31/3/08

Reflexiones sobre el lock-out


  • el cacerolazo, sumado a la elección de Macri, terminó con el mito estúpido de que Capital Federal era el distrito “más progresista” de la Argentina;

  • rescato como positivo de este conflicto que, por fin, alguien agredió físicamente a Fontevecchia;

  • el lock-out de la patronal del campo, terminó con el mito landriscinesco acerca de lo bondadosa e inocente que es la gente del campo;

  • el diálogo, en ciertas ocasiones, sí es signo de debilidad: si el Gobierno dialoga con el campo con las rutas cortadas, de acá a los cuatro años que le quedan se va a comer el reclamo de cuanto cuatro de copas sienta que está afectado su derecho a la rentabilidad (?) por los impuestos que debe pagar por obligación constitucional;

  • sí, si fuiste al cacerolazo sos un garca o un ignorante. Lo triste es que ser ignorante no te quita responsabilidad;

  • gracias al paro, pudimos descubrir qué quería decir TN cuando hablaba de “la gente”, y, sobre todo, quienes no son “la gente”;

  • si un tipo de campo, que va a seguir ganando a pesar de las retenciones, tiene derecho a cortar la ruta, entonces un profesor titular asignado de la UBA que gana cuatrocientos veinte pesos por mes, por carácter transitivo y reajustando las variables, tiene todo el derecho de adquirir una ametralladora y salir a hacer justicia por la calle;

  • a mí a veces me jode que se crean la ciencia más cercana a la objetividad como neutralidad valorativa: pero, no hay caso, hay que estudiar más economía, y sobre todo economía política;

  • lejos de las empresas de comunicación, hubo lugares en donde se pudo hablar de política en términos de proyectos, estructuras y procesos sin caer en la idiotez de comparar la rentabilidad del campo con las carteras de Cristina Kirchner;

  • escuché muchas idioteces: pero lo de Carrió, asegurando que esto es un paro por la dignidad, superó los límites de lo racional -algo recurrente en una persona que apela a un tipo sobrenatural que se llama dios y que habla con ella. Consejo que Maquiavelo se olvidó al Príncipe: toda vez que no se quiera decir nada, apelar al concepto de dignidad;

  • hay momentos en los cuales las terceras posiciones se diluyen, y apenas son la tierra de la tibieza: a veces hay que ensuciar los principios éticos y filosóficos en el barro de la Historia.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente, genial, me mató lo del mito de que Capital es re progresista, jajaja (ahora van a venir a decir que soy chupamedias tuyo, ooohhh). Y muy buen ala cita final a Feinmann, José Pablo, el otro apenas si puede hablar, va a escribir...

Anónimo dijo...

brillante, simplemente eso, nada mas, nada mas

Anónimo dijo...

Se te va el Gobierno a la mierda che!
Ojo, hay una forma de salvarlo; la respuesta la tiene un tipo rubio, de ojos celestes y pinton, pero parece que no esta dispuesto a decirla ni en pedo.
Que hacemos? Lo llamamos a D'Elia para que se la saque a trompadas? Te animas vos?

Tomás dijo...

Gracias Tomás y anónimo.

Sí, io, toda la discusión pasa por si D´Elia pega piñas o no. Qué discurso maduro.