- ¿A qué viene caballero? -me pregunta el guardia de seguridad.
- Tengo una entrevista con Néstor Kirchner -le digo. Pongo cara de seguro. Mientras, sale José Pablo Feinmann de una reunión con Néstor. Lo saludo. Le digo: Hola José Pablo. No me reconoce.
Entré al despacho de Kirchner. Apoyado sobre unas coberturas doradas, miraba por la ventana. Ahí nomás me invento una metáfora y pienso: “le zampo con esta metáfora. El chabón se conmueve, me contrata. Cuatro años de contrato asegurado, arreglamos el país. Tengo 19 años y trabajo para el Presidente de la Argentina. A los 21 soy Jon Favreau. Cierra por todos lados”. La tiro:
- Tremendas esas coberturas doradas...un símbolo de cómo el poder le dio la espalda al pueblo...a la Plaza -aseguro, firme.
- ¿Qué?
- Las...coberturas...doradas. Que...no dejan ver - titubeo.
- ¿Los cosos estos amarillos?
- Sí, sí, pero digo...más allá de eso. Son como una...metáfora, ¿no?
- ¿Metáfora?
- Sí, una metáfora. Como cuando querés decir una cosa pero en vez de decirla...usas una imagen, una analogía - explico, trastabillando.
- Ah...mirá. ¿Y no es más fácil decir lo que querés decir? Ahorrás palabras. Y tiempo.
- Sí, claro – le digo, y me siento un boludo a cuerda.
- Qué se yo -continúa-...se puede mejorar la vida del pueblo con los cosos amarillos puestos también. Un hijo de puta con vidriera sigue siendo un hijo de puta, ¿no?
Bien, pifié. Me hace sentar en un sillón de cuero. Toma un cuadernito Gloria al que dirige toda su atención y me pide que le recuerde a qué venía yo. Le digo que él me convocó. Que quería charlar sus ideas de cómo dirigir el país conmigo. Me dice que “ah, bueno, hablá”. Así, sin tema definido. Hablo.
- El principal problema es el hambre – le digo, magistral-. Hay pobreza. Esos niños pobres tienen una existencia-destino...
- ¿Una qué? - grita, mientras pasa la hoja del cuadernito Gloria que desvía toda su atención. No la suficiente para dejarme pasar el “existencia-destino”.
- Una existencia-destino - sigue mirando el cuadernito, entonces insisto - ...una condena inicial por nacer pobre.
- Ah -comprende-. Niños que nacen con déficit fiscal primario.
- Una cosa así. Pero Sartre decía...
- ¿Sartre? -interrumpe.
- Sí, Sartre decía que la existencia precedía a la esencia, pero en verdad se equivocaba. Ponía un ejemplo: si un artesano quiere realizar una obra, primero la piensa, la construye en su imaginación. Esa prefiguración es la esencia, que luego tendrá existencia. Pero nosotros, los humanos, no fuimos diseñados por nadie, o sea que nuestra esencia la vamos a ir construyendo - me siento frente a la polis griega, gesticulando.
- Ajá, es muy interesante el planteo. Hay que hacer algo con los artesanos. Cobrarles impuestos, por lo menos si venden los mismos productos que un negocio. Está bueno eso: hay que cobrar impuestos a la existencia. Porque la esencia, si comprendo bien, es como el derecho de propiedad intelectual: si vos lo pensaste y lo fabricaste, sos un artesano. Si lo compraste hecho, y lo tirás en una mantita en la calle Florida, sos un revendedor. Pagá impuestos.
- No, pero Sartre...
- Sartre no tenía que construir un Estado.
- Pero era el ejemplo del intelectual comprometido, de hecho fue el impulsor del Tribunal Russell que condenó los crímenes de guerra de los Estados Unidos...
- ¿Y a cuántos metió en cana?
- Fue un acto simbólico, una condena de la Humanidad...
- Ah, mirá, pero los crímenes de guerra seguían estando ahí. El problema de los actos simbólicos es que nadie come actos simbólicos, nadie tiene descuentos en Garbarino por actos simbólicos.
- Tampoco come nadie por meter preso a un represor...
- Es cierto, pero a lo que voy es a que el Estado, este Estado, no está para actos simbólicos. Al menos no si esos actos simbólicos no son el adornito de una política pública. ¿Cómo era lo de la metáfora?
-Una imagen que usas para decir...
- Sí, eso. Un acto simbólico sin la fuerza del Estado es como llevarte el souvenir de un casamiento al que no fuiste. Te queda gusto a poco. No te hace acordar a nada.
Néstor apretó un botón. Me dijo que tenía hambre. Le gritó una serie de cosas a un aparato y del otro lado no respondió nadie. “Estas maquinitas”, dijo mirando al aparato, pero señalando también a la computadora y mi celular. Entonces abrió la puerta y pidió su almuerzo, vaya a saber a quien. Un bife con ensalada que comería, ya frío y sin gusto, unas dos horas después. Entonces siguió.
- ¿Cómo armamos un Estado?
- ¿Cómo? - repregunto.
- Sí, sí, cómo. ¿Qué hacemos?
- Mirá, en Argentina hay dos poderes: el establishment y el peronismo.
- ¿Qué hago?, ¿rompo con los dos decís vos? - me interrumpió.
- No, inventá uno nuevo.
- ¿Y mientras tanto?, ¿me apoyo en...vos? - chicanea.
- Mientras tanto apoyate en lo que vas construyendo - digo, grandilocuente.
- No alcanza. Tengo dos deberes: acumular poder y sobrevivir.
- Maquiavelo – canchereo.
- ¿El de “el fin justifica los medios”?
- Sí, aunque no lo dijo nunca eso.
- ¿Posta? Qué hijos de puta - le grita a la ventana.
- ¿Quienes?
- Los medios. Los de comunicación... lo operaron para hacerlo quedar como un guacho. Pero si no lo dijo debió haberlo dicho. Porque tenía razón.
- ¿Los fines justifican los medios?
- Bueno, así tan feo no. Pero que determinados fines justifican determinados medios, eso sí, no me jodas. Y este tipo Maquiavelo estaba nada menos que construyendo un Estado. Eso no justifica todos los medios, pero justifica más que otros, por lo menos.
- La discusión de Maquiavelo es cualitativa, igual – lo contradigo.
- No, es cuantitativa. La política es acumular unos cuántos buenos fines que te habiliten unos cuántos buenos medios para seguir acumulando fines. La acumulación permanente.
- Como Trotsky.
- Como Perón, me gusta más.
- ¿Sólo eso es la política?
- Eso, y un par de cosas más. Entre ellas, que los números del ingreso den más altos que los del gasto – me señala el cuadernito Gloria -. Y que esta columna de acá, la de los kilovatios, suba todos los días un poquito.
- Eso no tiene mucha épica.
- En un país que hace dos años discutió si vender tierras para pagar deuda externa, producir un kilovatio tiene más épica que Stalingrado, pibe – remató.
Pienso en lo que dijo, cuando por una puerta del costado entra Cristina, su mujer. Le muestra un libro con la foto de los glaciares.
- Lo trajo Stiglitz – dice Cristina – de regalo.
- ¿Stiglitz?, ¿el economista? - responde Néstor.
- Sí, dice que tiene algunas ideas, cosas que quiere charlar con nosotros.
- ¿Y yo qué hago charlando con este pibe? - me mira, no busca complicidad. Tiene razón.
- Mire, si quiere, lo dejamos para otro día – le digo, esperando un gesto de retroceso, el “no, no, quedate, quedate” de la cortesía.
- Dale, arreglá ahí con la secretaria y vení otro día, que este tipo sabe de números – me arroja, en la cara. Sale caminando mientras inventa un cantito con la palabra Stiglitz. Suena, entre el seseo, gracioso.
20 comentarios:
maravilloso
¿No está un poco inflado el gordito?
Buenísimo.
¿No te dijo que anotés tus ideas en un papelito mientras juntaba tres dedos de la mano derecha y los movía en el aire como escribiendo?
Saludos.
Jeje, me morí de risa.
Te creo mas o menos como a Feinmann. Lo banco a "JPF", pero se agrandó un poco esta vuelta.
Muy bueno. Me hace a acordar a "Rapsodia sobre un tema de Paganini"
la de Feinmann de ayer en el página es parecida no? o es la misma? O esta es un refrito? o una broma?
Te falto poner que Florencia Kirchner te leia entero el "¡Burbujas con detergente!" a los 14 años. Hasta comentaba, a veces.
que las cortinas no te dejen ver el bosque o es el ego de feinman el que tapa todo?
Jajajaja
crá
Con todo el respeto amigo, pero cualquier pelotudo tiene una reunión con NK!
Me dio un poco de vergüenza la nota en Pàgina el domingo.
Ya con la anécdota del taxi fue demasiado. ¿Se cree que somos tan ingenuos? ¿O habrá escrito el libro para Doña Rosa?
Esta es mucho más creíble que la de Feinmann. Pero que podés esperar de alguien que escribe una nota para recordar a alguien que murió (Segade) y la mitad de esa nota es el relato de lo genial que le parecía a Segade lo que Feinmann escribía.
A algunos tipos habría que extirparles el ego.
Felicitaciones.
Fe de erratas: en mi comentario anterior, donde dice "Segade" debe leerse "Segado". Por el actor Alberto Segado. El autor Mario Segade goza, afortunadamente y según creo, de buena salud.
No, ahora entiendo porque no se entendio. No fue ese el sentido, no me referia a vos, me referia a Feinmann. Vos sos un grosso! Puedo comensar votando por Cristian U en Gran Hermano?
Perfecto. Un sabio amigo me decia, allá por el 2003 y en referencia a Néstor: "Es difícil ver si va bien alguien que está 5 km delante tuyo" JPF sigue mirando por TV al último de los seguidores y cree que hizo el mapa.
El fragmento que salió en Tiempo Argentino pense que lo habias escrito vos, posta.
Vos tenés que ser parte de la historia. Si tenés videos fotos o cualquier info con el querido Néstor, entra a www.yoquieroserparte.com.ar
y compartilo!!!
Ojalá hubiera podido intercambiar ideas con Néstor... me lo perdí!
Sin embargo, me ocupo de analizar a cada candidato, a cada político, para saber realmente quiénes son, qué dicen.
Yo busco ser una alternativa comprometida.
Ya me van a conocer:
www.soytucandidato.com
jajajaja sencillamente Genial!!
Mi hiciste mear de Risa, Gracias!
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