27/8/07

Ahora dicen que el petróleo te vuelve dictador

La teoría resulta maravillosamente estúpida: el petróleo vuelve fascista a la gente y sus gobiernos. Está muy mal, desde hace un tiempo, calificar a los interlocutores de las ideas. Desde que los medios de comunicación decidieron que hablar de otros es hacer "campaña sucia", calificar las ideas de una persona por quien esa persona es, constituye un delito a la corrección política. Así que no vamos a hablar de la imbecilidad de este cubano exiliado que afirma que la posesión de petróleo convierte a un gobierno democrático - cuyo modelo es el Israel que invadió hace poco Líbano- en una dictadura -que el cubano define como el gobierno de Chávez y Castro-. Vamos a hablar de lo falsa que resulta esta teoría.

"A pesar de las contadas excepciones, se observa una consistente regularidad entre la posesión de grandes reservas petroleras y la existencia de regímenes dictatoriales o altamente autoritarios. Los países más liberales del norte de Africa y el Medio Oriente: Túnez, Marruecos y Jordania (si los comparamos con sus vecinos árabes y magrebíes) no tienen significativos recursos petroleros; e Israel, carente de petróleo, es un país desarrollado y la única democracia del área." Enrique Patterson.

Para no irnos: concedámosle que Israel es la única democracia del área. Concedámosle, que Israel es una democracia.

Hay una tendencia que crece: la sociología a ojito. Lo complicado, lo erróneo, lo falso, es que las relaciones que plantean estos gurúes no son de causalidad. Y no hay teoría sin causalidad (que, al menos, sea problable). Cuando una persona dice: cada vez que levanto la mano, un chino se muere, es probable que pueda encontrar datos empíricos en la realidad que así lo confirmen. Que, si busca los registros de ayer, quizás unos diez chinos se hayan muerto, y quizás ese hombre haya levantado la mano unas diez veces. La teoría, hasta ahí, funciona perfectamente. Pero lo que exige una teoría, precisamente, es que haya un elemento que explique la relación causal: el porqué de que a cada levantamiento de mano, un chino se muera. Si logro demostrar que mi levantamiento de mano influye en la mortandad oriental, estoy frente a una teoría.

El amigo cubano Patterson intenta un esbozo de explicación causal: que, al contar con recursos, los planes macabros del comunismo se ven apoyados por las dádivas que el régimen otorga en beneficios sociales. No es, salvando las distancias, muy distinto de la noción de la derecha respecto del populismo: el líder calculador, las masas imbéciles, la repartición de recursos. Claro que a Patterson se le presentan casos que refutan su teoría, y rápidamente encuentra sus imperdibles explicaciones ad hoc. Resulta que Patterson descubre que en su tierra natal no existe el petróleo: ¿pero cómo, si la dictadura más grande de Latinoamérica no tiene petróleo, entonces se volvió dictadura por generación espontánea, por evolución de las especies, o por qué?. Tranquilos, todo tiene su explicación. Parece que Cuba encontró un sustituto: la URSS, durante la Guerra Fría, concedía petróleo barato a cambio de que Castro, dice Patterson, declarara públicamente una "conversión ideológica que, en la práctica, no siempre respetó al pie de la letra". O sea, pensará usted, que ahora que se cayó el Muro la Cuba de Castro se convirtió, al no tener más acceso al petróleo, en un paraíso de libertad liberal. No se haga ilusiones, pues Cuba encontró un nuevo aliado: la Venezuela chavista, casi el caso por excelencia de la teoría de Patterson. Ahora Venezuela, esa dictadura petrolera, abastece a la otra dictadura, para ir juntas por los caminos del marxismo, escupiendo el combustible negro.

Cuando la relación causal no está, entonces se puede decir cualquier cosa. Puedo afirmar que los países con más medallistas olímpicos tienen la tendencia a invadir países de Medio Oriente. Compruébelo usted mismo:
Medallero Total:

Cantidad invasiones estadounidenses y soviéticas a otros países:
no sé, un montón, pero seguro más que todos los otros países

La teoría, incluso, la puedo hacer más consistente que la de Patterson. Puedo justificarla teóricamente, diciendo que, por ejemplo, los países medallistas incrementan su ego como nación y, envalentonados por la victoria olímpica, se lanzan a la conquista territorial. Y después puedo citar un montón de griegos que relacionan la virilidad, la guerra, el deporte, etc. Y hasta tengo un caso como Rusia, por ejemplo, para hacer, como mi amigo Patterson, y reformar mi teoría con un ad hoc: podría decir que Rusia, por ejemplo, se quedó con complejo de imperialismo y gana muchas medallas para demostrale algo al mundo.

Dejo el link, y el final del texto, en un llamado de Patterson a Dios para que le de petróleo a Cuba y, así, poder invadirlo:

"De aparecer el apetecido petróleo en las aguas cubanas, entonces sí que una administración norteamericana de gatillo alegre, como la actual, pudiera encontrar idénticas razones para acabar con Castro mucho más fácil y rápido (no hay fanáticos religiosos ni combatientes suicidas en Cuba) que con Saddam Hussein"

http://www.cubanet.org/CNews/y04/sep04/24o5.htm

1 comentario:

Pegame y decime Sheena dijo...

¡Pero qué ejemplo de ciencia social rigurosa! ¡Qué bárbaro los frutos que pueden dar la ciencia política y la política comparada! No sé que título tiene ese señor, si es que tiene alguno, pero vale la pena que recurse un par de materias acerca de cómo hacer ciencias sociales... Yo cuando me reciba voy a dedicarme a encontrar alguna relación entre el hecho de vivir en el hemisferio sur y ser un país dominado.
Igual ahora, yo que abogaba por una re-estatización de nuestros mal privatizados recursos petrolíferos, la verdad es que me da miedo... no vaya a ser cosa que nuestro presidente o su sucesora se les de por ser dictatoriales y comiencen a cerrar canales de tv, firmando contratos con los empresarios que manejan los medios de comunicación, reprimiendo por ahí a maestros y desempleados, interviniendo organismos como el INDEC o cosas así, mejor que los yacimientos petrolíferos queden en las excelentes manos extranjeras de REPSOL, en las que están.