- Le quedó bien...
- ¿El qué?
- El corte de pelo, digo. Lo ha tenido más horrendo. Lo digo por su cara.
- Ah. No, no es eso lo que me preocupa. Lo de siempre, en realidad. Que tanto desconocido se lance con comentarios gorilas, caceroleros, sentidocomunistas, conmigo. Me preocupa tener cara de clase media.
- Es así. Salga un poco de la burbuja y dése cuenta que hay vida más allá del microclima...
- Me doy, me doy. Pero me parece una falta de respeto la suposición, el prejuicio. Que el peluquero me diga a mí, con una tijera amenazándome la oreja, que qué barbaridad todo, que así no se puede vivir, que si vi lo de Chávez que se quiere perpetuar, que la Cristina esa, que los peronistas...
- Bueno, lo piensa mucha gente...
- No es excusa, pero tampoco es el motivo de mi desidia. Lo grave es que no tengamos un símbolo identificatorio que ahorre los momentos incómodos y las discusiones vanas. Como los judíos...
- ¿Los judíos?, ¿usted dice que el kipá es una señal para no discutir?
- No tanto para no discutir como para que el del otro lado se de cuenta que está por discutir. Si viene un hombre con kipá y otro se dispone a decir la gansada de que los judíos son avaros por naturaleza, ambos están en la certeza de que comienza una gresca, como mínimo, intelectual. Aunque se merezca un bollo y no un debate, el segundo.
- Y con eso, ¿qué se gana?
- Tiempo, sobre todo. Y se esquiva ese momento incómodo entre que el fulano larga la perorata de las valijas, la efedrina, Moreno y todo Crítica, y el instante en que usted, saturado, debe anunciar suavemente que banca muchas cosas del Gobierno. Momento para el cual, por supuesto, usted ya es un ultrakirchnerista. El kipá elimina ese desfasaje universal del conocimiento en el que usted está hablando mal de una mina que, efectivamente, es la novia del único tipo que usted no conoce en el asado. De la misma manera, he diseñado ayer, mientras escuchaba toda la sarasa mediática en boca del peluquero, un nuevo sistema de encarrilamiento de las discusiones, para que la gente esté preparada...
- Cuéntemelo, por favor...
- Un kipá populista.
- Bueno, lo dejo. Y tome la medicación...
- De verdad le digo. En principio podríamos tomar el sombrerito mismo de los compañeros judíos, y meterle una insignia, la P y la V, o que diga nac&pop, directamente. El choripán podría ser un elemento distintivo, aunque su olor y tiempo de putrefacción conspire contra el requerimiento de permanencia, podríamos inmortalizarlo en una cadenita que llevaríamos con orgullo. Pero para un primer momento, me quedo con el kipá populista. Soluciona muchas cosas, y una fundamental...
- ¿Las riñas políticas?
- Además. Pero por sobre todas las cosas, nos soluciona el problema a los que no tenemos ganas de ser considerados políticamente de clase media aún cuando pertenezcamos a ella. Tatuarme
el manifiesto populista de Lucas sería engorroso, hiriente y posiblemente muy caro. El kipá populista nos soluciona la vida a los que no tenemos ganas de escuchar en las cenas navideñas lo mal que está todo y lo corruptos que son los políticos; nos evitan las frases espantosas que empiezan con "los políticos...", y nos salvan de tener que explicar por qué a la política hay que hacerla de a muchos y en esos muchos en general están los feos, los sucios y los malos. El kipá populista nos ahorra tener que decirle a un tío medio facho por qué no todo lo que dice CNN sobre Chávez, o Evo, o Correa es la más pura y absoluta verdad, y evitan que en la mesa uno utilice frases como "intereses, pelotudo, los medios tienen intereses". La comida posiblemente comenzará a caer mejor cuando uno no tenga que andar tragándose la chicana boluda del cacerolero del campo sobre los nuestros arriados y los de ellos autoconvocados libres y soberanos. Los almacenes comenzarían a silenciar comentarios como que el tomate está muy caro y esta conchuda se va de viaje a África, y nadie bardearía a Flor K en nuestra presencia sin que nosotros podamos saltarle a la yugular. El kipá nos supliría una falencia clave: no hay un estereotipo del populista, y entonces casi nadie tiene cara de populista. Así resulta muy difícil, lombrossianamente, que nos adivinen carcomidos por semejante germen.
- Dijo casi nadie, ¿alguien tiene cara de populista?
- Sí. Maquiavelo.
Maquiavelo tiene cara de populista.
6 comentarios:
Creo que el kipá tiene un problema fundamental, y es que no es fácil de leer de frente. Además la gente ve "Nac&Pop" y piensa en una FM, no en una abreviatura populista.
Las remeras, en cambio, son una gran opción. Con una remera se puede decir todo, o casi. Una remera puede decir "Viva Perón", una remera puede decir "Yo no la voté" (sé que no es nuestro target, pero la vi en un local de Florida y Lavalle), una remera puede decir Todos Putos
Los esloganes en remeras pegan como trompada de burro. "Privatizame esta", "Con la comida no se jode", "Aguanten los Pibes Chorros", "Yo salgo de joda con Flor K" (es mucho, muy importante bancar a Flor K), "Peronismo Choripanero", "Fui a un acto del gobierno y sólo me dieron $100, un chori y esta mugrosa remera" (no entiendo cómo todavía no me hice esta).
La mejor de todas, sin embargo, me parece que sería una remera negra, escrita también con letras negras, que sólo se podría leer con luz ultravioleta (también conocida como "luz negra") y que por supuesto diría "Progresista Negro".
Si no nos llenamos de plata, Tomás, es porque no queremos...
De acuerdo con usted. El kipá puede ser el segundo paso, una vez instaladas las remeras.
Ah, imprimeme ocho de cada una, y diez de Fui a un acto...
Coincido en bancar a Flor K.
Al final, acá es pobre el que no quiere trabajar. Saludos. Con el 10% de las ganancias me conformo.
Faco, reservame cinco remeras de progresista negro (para usar todo el tiempo) y una de "Privatizame ésta": es ideal para las fiestas familiares, largala ya y la levantás con pala.
Saludos,
CC
Están buscando escarapelas, a mi me gusta mucho el logo que vi por ahi en un blog, de nac & pop, donde el pocho vive!!
Si hacen la remera avisen, mientras tanto sigo con la escarapelita en el morral.
Uy cómo banco a este blog!
Lo que dice Faco es atendible, quizás podríamos volver a poner de moda las vinchas alla Vilas...
Abrazo!
Propongo una que diga:
YO LA VOTÉ
...Y?
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