28/4/08

Aflojá con el doble sentido

SIGUE PRESO EN MARCOS PAZ

Patti apelará su desafuero ante la Corte Suprema

"Está mal desaforado. Por eso vamos a la Corte, no porque somos picaneros, sino porque otra vez se viola la Constitución", dijo su abogado. NOTA COMPLETA


Te vas a pudrir en la cárcel hijo de puta por asesino y por cobarde. Llámenle justicia o venganza: pero yo me voy a dormir con una sonrisa sabiendo que un hijo de puta más no camina por la calle.

26/4/08

El preguntón

Hace unos días tuve la desgracia de ver el programa de Pergolini, y hacían un chiste re divertido, una chiquita rubia de ojos celestes insoportable que miraba a cámara y, sin que los adultos la escucharan, se hacía preguntas de sentido común sobre la realidad social y política, y todos nos sentíamos acongojados porque una niña era más centrada que cualquier adulto.


Si la ven por ahí, pregúntenle esto, o sino pregúntenselo ustedes mismos:


¿Por qué estar a favor de las retenciones o de cualquier medida del gobierno te convierte automáticamente en un corrupto-autoritario, amigo de De Vido, Moreno, Moyano, D´Elía, mientras que atacar cualquier medida te cubre de un manto de bondad impenetrable, de defensa volteriana de las libertades civiles y, en cambio, no te convierte en Carrió, Miguenz, en Buzzi, en Patti, en Chechu Pando?


¿Por qué es tan sencillo decir “el Gobierno polariza a la sociedad”?, digo, ¿nadie va a decir que dentro del régimen capitalista la sociedad está inherentemente dividida por una diferencia fundamental y fundacional?, ¿por qué decir esto enseguida trae una lluvia de calificativos que empiezan con “marxista” y terminan en “tenés una ideología que mató a millones de tipos”?, ¿por qué resulta tan obvio que “el marxismo mató millones de tipos” y que una persona cada cinco segundos se muera por hambre no es “una muerte de la ideología liberal”, sino, incluso, “un triunfo de la libertad”?, ¿en qué parte de "El Capital" dice: "para hacer la revolución hay que matar millones de tipos"?, ¿por qué si la Unión Soviética es el marxismo, la Inquisición no es la Iglesia?, ¿se acusa a un cura de tener una ideología que mató miles de millones de tipos?


¿Por qué decir algunas cosas es tener una ideología y otras es sentido común?, ¿quién carajo dijo que el sentido común tiene razón?, ¿por qué cagarse a trompadas en una plaza es violento y fascista, y resistir un corte de ruta con doce motosierras es una acto de valentía y dignidad?, ¿qué carajo es dignidad?, ¿por qué hablan de paro histórico o de lock-out si siguieron cosechando, o sea, produciendo?, ¿no se parece más a una toma de rehenes?


¿Por qué si torturás a un tipo pero desaparecés bien las pruebas, después podés asumir como diputado?, ¿por qué carajo sos tan imbécil de votar a un torturador confeso?, ¿porque te da seguridad?, ¿qué es seguridad?, ¿no te parece que si le preguntabas al tipo de la oficina 120 de las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001 a las ocho de la mañana, no te iba a decir que sí, que se sentía seguro?


¿Por qué un periodista puede decir la barbaridad que se le ocurre en el momento, sin apostar capital político o económico en sus dichos, total después puede decir que se equivocó y listo?, ¿por qué opinar sobre el periodismo es perseguirlo?, ¿eso no es fascismo?, ¿cómo podría hablar Clarín contra la concentración de la tierra si el Grupo Clarín concentra el 40% de la distribución de la información?, ¿TN: Periodismo Independiente, no es publicidad falsa?, ¿no puedo llamar a Atención al Consumidor para decir que Bonelli me estafa?


¿Por qué un gobierno democrático elegido de acuerdo a las formalidades debe sentarse a negociar con cuatro entidades que no representan ni a todos los productores ni a nadie más, bajo la amenaza de volver a las rutas?, ¿no son ustedes, la derecha, los que piden no negociar, por ejemplo, con el terorrismo porque se negocia bajo condiciones de amenaza?, ¿por qué en democracia un gobierno debe negociar con una pistola en la cabeza?

25/4/08

Aquellos buenos viejos tiempos

un ministro es un ministro obediencia debida de vida un fusible el repasador a quemar cuando las papas queman vos no fuiste la excepción cuando las papas quemaron te usaron de trapo porque un ministro es un ministro sos un fusible te terminaron de cambiar y te quemaron o te terminaron de quemar y te cambiaron


vuelve la ortodoxia parece que ya es un hecho que vuelve la ortodoxia profundizan la ortodoxia y ahora la inflación ojo con la inflación porque esto ya no se sostiene y que esto no lo entiendan como una concesión a la derecha que se encolumna tras el campo y las cacerolas lo que pasa es que las críticas ya no se pueden hacer adentro como exige una verdadera orga porque ya no hay un adentro porque el adentro tampoco parece permitir demasiadas disidencias sino pregúntenle al ministro al fusible al trapo para cuando las papas queman


ahora van a decir que es por este paper que publicaste que vos eras la ortodoxia pero todos sabemos que tu problema era moreno tu problema era kirchnernéstor tu problema fue que vos eras un ministro que no decidía y ahora te preguntás si no te pusieron por tu cara de joven por ese prejucio de que el-zorro-sabe-más-por-viejo-que-por-zorro y tu problema fue que sos el fusible uno de los fusibles que pidió el campo para no cortar la luz


ahora ya no me dan ganas de defenderlos de las corridas por derecha porque si fuiste un fusible quiere decir que casi toda la política económica era un fusible y aunque me da miedo siempre me da miedo que la derecha use cualquier debilidad para instalar otro modelo pero tengo que poder criticar sin temor a las concesiones tengo que poder decir que todavía esperamos la redistribución que prometieron tengo que poder decir que es hora de establizar el indec tengo que decir que es hora de un acuerdo de precios con los supermercados que es hora de otra discusión sobre los salarios...y ahí tu paper pifia martín pero te perdono


pero no se cuelguen de estos ustedes señores de la derecha no se cuelguen de nuestras críticas para creer que van ganando que esto en realidad sí fue una victoria de ustedes pero no me gusta ver a carrió nunca me gusta verla pero menos me gusta verla alegre del desgaste de otro gobierno me das mucho miedo carrió tiemblo con verte algún día tomando el bastón presidencial y tiemblo con tu discurso del parto del contrato moral le tengo miedo porque no lo entiendo


no te agarres vos tampoco deangelis hombredelasmotosierras no te agarres vos tampoco buzzi no empecés a jactarte que te volteaste un ministro como te jactaste de desabastecer una ciudad entera no te jactés vos miguenz de que si vos no negociás con él no existe y lo ninguneás y que te niguneé la eseerrea es el paso previo a que te echen en contexto de conflicto como si te sentaras a hablar en un bar y la mina dijera ay que ganas de charlar con alguien interesante


chau martín nosotros te bancabamos se viene la ortodoxia nomás para frenar la inflación ojalá nos equivoquemos pero esto es un péndulo populismo ajuste populismo ajuste populismo...

24/4/08

Hay días que me levanto contrafáctico...

ENTREVISTA EXCLUSIVA DE CRÍTICA DE LA ARGENTINA

Alfredo De Angeli: "Estábamos armados para resistir"

El dirigente rural entrerriano admitió que tenían escopetas y carabinas para enfrentar a los hombres de Moyano.

"...como pensamos que podían venir y quemarnos las camionetas pusimos todo de un lado del arroyo y ellos tenían que cruzar el puente. Esa noche sobraba el coraje porque abundaba la razón. Hasta diez o doce motosierras habían llevado por si venían más pesados" NOTA COMPLETA

Jason también está con el campo


¿Y si todo esto lo hubiese dicho D´Elía, o cualquier tipo de un movimiento de desocupados?


22/4/08

Intervenir o no intervenir: ese es el dilema

En un post anterior, yo decía que había que analizar la forma en la que surgen los estados, su desarrollo histórico: eran puros divagues, quizás, pero hoy me sirve de base para el análisis más concreto. Hablando de las retenciones, algunos trajeron el ejemplo de Brasil y Uruguay. Y, pensando en ello, se me ocurrió por qué, en realidad, no son necesarias en esos países, y por qué, en definitiva, estoy a favor de su aplicación en este contexto.

Brasil y Uruguay, se argumenta, no aplican retenciones y, sin embargo, están creciendo sin inflación. Esa es, obviamente, una parte de la realidad: la otra está en su historia más reciente. Esa es una fotografía, yo quiero ver el video entero de cómo llegaron hasta ahí. Específicamente, quiero mirar el video que muestre la dinámica de reforma del Estado de fines de los ochenta y principios de los noventa, luego de la crisis del proceso de industrialización por sustitución de importaciones (ISI: producir adentro lo que antes se traía de afuera). En Brasil y en Uruguay se dieron reformas del Estado. En Argentina, en cambio, hubo desgüace del Estado: no lo modificaron, lo desmantelaron, le quitaron capacidades.


Los motivos para esta diferencia son varios, la morfología política y social de cada país influye mucho: América Latina no es un cacho de tierra homogénea. Pero, básicamente, la estructura institucional brasileña es un obstáculo casi inquebrantable para desarrollar reformas de ese tipo. Brasil mantiene un federalismo acérrimo que muchas veces condiciona la capacidad del gobierno central de mantener un curso unidireccional de políticas. La política brasileña es coalicional, y esas coaliciones deben estar sostenidas en la representación de los intereses múltiples que alberga la arena política del Brasil. Esos fueron los obstáculos, entre otros, que impidieron el desgüace del Estado brasilero en favor de una reforma, al menos, más gradualista. De ahí que todavía conserve capacidades, herramientas de política económica que el Estado argentino perdió durante los años noventa.


En Uruguay, quizás, la cosa fue diferente. Aquí no hubo estructura institucional, sino un imaginario social que mantuvo y mantiene la idea del Estado benefactor, junto a una clase política que defiende la idea del Estado interventor. Y ese imaginario social se pudo ver expresado en herramientas de democracia directa que Uruguay aplica como nadie (por su tamaño, quizás): consultas populares y referéndums. Uruguay no quiso desarmar el Estado, quitarle los atributos por una cuestión casi de principios. El rol del Estado, si fue discutido, nunca fue ninguneado.


Argentina vivió la crisis hiperinflacionaria como un trauma imborrable. Argentina vio la crisis cara a cara (a diferencia de los otros dos países) y ese temor fue la base sobre la cual se legitimaron las reformas de Menem. Estabilizar ese avión que caía en picada fue su mérito: de ahí en más, sino querían volver a caer, todas las reformas que propusieran eran legítimas. Y, sobre todo, hubo que machacar constantemente que todos los problemas tenían que ver con la ineficiencia del Estado como empresario: que las empresas del Estado daban pérdidas porque el Estado no podía ni sabía administrar. Fundamental fue el rol, en este caso, de los medios de comunicación: fundamental fue el rol de Neustadt, diciendole a Doña Rosa que sus teléfonos no andaban y que no andaban por culpa del Estado, y que como el teléfono no andaba bien había que privatizar todos los servicios y ya no sólo los teléfonos. Porque quizás, objetivamente, los teléfonos andaban mal: lo que era una construcción absolutamente ideológica era que la única salida era privatizar los servicios, achicar el Estado. Y esa postura ideológica fue presentada como la única solución: y, así, porque los teléfonos andaban mal, se privatizaron hasta empresas, como Aerolíneas, que eran superavitarias.


Yo no me canso de decirlo. Hay miles de cosas que este gobierno (el anterior y éste) hace mal: nos desencantamos del kirchnerismo cuando se la jugó por la estructura pejotista de los intendentes del Conurbano. Cuando empezó a tragar sapos que había amagado con escupir. Pero ahora se está discutiendo, me parece, otra cosa: se está intentando recuperar para el Estado las herramientas de política económica que se habían perdido durante los años previos. Es un debate sobre la capacidad intervencionista del Estado. En esta nueva circunstancia, por el carácter inherente a la política, van a surgir tensiones con los intereses que se vean afectados: por eso el campo se queja ahora, que la intervención lo afecta, y no cuando se modificó la política cambiaria en su favor, o cuando se subsidia el gasoil (el subsidio, recordemos, es el fantasma contra el que la derecha pelea todo el tiempo cuando se trata de planes sociales, y jamás cuando el subsidiado es una empresa o un campo). Estoy a favor de las retenciones como herramienta recuperada de intervención estatal, porque reconozco que no es un elemento redistributivo inmediato, y una forma de frenar la inflación muy a corto plazo. Pero también estoy convencido de que “la mano invisible” (que, si se hizo pasar como tal, en realidad tuvo nombre y apellido, porque el mercado abandonado a la deriva es, en realidad, un oligopolio) fracasó.


Brasil no crece por abandonar la intervención, sino porque tiene políticas de Estado y, sobre todo, porque tiene un Estado que interviene. No es casual, no fue casual, que mientras nosotros entregamos el petróleo a Repsol-YPF y nos perdamos del barril a 117$, al Estado brasilero le pasó esto. Y no fue casual: no se les cayó la pelota en el mar y encontraron 500 millones de barriles de petróleo. No. Conservaron capacidades estatales. Y la lucha por las retenciones es la lucha por recuperarlas.


21/4/08

Esto es trabajo para D´Elía

...y entonces bajo en la estación de subte, y al lado mío baja un pelotudo, con la cabeza rapada y una esvástica dibujada en la campera de jean. Cinco minutos después bajan unos pibes de una agrupación que estaban en la marcha, y uno grita: “¡un nazi!”. Y lo cagan a palos. Si querés hablamos de la no-violencia y todo lo que quieras...pero hay veces que cagar a trompadas a alguien está muy justificado.


Esto me pasó, hace dos semanas, más o menos. Y la verdad que mi reacción fue esa: jodete por imbécil. La verdad, te merecías que te re caguen a trompadas. Una señora con voz angustiosa preguntó: ¿pero qué hacen?...nada señora...es un nazi. Tenía razón quien le contestó: ¿qué hacer con un nazi?, ¿explicarle, mostrarle la historia? No sé, no encuentro muchos argumentos para defender que lo hayan cagado a trompadas: lo único que me queda fue el sentimiento interior que me decía: “está bien, se lo merece”.


Yo no puedo discutir con un nazi. No puedo explicarle nada, no puedo escuchar las respuestas mecánicas del “sionismo internacional”, sin que me den ganas de agarrar un palo y abrirle la cabeza hasta ver el cerebro completamente lavado. Para mi un nazi es un ignorante, un imbécil, un muchachito con problemas, un adolescente eterno que busca diferenciarse de papá y entonces juega a ser anti sistema (y no lo es: porque para estar en contra de algo hay que entenderlo, y un nazi leyó, con suerte, un libro: esa mierda intragable de “Mi Lucha”).


Ayer hubo un recital para festejar el nacimiento de Hitler*. Me van a bardear mucho, pero hubiera dado guita para que los compañeros del Evita y la FTV se hagan una panzada. (¿No se imaginan una D´Elía-señal para llamar al gordo cuando se juntan pelotudos como estos?).


PD: los movimientos neonazis, ahora sí en un análisis más político, son los que marchan junto a Memoria Completa, la organización dirigida por Cecilia Pando a favor de la última dictadura militar genocida.


* Puse el link del Diario Crítica de Lanata porque los comentarios “a favor de la libre expresión” del antisemitismo son increíbles. Para que te plantees a quién le estás hablando Lanata.

19/4/08

Vaca...yendo la ficha

A ver. Para hacerlo lo más simple posible, voy a relatar los hechos de la manera "más objetiva" (aunque eso no exista) que me salga.


Este señor se llama José Antonio Aranda. Es el presidente de la Asociación Braford Argentina, una yunta de señores que se dedican a exportar vacas de raza Braford.

La Asociación Bradford sacó en EL DIARIO CLARÍN (recuerden este dato: Diario Clarin) el siguiente comunicado:



Hasta ahí, nada raro: un señor que cría vacas para vender afuera se asusta por lo que pasó con la soja -pongámosle- e inmediatamente declara su solidaridad y la unidad corporativa del sector agropecuario.

Este ¿otro? señor se llama José Antonio Aranda y es uno de los cuatro accionistas más importantes del Grupo Clarín (al que pertenece, efectivamente, EL DIARIO CLARÍN, donde se publicó la solicitada). Y es el mismo Aranda de la Braford.

¿No hace un poquito de ruido?

A mí sí. A mí me parece que la objetividad del periodismo se trata de eso: de decir por qué se defiende lo que se defiende. Que Clarín no me diga que son prensa independiente, que no me digan que el periodismo es un reflejo de "lo que pasa en la sociedad", porque eso es pura basura. Que me digan: sí, tenemos acciones en el campo, y entonces vamos a apoyar la extorsión del sector agropecuario porque nosotros pertenecemos al mismo. Y que no salten a decir que es un ataque a la libertad de prensa el hecho de observar la composición de los medios: yo creo que, por obligación, todos los diarios deberían tener en letra tamaño 50 y en primera página el nombre de cada uno de sus accionistas y los negocios y empresas a los que pertenecen. Eso, sí, es lo más cercano a la objetividad.

(Ahora tomó un poquito de fama por el conflicto Clarín-Crítica, en el cual se acusa a Papel Prensa de contaminación, y Aranda agredió a un fotógrafo de Crítica que intentaba retratarlo. Pero, en general, es un personaje desconcido: por ejemplo, la cara de Magnetto, otro de los accionistas, no puede mostrarse en los medios a pesar de ser uno de los cuatro accionistas más importantes del Grupo Clarín, el grupo de multimedios que controla más del 40% de la difusión de la información en el país

17/4/08

Y...si suben las retenciones, hay que abaratar la mano de obra

Abril 17 de 2008

Descubren caso de esclavitud en Argentina en el que están involucrados niños bolivianos

"Autoridades de ese país detuvieron al responsable de una granja de la provincia de Buenos Aires en la que unas 30 personas, entre ellas varios menores, trabajaban en condiciones de esclavitud.

La granja se encuentra en la localidad de Capilla del Señor, a unos 100 kilómetros de la capital argentina, y en ella se halló a niños de 4, 6 y 10 años.

El fiscal añadió que: "la jornada laboral era de 7 a.m. a 9 p.m. y a partir de esa hora los propietarios de la granja electrificaban el cerco para que nadie saliera".

BUENOS AIRES (Efe) " NOTA COMPLETA.


Ahí tienen a la reserva moral de la Patria. ¿Y?, ¿seguís apoyando a "los pequeños productores"?

14/4/08

La Sirvienta Ideal

En una suerte de debate acerca de las retenciones, las cosas se van más allá y alguien me acusa de apología del subjetivismo, de desconocer la historia de la estatalidad, y, además, de desconocer la naturaleza humana. Creo, justamente, que las tres acusaciones juntas son contradictorias: que conocer la historia de la estatalidad es, contrariamente, el primer paso para una apología del subjetivismo y, en consecuencia, el alumbramiento que enceguece cualquier acercamiento objetivo a la idea de “naturaleza humana”.


El tipo afirma que “la ganancia extraordinaria” es una noción subjetiva implantada por el Gobierno: a mí me parece que tiene razón, pero que le faltó agregar: toda afirmación del Estado es una conceptualización subjetiva. Y que así como hoy habla de “ganancia extraordinaria” ya habló de “delincuentes” y “normales”: puro subjetivismo. La construcción del sujeto de la delincuencia es una consecuencia de azares históricos, y lo que nos sale tan natural, decir quién está desviado y quién no, no es sino el fruto de una construcción histórica.


Es una característica que no ha sido demasiado resaltada, porque así lo requiere la característica, pero lo que mejor ha hecho la burguesía es esconder la Historia (“lo mejor”, no en un sentido moral, sino de eficacia): lograr que cada uno de los conceptos sobre los que se fundamenta -la naturaleza humana, la moral, el bien y el mal- aparezcan como objetivamente dados: hay Estado porque así lo requiere la naturaleza humana. Y entonces no cabe preguntarse qué es la naturaleza humana, porque es lo que hace que necesitemos un Estado. Y así, tautológicamente redefiniendose, la burguesía ocultó durante siglos que, tras cada una de sus construcciones, había una historia: y por eso siempre la condena social a sus genealogistas (ver, sino, el desprecio por las obras genealógicas de Nietzche y Foucault). Roland Barthes, en Mitologías, decía que “la historia se evapora, es una especie de sirvienta ideal: prepara, aporta, dispone, y cuando el patrón llega, desaparece silenciosamente”.


Las cosas fueron de una manera: la burguesía le ganó la lucha al oscurantismo del Medioevo, y a la fuerza de Dios había que oponerle la legitimidad del hombre: había que crear un fundamento universal, una visión compartida. Es en esa historización -que conviene profundizar y no quedarse con tres líneas estúpidas- que se descubre la contingencia: la noción de que fue así pero que pudo ser de otra manera, y que por lo tanto las “verdades objetivas” penden del hilo de los procesos históricos que lo sostienen.


Y me parece una visión mucho más esperanzadora de la Humanidad, porque se funda en la necesidad de construir un sujeto mucho más plural. El sujeto deconstruído de Nietzche me parece más un desafío que un nihilismo negativo o un subjetivismo relativista capaz de permitir cualquier cosa: la lectura de la historia siempre arroja la sensación de que, en realidad, mientras menos y más “objetivos” fundamentos tenía algo (“la evolución racial” para el nazismo, supongamos), mucho mayor era el grado de violencia con el que se desenvolvía: el germen del totalitarismo es el fundamento único. Sobre todo, porque esa violencia se vuelve legítima en términos absolutos..."objetivos".

Si no hay fundamentos, ¿desde dónde criticar? Pues bien, creo que sería mucho más interesante la crítica que pueda venir desde diversas perspectivas. Se me ocurre que hay un espacio de libertad mucho más amplio dentro de esta visión “subjetivista”, que en aquellos sistemas-procesos-estructuras que ya han arribado a fundamentos últimos que terminan con cualquiera capacidad crítica: ¿qué hay que criticar si ya sabemos cuál es la naturaleza humana y lo único que importa es evolucionar hacia ella? (el nazismo podría ser, digo, simplemente el acelerador evolutivo hacia un fundamento dado de ideal de naturaleza humana).


De ahí, de esa importancia de la crítica, surge la necesidad de una genealogía de la historia, nietzcheana, foucaultiana, que desnude los procesos de objetivación por los cuales las cosas aparecen ante nosotros como naturalmente dadas: la genealogía de la historia consiste en entrar en el cuarto antes de que la Sirvienta Ideal lo haya arreglado, para borrar las huellas de lo que allí fue construído y darnos, así, la idea ilusoria de que todo es producto de la evolución natural de las cosas.

10/4/08

Hoy a las 19, bocinazo de BMW´s

Hoy a las 19, llevá tu BMW a la puerta del Congreso Nacional, donde nos reuniremos junto a otros damnificados con el objetivo de repudiar la medida salvaje e insoportablemente intervencionista del Estado argentino de aplicar una alícuota del 10% a los vehículos que cuestan más de $140.000 (31/12/07) . Creemos que esta es una medida estalinista, absolutamente confiscatoria, destinada a discriminar a las capas productivas de la sociedad que invierten en el futuro del país, y que solamente aprovechan a darse el gustito de un buen vehículo. El derroche de capital que podría ser productivo y se despilfarra en bienes de lujo es un derecho asegurado por la Constitución y no es ni más ni menos importante que el derecho de los demás.

Además de repudiar la soberbia extractiva del Estado, protestaremos al ritmo de las bocinas y las cacerolas por la cancelación de la devolución del IVA para compras con tarjeta de crédito, considerando una medida discriminatoria para quienes no llevamos efectivo encima por culpa de la situación de inseguridad provocada por la valorización de los derechos de los negros cabeza y/o delincuentes.

Reenvia este mail y mensaje de texto a todas las personas de bien, para marchar en un cacerolazo espontáneo contra la Soberbia Nacional.

¡Viva la Libertad, Carajo! ¡Por La Segunda Libertadora!

9/4/08

¿Adónde están, que no se ven...


...las cacerolas de Callao y Santa Fé?

¿Para defender la rentabilidad del campo sí, y para repudiar el ingreso de un torturador al Congreso no?

6/4/08

¿Y a vos quién te manda?

Probablemente es lo que más se le discuta al Gobierno y lo que mejor me parece que hace, y que hizo el anterior. Discutir con la prensa, y sobre la prensa, me parece una herramienta fundamental de democracia, sobre todo cuando lo que se conoce bajo el rótulo de “prensa” son, acaso, cinco diarios, cuatro canales de televisión, en definitiva, empresas de multimedios. Empresas que, como tales, obedecen una lógica racional de maximización de beneficios: rentabilidad, que le dicen.


Me parece que el que se vayan todos del 2001 también iba para los periodistas y ninguno se hizo cargo: al contrario, se embanderaron tras él y lo apuntaron hacia la clase política. Creo que el periodismo, esta versión empresarial digo, es una apuesta segura: no se juegan ni el trabajo, ni el prestigio, ni la credibilidad. Desde el púlpito de la libertad de prensa, cualquiera puede decir cualquier cosa sin sufrir ningún costo por el error, intencionado o no. Vale publicar una foto de un tipo parecido a Máximo Kirchner en la tapa de una revista y decir que era el hijo del Presidente sin serlo; vale hablar de la bipolaridad de Cristina Kirchner sin fundamentos; vale todo, cuando la publicidad oficial no llega -un error, tal vez, del Gobierno- realmente vale todo. Vale aclarar desde los noticieros el color de piel de los “manifestantes” de las cacerolas: eso no es discriminación sino información, descripción “objetiva”, libertad de prensa.


- D´Elia, ¿por qué vino acá? -pregunta el reportero.


- ¿A usted quién lo manda?

- A mí no me manda nadie, solamente queremos saber -responde.


Es un absurdo. El periodista no está ahí porque quiere saber sino, efectivamente como dice el Demonio de Camisa Negra, porque lo mandan. Pero no lo puede decir: sería como poner un cartel en una fábrica que diga “sonría, proletario, usted está siendo explotado para extrarle su plusvalía”. Así como el capitalismo encuentra sus formas fetichistas bajo las cuales esconde su verdadera esencia, así el periodismo empresarial debe mantener todo el tiempo la imagen, falsa, de la independencia. Y ese ocultamiento pasa por proclamar, todo el tiempo, que las noticias son cosas neutras que ocurren, y que no tienen que ver con la construcción, y que esa construcción no es parte de una línea editorial vinculada a los intereses de los accionistas de las empresas de medios. Nadie se olvida los titulares nefastos de Clarín cuando se acusó a Herrera de Noble de apropiación ilegal de menores.


No se puede hablar de la prensa sin ser fascista, y luego acusan de paranoia al Gobierno, cuando en realidad la clase política siempre está en tela de juicio y el periodismo es el mismo desde hace treinta años. No me trago la idea de Lanata de que no hay periodismo político en la televisión por persecusión del gobierno: no hay periodismo porque la televisión encontró rentabilidad en el entretenimiento al menor costo posible, con eficacia inmediata en la obtención de la ganancia. Creo que el periodismo se debe una autocrítica pero verdadera, creo que hace falta hablar más de su rol, creo en la propuesta de un observatorio de medios que controle las burradas, no para sancionar cuando se opina distinto, sino para sancionar cuando se cometen delitos, como discriminar, como decir una mentira para favorecer los intereses editoriales o como mostrar la imagen de una señora muerta, maniatada y violada a las siete de la tarde en un noticiero (como hicieron ustedes, Mónica Gutiérrez y Guillermo Andino, que después hablan de la violencia de los piqueteros). Y, la verdad, ni siquiera para que se los sancione: pero para que, aunque sea, recordemos, cuando señalan con el dedo a los piqueteros negros, quiénes son los que señalan, desde dónde nos hablan y por qué nos dicen lo que nos dicen.

3/4/08

Llenar la vida

Nos vamos a morir, y eso nos llena de angustia. Por eso escribimos, llenamos inútiles páginas de lo que creemos que debe ser la vida y por qué estamos en ella, pintamos cuadros y los observamos, tocamos instrumentos y vamos a lugares donde otros hagan música. Existe todo porque nos vamos a morir: la vida es un fetiche, el ocultamiento constante de una verdad que aterra. En ese ocultamiento, digo, está la felicidad y la tristeza, la agonía y el éxtasis: pero cuando ese telón se corre, a veces, nos encontramos con la muerte ajena y nos preguntamos, angustiantemente, por la propia.


No quedan, en la Tierra, muchas vidas como la que perdió Norberto Collado. Norberto nació en Cuba sabiendo que se iba a morir. Cuando descubrió eso, en ese lugar de la adolescencia que no tiene un número, Norberto decidió que había que llenar la vida. Llegaba la Segunda Guerra Mundial y Norberto se alistó en la Marina: eso, pelear una guerra por el futuro de la Humanidad, tenía que llenar una vida. Le gustaban los submarinos, y fue técnino de sonar para detectar e intentar hundir submarinos alemanes. En 1943, dicen las crónicas, Norberto Collado detectó lo que, luego sabría, era un submarino responsable de una cantidad enorme de desapariciones de buques en el Atlántico. Collado había detectado el U-Boat 176, el cuco que atormentaba el temple de varios generales de la Marina. Norberto Collado pensó, cuando la guerra terminó y lo condecoraron, que eso debía llenar una vida.


De regreso en Cuba, los días de Collado transcurrían en tranquilidad, y eso lo desesperaba. Entendió que lo que había que llenar, entonces, era una recipiente enorme que parecía insaciable, que no bastaba con pelear una guerra e irse a descansar: que la vida se llena a futuro, pensó Norberto. Comenzó a interesarse, luego de la Humanidad, por el futuro de su país y, así, conoció a Fidel Castro y a un grupo de combatientes que querían cambiar lo que él, suponía, había que cambiar.


En 1956, en unas condiciones totalmente diferentes a las de la década atrás -personales, históricas- Collado se encontraba frente al timón de un barco bautizado “Granma”. Le dio miedo, más que las turbulencias, esa valorización de la valentía por sobre la planificación: él, un metódico, abocado a una tarea a la que sólo lo unía haber estado en la Marina, alguna vez, en un intento por llenar su vida. Tras el arribo, heterodoxo, trágico, quizás delatado por alguien, Collado fue detenido hasta 1959, cuando sus compañeros de embarcación eran, ahora, el nuevo gobierno revolucionario. Tres años en prisión, pensó Collado, pueden vaciar hasta la vida de un hombre que peleó dos batallas por el futuro. Así que Norberto Collado se incorporó a la Marina Revolucionaria de Cuba para seguir en ese camino de ocultamiento de una verdad que abruma: la muerte, que tan cercana estuvo arriba de ese barco, pero que engendró vida.


En 1981 Norberto Collado fue designado como cuidador de una réplica de aquél bote que condujo. Durante estos años, dedicó a contar a quienes lo visitaban la historia de aquella epopeya. Ayer Norberto Collado terminó de descubrir la terrible verdad que hay tras aquél telón maravilloso que supo tejer y que se llama su vida. Y entendió que, a pesar de la angustia que genera morirse, vale la pena vivir la vida de esa manera para, el día que la muerte nos sonría, devolverle la mirada con orgullo, y entregarle una copa llena de luchas por el futuro. Norberto Collado comprendió, antes de morir, que la copa de la vida se llena viviendo para el futuro.


1/4/08

La legitimidad del choripán

Ninguna comida representa al peronismo como el choripán: es peyorativo, es el símbolo gastronómico de la noción que la derecha liberal asocia con el concepto de populismo. Y, sobre todo, el choripán es una consecuencia: la aceptación de un supuesto ideológico, la idea de que nadie se moviliza por convicciones políticas e ideológicas, que la apatía política le dejó el espacio público a lo que los medios denominan “el aparato”. Que el Movimiento Evita, que Libres del Sur, que la FTV no pueden marchar, que marchar marcha “la gente” espontáneamente, un ratito, reclamando por “la dignidad” (gente y dignidad: dos formas de no decir nada acerca de nadie).


Están ahí, en la Plaza, por el choripán y la coca”.

El peronismo marcha por las dádivas, por la retribución sólo económica: para el negro del conurbano, el choripán; para el Intendente que manda sus banderas, la obra pública que pueda repartir la Nación. El símbolo es el choripán, pero el símbolo se estira, es polisémico: dos pedazos de pan con el alimento que hoy falta -la carne- significan también la ignorancia. Que los que ocuparon hoy la Plaza de Mayo (yo estuve, un rato, y no sé por qué no escribí ocupamos: hay un punto donde no sé si fui a ser parte, o a decirles a los otros que no son ellos solos) estuvieron ahí por la prepotencia de un puntero que les promete comida por movilización. La derecha argentina definió así a una cosa mucho más grande que la movilización de hoy: definieron, alguna vez, al peronismo como una forma de gobierno populista en donde las masas se movilizaban para conseguir los beneficios que el gobierno repartiría. Es toda una declaración: las masas son una cosa amorfa, ignorante, incapaz de pensar políticamente, que se moviliza por el sustento diario.


Fuimos a la Plaza -ahora sí, digo fuimos- y no se respiraba el olor a choripán. Algunos habrán ido a apoyar a Cristina. Otros fuimos porque creemos en esta medida, y creemos que la reacción del campo es exagerada, irracional y anti-democrática. Fuimos porque ya se diferenció a los pequeños productores con las medidas de hoy, porque el precio de la soja bajó y ahora las retenciones bajaron al 37%, y entonces la excusa de “no metan todos en la misma bolsa” ya terminó. Fuimos contra un paro extorsivo. Fui, por lo menos, porque creo que se están discutiendo razones ideológicas y políticas, y en ese posicionamiento me la juego por el lugar en el que creo que debo estar, porque prefiero el error a la tibieza. Fuimos por eso, y el choripán seguirá siendo, a pesar de lo que podamos decir, el mito que usará la derecha y los medios de comunicación para negar que, hoy, en Argentina, se está discutiendo sobre dos proyectos diferentes y, sobre todo, se está discutiendo sobre política.