten hoy en día como Cuba; Corea del Norte y China y ni mencionar Venezuela o algunos países de Africa que son simplemente patéticos. Señor, si Ud. escribe lo que escribe para provocar alguna reacción en la gente y así entablar un debate divertido lo entiendo, pero si realmente cree lo que dice Ud. tiene un problema grave. Espero por el bien de su integridad moral que sea lo promero.

Tomás dijo...

O sea...si alguien piensa diferente a tus verdades absolutas "está en un problema".

Comprendido, mi Sargento.