19/6/10

El que mata tiene que salir


Hay que destruir los pactos que el Estado firmó con el Estado para poder existir en pobreza y democracia, dijo alguna vez Alejandro.

Hay que destruir el pacto que implícitamente renueva a diario el Estado con sus fuerzas de seguridad para que se autogobiernen, agrego yo. Hay que llamar al referente del Estado que a diario consiente ese pacto, para que pague las culpas de haber delegado una función de su gobierno.

¿Querías saber las cosas que faltan, los lugares del Estado que el Gobierno no gobierna? Las fuerzas de seguridad. ¿Cuántos "excesos de un policía" hacen falta para entrar en agenda?, ¿cuántas comisarías hay que quemar (decía, un amigo, ayer) para mostrarte que el Orden es una construcción?, ¿cuántos motines con internos muertos "ahogados por el humo del colchón", para hacerse cargo de las fuerzas de seguridad en su conjunto?, ¿cuántos?

Qué lástima, a veces, que esté el Mundial. Qué lástima que haya renunciado, justo ayer, Taiana. Qué tapa negra de Página/12 (¿"Más violencia en Bariloche" era el título?, ¿ah sí?) que se merecía esos lugares que el Gobierno no gobierna. Qué oportunidad perdimos con no haber volteado a Sobisch, decía mi mismo amigo. Qué oportunidad que estamos perdiendo con no provocar una crisis en Río Negro. El partido del Orden no lo es porque administra desórdenes, sino porque los revela e intenta caminar hacia uno mejor y más estable.

12 comentarios:

Jorge Devincenzi dijo...

ME GUSTA

pájara. dijo...

Me gusta tambien. Te dejo algo que escribí en el mio y me vinculo a tu blog.

Un abrazo.
http://necesitabaunapapelera.blogspot.com/

Fede / Billie dijo...

Como periodista de Página, no puedo dejar de subrayar la tapa poco feliz que el diario sacó el viernes. A sabiendas de la represión en Bariloche que ya se había cobrado dos muertos al cierre, la portada con "Un día feliz" (sumándose a este estado de ánimo que coloca a la oposición del lado de los pesimistas y al oficialismo del lado del "club de la buena onda", maradoniano-nacionalista, post-bicentenario) fue un desacierto terrible.

Como decís, "el que mata tiene que salir", pero para que eso suceda los medios (en especial los autodenominados progresistas) deben tomar la ofensiva y no sólo dedicarse -nueva "auto"crítica- a sacar tapas cuando Macri le alquila el San Martín a sus amigos.

Saludos.

Sergio dijo...

Muy bueno Tomás. A la falta de tapas de página 12 sobre el tema, agregaría la falta de cobertura de 678. No puedo asegurarlo porque no ví estos días el programa completo, pero casi, y me parece que no hablaron nada del tema. Creo que no debería pasar de mañana domingo algún informe.

Almita dijo...

Adhiero a lo dicho, y agrego:
http://estufados.blogspot.com/2010/06/no-estuvieron-la-altura-otra-vez.html

Las amenazas aquí, en La Plata, a testigos y querellantes‏ del juicio a la Unidad 9, que eran previsibles, esperables y fundamentalmente, PREVENIBLES.

Hay una oposición pesimista, un oficialismo buena onda, y por el medio navegan cosas que ya no deberían suceder y que es una total verguenza que pasen. Ni el gatillo fácil, ni la impunidad de los fantasmas que regresan del pasado.
Me importa más la difusión y resolución de estas amenazas, que Macri alquilando el San Martín, nobleza obliga.

puzzle dijo...

Me dio mucha verguenza la tapa de Pág12... PERO MUCHA.

pacho dijo...

dónde firmo?

C.A.T. dijo...

Perdonen que sea la nota discordante en este mar de consensos, pero la autonomía (presunta autonomía) de las fuerzas policiales no es "un tema que no está en la agenda". Todos los gobiernos provinciales (anche el nacional) saben y lo tienen claro al problema, pero el actual esquema es absolutamente funcional a sus intereses, por eso no lo tocan.

Es sabido todos los tipos de negocios paralelos que manejan las policías: Ahora bien: ¿Ustedes creen que de ahí, desde la apretada a los capitalistas del juego clandestino para que dejen el diezmo hasta la vista gorda con los desarmaderos de autos, pasando por varios negocios como uno tan redituable como el polvo Inca se pueden hacer sin que una parte de todo lo recaudado vaya a ciertas cajas de la política para asegurarse la cobertura? Sería imposible, por eso la inmediata protección discursiva de ciertos personajes cuando pasan cosas como las de Bariloche. Se esta defendiendo el negocio.

¿Pasó algo en la Federal despues del asesinato del pibe en el recital de Viejas Locas? ¿O en la Bonaerense y la desaparición de Luciano Arruga? Lo máximo que hacen es trasladar -léase, barrer la mierda bajo la alfombra- al personal implicado a otros destinos, donde seguirán haciendo las mismas porquerías.

No es que no se haga nada por impericia o falta de visión estratégica. El acuerdo es el de siempre "asegurame una calle mas o menos tranquila y yo te dejo seguir con los negocios (que también es mi negocio). Vuestro Scioli es un ejemplo de este tipo de accionar.

Anónimo dijo...

Hay un problema con esta regla general. ¿Hay que leerlo como que si un cana mata, el gobernador se tiene que ir? Porque el cana no está realmente bajo el mando directo del gobernador. Si un cana de Quilmes mata a un pibe para armarle quilombo a su gobernador, ¿Scioli se tiene que ir?

El enunciado completo debería ser algo así como "si un cana mata a un pibe, el gobernador está obligado a responder con toda su energía contra ese cana, olvidándose por completo de las circunstancias. Si no lo hace, tiene que irse."

Sí, ya sé, es demasiado largo como para que tenga efecto como idea política. Pero ese es el sentido que hay que darle.

Por ejemplo, la pelotudez que dijo el ministro de gobierno, de que los canas tenían que defender la comisaría, porque después hay que levantarla de nuevo, hay que hacérsela tragar. Ese tipo se tiene que ir, me importa un cuerno quién sea. No puede decir algo así (durante la bronca por la muerte de un pibe) y quedarse.

Pero hay que tener cuidado con lo que se establece como política general, porque enseguida aparece un hijo de puta que lo usa en contra de aquél a quien quiere joder. Como De Angeli con la política de no reprimir, sin ir más lejos.

Marcelo

Sergio dijo...

Marcelo, por un asesinato de un cana, yo no haría responsable al gobernador, ya que un loco, asesino o como le llamemos, no hace responsable al gobernador. Acá lo terrible para mi son las otras dos muertes. Porque allí sí, el gobernador está avisado de que pasó algo grave, la primera muerte, y que hay una marcha por eso, que obviamente va a contener cierta violencia, y ya tiene que poder manejar las cosas, si allí se le van de la mano, él es el responsable político. En mi opinión eso es lo más grave, que hace a este caso distinto de los de "gatillo fácil", que son parecidos a la primera de las muertes, no a las dos restantes. En esos casos hay que caer con todo sobre el asesino, pero ya no me parece involucrar a un gobernador.

Leila Luna (ex Cosas dichas) dijo...

Coincido con Ud y su amigo en eso de que hay que demostrar que el orden es una construcción y sostengo desde hace tiempo que por esos lares la actual conducción hace agua y a veces hasta salta mal los charcos y termina salpicando. Es una oportunidad perdida entre los goles de Sudáfrica y los motes que apelan a la "lealtad". En fin...
Un detalle: ¿Cuánto hacía que Página no sacaba una edición como la que esta sugiere?
http://www.pagina12.com.ar/diario/principal/index-2010-06-19.html

Abrazo

PS: Todos puteando editorial de La Nación (si yo fuera el jefe de redacción de la tribuna mitrista llamaría al anónimo que hace las editoriales para homenajearlo con champagne!) mientras Página afina su pluma después de cuántos años?

fabian dijo...

Hay que entender cómo funciona la cana para saber que cuando le tiran un muerto al poder político están usando un sistema de probada eficacia para cobrarse deudas y enderezar voluntades.
Uno podría con los datos necesarios rastrear el origen casi transparente de la masacre de Ramallo, de Funtealba, de Kostieki y Santillán, de Arruga y de otros casos similares. Todos tienen en común el hecho de dar un cimbronazo al poder civil. Creo que este no es la excepción.
Acá lo nuevo es una sociedad respaldando la muerte de sus conciudadanos en vez de exigir explicaciones. Algo se está quebrando si nuestros compatriotas ya no saben cuándo reír o cuando llorar, y sobre todo si ya no saben cuándo deben enojarse...