Cuento N° 20 de "El amor en tiempos del kirchnerismo". Para los losteanos (si todavía no viste el final de Lost, NO LO LEAS)...
El final
Y cuando abrió los ojos, se encontró en el Hotel Intercontinental, nuevamente, perdiendo las elecciones con un 30%. Como una especie de deja vú del 2009 que lo angustiaba, que le cerraba la garganta hasta casi dejarlo sin respirar.
Pero cuando realmente sintió que los ojos le estallaban en un mar de lágrimas, fue cuando vió a su padre entre la multitud que, desconcertada, deambulaba por el Intercontinental tratando de que alguna mesa retrasada del Conurbano les permitiera llegar al ballotage. El viejo Horacio parecía esconderse entre la muchedumbre, y la imagen emulaba alguna película barata de suspenso. El tipo esquivando la multitud y zamarreando sujetos que luego confirmaban no ser su padre. Y la figura de su padre que volvía a reaparecer en otra dirección. Había que ir con cuidado. El viejo había muerto hacía dos años, horas después de la derrota del 28 de junio de 2009, y algunos de ahí lo sabían. Si se había vuelto loco, lo importante era no parecerlo. Podría, luego, irse a la provincia a volverse loco en soledad: no hacía falta perder la dignidad públicamente. Sin embargo, seguía viéndolo.
Aunque sospechaba que no era casual, se tomó con calma el mensaje que lo invitaba al piso 6°, habitación 78, a ver los resultados por la tele con el Intendente de su distrito. Una secuencia de números que le había estado tan presente: 6,7,8. 678 había sido el número de la mesa que fiscalizó, y el número de votos por el que perdió la general en su escuela, y la patente del auto del fiscal del Pro que salió sonriente con una victoria, y el número de placa del poli que casi lo mete en cana por boxear al sonriente fiscal del PRO. Pensó que los números estaban malditos, y dejó de pensar cuando entró a la habitación de su Intendente y, en vez de verlo a él, encontró a su padre, de pie, sonriente, prolijamente perfumado. Horacio, quien había muerto hacía 2 años. Horas después de aquél 28 de junio.
- ¿Papá?
- Qué hacés, Marcelito...
- No, pará, no entiendo nada...¿estoy en pedo?, ¿vos no te habías muerto?
- Sí. Te dije que estaba fumando como un hijo de puta, ¿no? Reventé, Marcelito.
- Pará, ¿y qué carajo hacés acá?
- ¿Vos qué hacés acá?
- ¿Qué...?
- Te moriste vos también, Marcelito.
- No, pará, ¿qué decís?
- Que estás muerto. El 28 de junio de 2009 vos también te moriste, Marcelito. ¿Te acordás la puntadita en el corazón?
- Me acuerdo...y, ¿vos sos de verdad?
- Eso espero. Sí, soy real. Vos también sos real. Todo lo que pasó es real. Toda esta gente que está en este Hotel es real.
- ¿Están todos muertos?
- Todos mueren alguna vez. Algunos antes que vos, otros mucho después que vos. Pero todos murieron con la derrota del kirchnerismo: 30% de muertos, así, de una.
- ¿Y qué hacen todos acá ahora?
- Bueno, acá no hay un ahora.
- Pará, viejo. ¿Dónde estamos?, ¿quiere decir que todo esto que pasó fue mentira?, ¿la Ley de Medios?, ¿6,7,8, los blogs, Canal 7?, ¿Néstor en el Unasur?, ¿el fóbal para todos?, ¿la incipiente apertura política con otras fuerzas?, ¿la estatización de las AFJP pasó en serio?, ¡la asignación universal por hijo, viejo, decime que la sacamos de verdad! Los festejos del Bicentenario...claro, con razón salieron tan lindos...¿fueron de veras?, ¿los tipos de Fuerza Bruta eran angelitos al final?
- Todo lo que pasó fue de verdad. Este lugar, esta isla que armaron después del 28 de junio de 2009, la hicieron todos ustedes juntos para no morirse con el 30%. La parte más importante de tu gobierno fue la parte que pasaste haciendo estas cosas. Esto es por lo que todos ustedes están aquí. Nadie lo hace solo, Marcelito. Después del 28 de junio, necesitabas a todos, y ellos te necesitaban.
- ¿Para qué?
- Para recordar...pero también para dejarlo ir y avanzar.
- Carrió, Macri, el Grupo Clarín...ellos decían que nos estábamos yendo.
- No es irse. Es avanzar.
- ¿A dónde?
- Eso, Marcelito, es lo que vamos a averiguar.
30/5/10
29/5/10
Menciones
"(...) la apuesta por el G-20, explícitamente en desmedro del G-8 (”the evolution of the G-8 to the G-20 to reflect the realities of today’s international environment“), no es sino un reflejo de la pérdida de poder relativo norteamericano y el paso hacia la institucionalización de mundo multipolar. La única mención a la Argentina está dada en el marco del desarrollo de este punto. Formar parte de ese grupo de países, junto a la integración latinoamericana, son posiblemente los dos noticias más importantes de la política exterior de los últimos años, hayan sido de casualidad o mérito del Gobierno". En Noticias del Sur.
27/5/10
Publicidad No Tradicional
(...)
Con una amiga discutimos si se quieren los tipos. Si, verdaderamente, hay tiempo para quererse. Si no tuvieron que renunciar a esa parte, porque querían: pero querían ser otra cosa.
26/5/10
Este amor de primavera, que anda dando vueltas
Pinedo y su abrazo con Moreno: "Se hace el malo pero es un tipo simpático"
El jefe de los diputados macristas reconoció un afecto personal por el secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Dijo que "es un reo simpático y un cabezón". Pero reconoce que "es el Estado sin ley, eso me parece deplorable".
Siguen los éxitos:
Carrió y su abrazo con Jaime: "Se hace el corrupto pero en el fondo es un dulce de leche"
La líder de la Coalición Cívica reconoció un cariñito especial por el ex-Secretario de Transporte, Ricardo Jaime. Dijo que es "un chantún simpaticón", pero reconoce que "hay millones de dólares que tendría que explicar, eso me parece deplorable".
Kirchner y su abrazo con Magnetto: "Se hace el monopólico pero es más bueno que el pan lactal untado con Dánica Dorada"
El ex presidente Kirchner reconoció un sentimiento especial por el CEO del Grupo Clarín, Hector Magnetto. Dijo que es "un hombre de convicciones que a veces se pasa de necio", pero reconoció que "la ley de Medios la sacamos igual. Aunque lo quiera mucho".
Diana Conti y su abrazo con Biolcatti: "Se hace el cipayo traidor hijo de un vagón cargado de trolas, pero en el día a día es más dulce que un Winnie Pooh embalsamado"
La diputada por el Frente para la Victoria reconoció una "debilidad por el agrogarca hijo de puta de Biolcatti". Dijo que "a pesar de nuestras diferencias, en el día a día conocí a Hugo y es un loco lindo", pero reconoció que "una cosa no quita a la otra y sinceramente lo subiría a un patíbulo y le rebanaría la mitad del marote con una guillotina desafilada".
El periodista de Radio Continental reconoció tenerle "aprecio a Luis Majul". Dijo que "criticar a Luis Majul es caer en la trampa de que Marley te tape el Muro". Pero reconoció que "si el libro de Majul es periodismo de investigación, entonces Carlos Castañeda es un científico de la altura de Stephen Hawking".
El abrazo de Claudio Lozano con la Barrick Gold: "Se hace el contaminante a cielo abierto pero cuando charlás con ellos son fabulosamente afables"
El diputado por Proyecto Sur reconoció un "escandaloso y maravilloso negociado de afecto" por el dueño de la Barrick Gold. Dijo que "son unos dinamitadores locos lindos". Pero reconoció que todo lo que hacen es "majestuosamente escandaloso, obstinadamente corrupto y archiespectacularmente nefasto para el futuro del país".
Víctor Hugo y su abrazo con Luis Majul: "Se hace el periodista que se cree más de lo que es, pero es más inofensivo que Pitufo Tontín"
El periodista de Radio Continental reconoció tenerle "aprecio a Luis Majul". Dijo que "criticar a Luis Majul es caer en la trampa de que Marley te tape el Muro". Pero reconoció que "si el libro de Majul es periodismo de investigación, entonces Carlos Castañeda es un científico de la altura de Stephen Hawking".
25/5/10
Un cuento de Soriano que decidió ser de verdad
Pancho Rago, al arco. Dos laterales: Mascareño y Piti Vavrín, y la saga central del balcarceño Jorge Fernández y mi profesor de Educación Física, años después, Dady Pires.
Un cinco que después jugó en Huracán Deportivo Español, Carlos Alberto Martínez. Por el costado, un zurdo por la derecha y un derecho por la izquierda: Abelén, el marplatense y la Pantera Schwab, respectivamente.
Dos wines abiertos (Galay y Bahl) y el mejor delantero que dió Olavarría: Mario Paternó.
Cinco de Olavarría, seis refuerzos "extranjeros" de San Lorenzo de Mar del Plata. La "sinfónica de don Juan Stefanoni", le llamaban al Estudiantes de Olavarría que dirigó el viejo entrenador platense Juan Stefanoni. El último de los menottistas.
El equipo era un relojito y llegó a la fase final del regional bonaerense contra dos grandes: Santamarina de Tandil y Olimpo de Bahía Blanca. El triangular arrancó perfecto: le ganó a Santamarina, después a Olimpo 2 a 1, y abrió la segunda rueda con un empate 1 a 1 en Tandil. El 27 de abril de 1980, el Estudiantes de Stefanoni jugaba la final contra Olimpo. Ese día, la ciudad amaneció así:
El 27 de abril de 1980, mientras el técnico Stefanoni repasaba la formación de Olimpo, mientras
Mario Paternó le pasaba betún a la punta de los botines gastados, Olavarría se sumergía rápidamente en la inundación más grave que sufriera en su historia: la inundación del ´80. El arroyo Tapalqué se desbordaba y, con él, se posponía el sueño triunfante de la Sinfónica de Stefanoni. Pero entre la inundación y la reconstrucción, los refuerzos debieron volver a San Lorenzo de Mar del Plata. Un día como hoy, un 25 de mayo de 1980, en el estadio Carlos Guerrero y con seis pibes de la reserva, Estudiantes de Olavarría le ganaba 1 a 0 a Olimpo y se consagraba campeón provincial.
Pero seis bajas eran muchas para el humilde Estudiantes. Por primera vez en su historia, un equipo de Olavarría se jugaba la clasificación para entrar a un campeonato nacional organizado por la AFA. La fractura del central Cepeda -que había entrado al equipo reemplazando al balcarceño Fernández, quien regresó a Mar del Plata en la inundación- terminó de liquidar las chances de la Sinfónica de Stefanoni, de la mano de Cipolleti de Río Negro y Andino de La Rioja.
Años después, en 1983, el poderoso equipo cementero de Loma Negra lograría ascender al Torneo Nacional y dejaría su huella con el moronense Armando Husillos como primer goleador de Primera de un equipo olavarriense.
Dicen las malas lenguas que todos los 27 de abril los integrantes de la Sinfónica de Stefanoni se juntan en el Parque Mitre, al lado del Tapalqué, a putear la marca histórica que señala la altura máxima de la inundación del ´80.
A uno de ellos, una novia lo dejó junto al palo ese. El tipo la miró y dijo que Dios era un hijo de puta resultadista. La piba no entendió nada.
24/5/10
Let me be
Hay días, días, que uno pide por favor que lo dejen ser oposición. No pide, uno, perder las elecciones: pide que lo dejen correr a este Gobierno, cumplir los mandamientos gargarellianos.
Decí que hay tipos que parece que laburan para el Gobierno. Trabajo de contención, le dicen. Son trabajadores zocaleros de TN que ponen "Corte total en la 9 de julio" cuando se festeja el Bicentenario. Tipos que te confirman. La bronca que te da.
Eliascheves.
Me dan bronca, porque yo no quiero cuidar el kirchnerismo. Lo quiero explotar, lo quiero usar, reventarlo, sacarle todo lo que pueda y guardarlo en la repisa.
A veces me pregunto si esa no será la mejor forma de sepultar el kirchnerismo. Tirar la discusión para atrás. Obligar a decirle a alguien "gorila". Cuando Eliaschev escribe que la gente en el Paseo del Bicentenario "mira sin ver nada", ¿no lo dirá a propósito?, ¿no estará, el tipo, esperando que salga uno de esos de los que hay tanto, a decirle gorila?, ¿no esperará la respuesta gonzaliana del sujeto, Escala Brini, el subsuelo de, las patas en la fuente?, ¿no pierde una bocha, ahí, el kirchnerismo?, ¿sabe eso Eliaschev, lo hace de vivo?
La bronca que te da. ¿Sabés lo que tardás en imponer una discusión hacia el interior del kirchnerismo? Siglos, hermano. Siglos para que venga uno y te retrotraiga la cuestión a 1945. Siglos de empujar la carreta con escarbadientes, para que venga este gil a confirmarle una certeza boluda a las viudas del clima destituyente.
Lo peor que le puede pasar al kirchnerismo es convertirse en un bidón de nafta alimentado a fosforitos de tipos que atrasan. Yo soy sarlista. Por eso me enojé con vos, también, Sanz. Porque ponés al kirchnerismo en el lugar que más le gusta: cuando tiene la batalla ganada de antemano. En el mejor lugar para cierto kirchnerismo: en el peor lugar para nosotros. En el lugar donde menos lo podés correr, porque se sienta y no hay con qué darle. Si lo movés, están los otros, y están de verdad: ustedes, los eliascheves, los que se sientan ahí para hacerle la vida más cómoda al kirchnerismo. Yo le quiero romper los huevos al Estado, a las instituciones y a la democracia. Quiero discutir agenda contra agenda.
Ojalá dejen los eliascheves de confirmarle certezas al goriperonismo.
Ojalá un montón de Sarlos te vengan a tocar el timbre. Ojalá Margarita y Ricardito le peguen un tubazo a Martín y te revoleen un tema de agenda por la cabeza.
Decí que hay tipos que parece que laburan para el Gobierno. Trabajo de contención, le dicen. Son trabajadores zocaleros de TN que ponen "Corte total en la 9 de julio" cuando se festeja el Bicentenario. Tipos que te confirman. La bronca que te da.
Eliascheves.
Me dan bronca, porque yo no quiero cuidar el kirchnerismo. Lo quiero explotar, lo quiero usar, reventarlo, sacarle todo lo que pueda y guardarlo en la repisa.
A veces me pregunto si esa no será la mejor forma de sepultar el kirchnerismo. Tirar la discusión para atrás. Obligar a decirle a alguien "gorila". Cuando Eliaschev escribe que la gente en el Paseo del Bicentenario "mira sin ver nada", ¿no lo dirá a propósito?, ¿no estará, el tipo, esperando que salga uno de esos de los que hay tanto, a decirle gorila?, ¿no esperará la respuesta gonzaliana del sujeto, Escala Brini, el subsuelo de, las patas en la fuente?, ¿no pierde una bocha, ahí, el kirchnerismo?, ¿sabe eso Eliaschev, lo hace de vivo?
La bronca que te da. ¿Sabés lo que tardás en imponer una discusión hacia el interior del kirchnerismo? Siglos, hermano. Siglos para que venga uno y te retrotraiga la cuestión a 1945. Siglos de empujar la carreta con escarbadientes, para que venga este gil a confirmarle una certeza boluda a las viudas del clima destituyente.
Lo peor que le puede pasar al kirchnerismo es convertirse en un bidón de nafta alimentado a fosforitos de tipos que atrasan. Yo soy sarlista. Por eso me enojé con vos, también, Sanz. Porque ponés al kirchnerismo en el lugar que más le gusta: cuando tiene la batalla ganada de antemano. En el mejor lugar para cierto kirchnerismo: en el peor lugar para nosotros. En el lugar donde menos lo podés correr, porque se sienta y no hay con qué darle. Si lo movés, están los otros, y están de verdad: ustedes, los eliascheves, los que se sientan ahí para hacerle la vida más cómoda al kirchnerismo. Yo le quiero romper los huevos al Estado, a las instituciones y a la democracia. Quiero discutir agenda contra agenda.
Ojalá dejen los eliascheves de confirmarle certezas al goriperonismo.
Ojalá un montón de Sarlos te vengan a tocar el timbre. Ojalá Margarita y Ricardito le peguen un tubazo a Martín y te revoleen un tema de agenda por la cabeza.
19/5/10
Desafíos para el amor en el Bicentenario
Cuento número 19 de "El amor en tiempos del kirchnerismo".
La fidelidad como construcción.
Desgrabación de la ponencia del del Doctor Michelangello Pichetto, titulada "La fidelidad como construcción", en el marco de la Charla Debate "Desafíos para el amor en el Bicentenario", :
"Compañeros y compañeras:
(...) Vengo, quizás, a discutir la idea que han expuesto los expositores que me anteceden. Ellos han afirmado que la fidelidad es una idea anti-natural, y critican desde la izquierda esa limitación en el accionar amoroso: proponen cierta idea de liberalización de las costumbres sexuales y amorosas. No vengo a refutar esa idea de fidelidad como limitación, sino a reivindicarla como un valor positivo y necesario para la vida en sociedad.
Adhiero a la noción de que la fidelidad es, antes que nada, una construcción humana. Va de suyo que las personas nacen con una serie de impulsos naturales, y me reconozco en la línea evitista-freudiana: donde hay un impulso hay una necesidad de satisfacerlo. Decía que la construcción de la fidelidad en las parejas es una necesidad para la vida en sociedad. De ahí surge la posibilidad de un sistema ordenado de herencia de la propiedad y, nos guste más o menos, la propiedad privada es el fundamento de nuestra sociedad. Esto nos plantea el desafío de construir un orden que regule el acceso a esa propiedad. No quiero con esto quitar el encanto o el romanticismo de las discusiones que me precedieron, sino más bien poner el acento en la cuestión de cómo brindar el marco necesario para que ese romanticismo pueda ser llevado efectivamente a la práctica. Me gustan los poemas y las canciones, pero nuestra tarea como dirigentes es construir el amor realmente existente.
(...)
Y en esa línea sostengo que la fidelidad es un valor necesario para el cumplimiento de dichas expectativas. Es por ello, sin embargo, que debemos ser críticos del actual desarrollo de la implementación de la noción de fidelidad. No quiero moralizar el debate, pero también adhiero a la idea hobbesiana de que la naturaleza del hombre es mala. Es mala en el sentido de que no naturalmente cumple con las reglas establecidas en sociedad, y que individualmente tiende a corromper esos marcos que se da a sí mismo para el correcto desarrollo de la vida social.
Compartido el diagnóstico hobbesiano de que el hombre es un ser esencialmente corrupto, me permito disentir, en cambio, con el remedio. Ahí me vuelvo un gramsciano. Asegura Hobbes que la solución a dicha corrupción es la creación de un Leviathán, un monstruo psicópata que sea capaz de romperle el marote al primero que se haga el piola. Esta idea, compañeros y compañeras, no sólo es falsa sino que es ineficaz. La construcción de una verdadera hegemonía exige algo más que coerción: exige consenso, una palabrita que ha sido bastardeada pero que en su acepción gramsciana implica la construcción de una subjetividad en la sociedad civil por medios consensuales.
(...)
Permítanme el ejercicio teórico de tomar estos conceptos de la política para ser aplicados a las relaciones amorosas. Fracasará quien intente construir una pareja fiel en base a la coerción, como fracasa cualquier gobierno totalitario cuya única relación con la sociedad civil se establece por medios coactivos. La referencia para un ciudadano respecto de su Estado no puede ser, nunca, solamente la policía: necesita ver la escuela, el trabajador social, el partido, la cultura, los símbolos. De la misma manera, la continuidad de una pareja no puede estar dada exclusivamente por la coacción contra la infidelidad, puesto que es la cara menos amable del amor.
Y aquí vinculo las dos cosas que venía diciendo. La fidelidad es una limitación necesaria de la vida amorosa en sociedad, cuyo cumplimiento no ofrece ningún incentivo positivo por ser cumplido. El Estado, a cambio de no apoderarnos de la propiedad privada ajena, nos permite la libertad; pero, al mismo tiempo, nos permite disfrutar de la propiedad propia, valga la redundancia. Pero este concepto no es trasladable a las relaciones sentimentales: no hay incentivos positivos por cumplir el mandamiento de la fidelidad. No sólo que se exige un comportamiento anti-natural, que es necesario, sino que su cumplimiento no otorga beneficios. Cuando exigimos a cada uno de los ciudadanos que no asesine a quien lo fastidia, lo que hacemos es garantizar que el que se ve molestado por nuestra existencia no nos asesine al mismo tiempo. El desafío es construir el incentivo para el cumplimiento del valor de lo fidedigno. Porque es falso que el cumplimiento de la fidelidad propia garantiza automáticamente la fidelidad ajena.
(...)
Lo que aquí vengo a proponer, es un cambio en la concepción de la fidelidad. Martín Caparrós critica la idea de honestismo en política, por la cual un dirigente intenta capitalizar políticamente su base de honestidad. Y asevera que eso no es discutir políticamente: que la honestidad es el grado cero de la política. Yo estoy en algo de acuerdo con esa idea, pero en otra parte disiento. Si un valor no puede ser reivindicado por el sujeto portante, entonces no hay incentivos para comprometerse con ese valor. Si uno no puede recibir el mínimo beneficio de, al menos, jactarse ante su pareja del grado de compromiso que acepta al renunciar a desear y concretar acciones del tipo amoroso nada más y nada menos que con el resto de la población, entonces se exige de una naturaleza humana corrompida y diabólica, una actitud altruista que, compañeros y compañeras, es más anti-natural que la fidelidad misma. Me dirán que es una concepción muy liberal, muy rational-choice, de la naturaleza humana y yo les diré: sí. Y luego les agregaré que, a diferencia de los liberales, también supongo que el sujeto puede actuar por incentivos que no necesariamente tienen que ser materiales.
No quisiera politizar este debate, porque hemos venido a este Congreso a discutir el amor, pero no puedo dejar de expresar mi tesis principal que se vincula con mi experiencia en la vida política: la fidelidad, cual la disciplina partidaria en un recinto legislativo, se construye a base de reparto de incentivos. Exigirle a un legislador que vote contra sus propios intereses a cambio de ningún incentivo es igual de irracional que exigir que un valor como la fidelidad se fundamente de manera exclusiva en la bondad de los seres humanos. Decía que propongo empezar a cambiar, no el concepto en sí de la fidelidad, el cual es necesario y fundacional de la vida en sociedad, sino más bien su instrumentalización. Ser fiel debe tener una contrapartida, un incentivo positivo pero no necesariamente material, que lo vuelva compatible con la naturaleza corrompida de lo humano. La fidelidad debe volver a ser una jactancia, se debe construir en base a la posibilidad de ser reivindicada al interior de la pareja. Debe ser posible que hombres y mujeres, porque no se trata para nada de un argumento de género, lleguen al hogar y relaten con orgullo la cantidad de oportunidades amorosas externas que han rechazado, y dicha conducta deberá ser pasible de un resarcimiento de caracter sentimental: una comida, un beso, una caricia.
Compañeras y compañeros, este es el desafío que nos toca a cada uno como militantes de este espacio, para la construcción de un orden que va desde las leyes hasta la vida diaria de cada uno de nosotros. "Mi amor, no sabés con quién no estuve", deberá ser una frase que no desemboque en peleas y discusiones sino, por el contrario, en grandes demostraciones de afecto, que nos permitan amalgamar nuestro carácter corrompido con nuestra necesidad de cariño. Trabajemos de ahora en más para que reine en nuestro pueblo el amor y la fidelidad.
Muchas gracias, compañeros y compañeras".
La fidelidad como construcción.
Desgrabación de la ponencia del del Doctor Michelangello Pichetto, titulada "La fidelidad como construcción", en el marco de la Charla Debate "Desafíos para el amor en el Bicentenario", :
"Compañeros y compañeras:
(...) Vengo, quizás, a discutir la idea que han expuesto los expositores que me anteceden. Ellos han afirmado que la fidelidad es una idea anti-natural, y critican desde la izquierda esa limitación en el accionar amoroso: proponen cierta idea de liberalización de las costumbres sexuales y amorosas. No vengo a refutar esa idea de fidelidad como limitación, sino a reivindicarla como un valor positivo y necesario para la vida en sociedad.
Adhiero a la noción de que la fidelidad es, antes que nada, una construcción humana. Va de suyo que las personas nacen con una serie de impulsos naturales, y me reconozco en la línea evitista-freudiana: donde hay un impulso hay una necesidad de satisfacerlo. Decía que la construcción de la fidelidad en las parejas es una necesidad para la vida en sociedad. De ahí surge la posibilidad de un sistema ordenado de herencia de la propiedad y, nos guste más o menos, la propiedad privada es el fundamento de nuestra sociedad. Esto nos plantea el desafío de construir un orden que regule el acceso a esa propiedad. No quiero con esto quitar el encanto o el romanticismo de las discusiones que me precedieron, sino más bien poner el acento en la cuestión de cómo brindar el marco necesario para que ese romanticismo pueda ser llevado efectivamente a la práctica. Me gustan los poemas y las canciones, pero nuestra tarea como dirigentes es construir el amor realmente existente.
(...)
Y en esa línea sostengo que la fidelidad es un valor necesario para el cumplimiento de dichas expectativas. Es por ello, sin embargo, que debemos ser críticos del actual desarrollo de la implementación de la noción de fidelidad. No quiero moralizar el debate, pero también adhiero a la idea hobbesiana de que la naturaleza del hombre es mala. Es mala en el sentido de que no naturalmente cumple con las reglas establecidas en sociedad, y que individualmente tiende a corromper esos marcos que se da a sí mismo para el correcto desarrollo de la vida social.
Compartido el diagnóstico hobbesiano de que el hombre es un ser esencialmente corrupto, me permito disentir, en cambio, con el remedio. Ahí me vuelvo un gramsciano. Asegura Hobbes que la solución a dicha corrupción es la creación de un Leviathán, un monstruo psicópata que sea capaz de romperle el marote al primero que se haga el piola. Esta idea, compañeros y compañeras, no sólo es falsa sino que es ineficaz. La construcción de una verdadera hegemonía exige algo más que coerción: exige consenso, una palabrita que ha sido bastardeada pero que en su acepción gramsciana implica la construcción de una subjetividad en la sociedad civil por medios consensuales.
(...)
Permítanme el ejercicio teórico de tomar estos conceptos de la política para ser aplicados a las relaciones amorosas. Fracasará quien intente construir una pareja fiel en base a la coerción, como fracasa cualquier gobierno totalitario cuya única relación con la sociedad civil se establece por medios coactivos. La referencia para un ciudadano respecto de su Estado no puede ser, nunca, solamente la policía: necesita ver la escuela, el trabajador social, el partido, la cultura, los símbolos. De la misma manera, la continuidad de una pareja no puede estar dada exclusivamente por la coacción contra la infidelidad, puesto que es la cara menos amable del amor.
Y aquí vinculo las dos cosas que venía diciendo. La fidelidad es una limitación necesaria de la vida amorosa en sociedad, cuyo cumplimiento no ofrece ningún incentivo positivo por ser cumplido. El Estado, a cambio de no apoderarnos de la propiedad privada ajena, nos permite la libertad; pero, al mismo tiempo, nos permite disfrutar de la propiedad propia, valga la redundancia. Pero este concepto no es trasladable a las relaciones sentimentales: no hay incentivos positivos por cumplir el mandamiento de la fidelidad. No sólo que se exige un comportamiento anti-natural, que es necesario, sino que su cumplimiento no otorga beneficios. Cuando exigimos a cada uno de los ciudadanos que no asesine a quien lo fastidia, lo que hacemos es garantizar que el que se ve molestado por nuestra existencia no nos asesine al mismo tiempo. El desafío es construir el incentivo para el cumplimiento del valor de lo fidedigno. Porque es falso que el cumplimiento de la fidelidad propia garantiza automáticamente la fidelidad ajena.
(...)
Lo que aquí vengo a proponer, es un cambio en la concepción de la fidelidad. Martín Caparrós critica la idea de honestismo en política, por la cual un dirigente intenta capitalizar políticamente su base de honestidad. Y asevera que eso no es discutir políticamente: que la honestidad es el grado cero de la política. Yo estoy en algo de acuerdo con esa idea, pero en otra parte disiento. Si un valor no puede ser reivindicado por el sujeto portante, entonces no hay incentivos para comprometerse con ese valor. Si uno no puede recibir el mínimo beneficio de, al menos, jactarse ante su pareja del grado de compromiso que acepta al renunciar a desear y concretar acciones del tipo amoroso nada más y nada menos que con el resto de la población, entonces se exige de una naturaleza humana corrompida y diabólica, una actitud altruista que, compañeros y compañeras, es más anti-natural que la fidelidad misma. Me dirán que es una concepción muy liberal, muy rational-choice, de la naturaleza humana y yo les diré: sí. Y luego les agregaré que, a diferencia de los liberales, también supongo que el sujeto puede actuar por incentivos que no necesariamente tienen que ser materiales.
No quisiera politizar este debate, porque hemos venido a este Congreso a discutir el amor, pero no puedo dejar de expresar mi tesis principal que se vincula con mi experiencia en la vida política: la fidelidad, cual la disciplina partidaria en un recinto legislativo, se construye a base de reparto de incentivos. Exigirle a un legislador que vote contra sus propios intereses a cambio de ningún incentivo es igual de irracional que exigir que un valor como la fidelidad se fundamente de manera exclusiva en la bondad de los seres humanos. Decía que propongo empezar a cambiar, no el concepto en sí de la fidelidad, el cual es necesario y fundacional de la vida en sociedad, sino más bien su instrumentalización. Ser fiel debe tener una contrapartida, un incentivo positivo pero no necesariamente material, que lo vuelva compatible con la naturaleza corrompida de lo humano. La fidelidad debe volver a ser una jactancia, se debe construir en base a la posibilidad de ser reivindicada al interior de la pareja. Debe ser posible que hombres y mujeres, porque no se trata para nada de un argumento de género, lleguen al hogar y relaten con orgullo la cantidad de oportunidades amorosas externas que han rechazado, y dicha conducta deberá ser pasible de un resarcimiento de caracter sentimental: una comida, un beso, una caricia.
Compañeras y compañeros, este es el desafío que nos toca a cada uno como militantes de este espacio, para la construcción de un orden que va desde las leyes hasta la vida diaria de cada uno de nosotros. "Mi amor, no sabés con quién no estuve", deberá ser una frase que no desemboque en peleas y discusiones sino, por el contrario, en grandes demostraciones de afecto, que nos permitan amalgamar nuestro carácter corrompido con nuestra necesidad de cariño. Trabajemos de ahora en más para que reine en nuestro pueblo el amor y la fidelidad.
Muchas gracias, compañeros y compañeras".
Swingers
Un día como hoy, la blogósfera nacional, popular y rentada decide arrojar al mar cualquier atisbo de seriedad, y entrega a su propia amante -o sea, su blog personal- para ser conducida por un bloggero extraño.
Esta práctica, conocida en el mundo de la sexualidad, la degeneración y la gente fiestera como "swinger", se traslada al mundo de la blogósfera en el marco de las "Jornadas Blogueras de Intercambio Promiscuo por el Bicentenario de la Patria". Así que, compañeros de UDP, nosotros ya lo hicimos con su blog, esperamos que la pasen bien con el nuestro.
Acá arriba les dejo la llave de casa. Es la primera pieza. Con cariño, por favor.
18/5/10
12/5/10
Los habemos contemplativos
"Creer que hay una masa de “intelectualidad de izquierda kirchnerista acrítica”, un conglomerado homogéneo de escribas que comparte esos doce puntos, que apoya al Gobierno haga lo que haga porque lo importante es que puede hacerlo, es tan kirchnerista como suponer que cualquier oposición es destituyente. Señalar un interlocutor es válido: yo creo que puede hacerse mejor, dejando de suponer que, más o menos, todos piensan lo mismo".
En AP.
En AP.
11/5/10
7/5/10
Efecto mariposa oligofrénica: maten al data entry
¿Qué pasa si un boludo, en vez de una m, tipea un b, y oferta títulos de valor por 16.000 millones en vez de 16 millones?, ¿qué pasa si, por eso, el Dow Jones cae 9%?, ¿y si, entonces, se desploma Wall Street? ¿y si los analistas le encajan la caída a la crisis griega?, ¿y si, por eso, el temor al contagio implica aislar más a Grecia?, ¿qué pasa si la solución a eso es el ajuste?, ¿qué pasa si unos tipos salen a decir que no?, ¿qué pasa si el gobierno griego decide que tiene que reprimir esa protesta y en el camino se carga tres tipos?
¿Qué pasaría si las cosas no fueran tan estructurales?, ¿qué pasaría si un día descubriéramos que, en verdad, no fue la crisis griega la que causó tres nuevas muertes, sino un operador que le miró el culo a una secretaria y en vez de una m tipeó una b?
Pasaría que el mundo sería una cosa espantosamente asaroza y anárquica. Maten al data entry o entremos en una espiral de debacle ingobernable. Una mariposa pelotuda aleteó en Wall Street y se cargó tres griegos. O matamos a la mariposa o nos vamos todos al tacho.
4/5/10
Fragmentos de "El dueño"
Leer un libro de quinientas páginas, como el del multipremiado Luis Majul, es sinceramente realizar un esfuerzo sobre humano. Como dijo la compañera Karina Jelinek, somos de la generación que no lee libros. De una obra maestra como la de la Luis, solamente pueden inferirse dos cosas: que es muy larga y que, por lo tanto, tiene razón en todo lo que dice. Cuando uno compra "El dueño", ya sabe que lo que ahí se dice es cierto, de la misma manera que cuando te comprás El quijote tenés que decir que está bueno, si no querés quedar como un ganso. Este blog ha decidido publicar fragmentos de la obra, para que nuestra generación que no lee pueda acercarse a los grandes momentos de la literatura, sin sufrir la tediosa tarea no sólo de comprarlo y leerlo, sino de ir por la calle impunemente con semejante síntoma de capacidades mentales limitadas.
Prólogo.
"Seamos claros, Néstor Kirchner desde siempre aspiraba a la inmortalidad, la dominación del mundo mágico y la limpieza de sangre (siendo él mestizo, ya que su padre era muggle), ya que él creía que sólo los magos y las brujas de sangre pura deberían existir en el mundo mágico y dejar fuera de él a los muggles y a los sangre sucia (una persona que desciende de padres muggles y tiene poderes mágicos). Ese es su ideal, aún llevando sangre muggle en sus venas, pero encontró un obstáculo para sus fines, Luis Majul, o sea yo, quien, siendo apenas un bebé, logró hacer de Néstor Kirchner un ser muy débil, arrebatándole sus poderes y desvaneciendo su cuerpo, reduciendo su existencia a algo apenas sin vida que no se podía valer de sí mismo, tenía que ser ayudado por otra persona o animal. Para adoptar forma física se debía meter dentro del cuerpo de animales o de personas. Nadie sabe cómo logré tal hazaña de bebé, y se las voy a contar al final de este libro mío, que, ojo, tiene 500 páginas no sé si sabían. Tal fue el terror que Néstor engendró entre los habitantes del mundo mágico que éstos evitan pronunciar su nombre." *
La espantosa comedia (o el Infierno según Néstor).
"En julio de 2008, un colega mío fue a realizarle una entrevista al recién derrotado Néstor Kirchner, para preguntarle cosas relevantes, como si tenía miedo, si había usado viagra o si quería darle un mensaje al país. Llamé a este colega, pero me dio ocupado; sin embargo, hablando con el vecino de mi colega, que es el que me alquila una canchita de paddle los jueves, me contó que mi colega entró a Olivos y se asombró de la estructura de la oficina personal de Néstor. Tenía una forma de un cono con la punta hacia abajo y nueve círculos, en los que eran sometidos a castigo los condenados, según la gravedad de los pecados cometidos contra Néstor. En el último círculo, "judesco", había una especie de palacio en el cual se hallaban los que traicionaron a Néstor y allí estaba el mismísimo Kirchner, un demonio de tres cabezas, y dentro de la boca de la principal cabeza se hallaba Pablo Bruera." *
El hombre más malo del mundo.
"Mi tía fue, ayer, al chino de acá a la vuelta, por un poco mayonesa. Mientras le cobraban, los chinos hablaron chinos entre ellos, sospechando que mi tía no hablaba chino. Lo cual es cierto. Sin embargo, mi tía, fanática de las películas de Jackie Chan, y aunque las ve dobladas al español, creyó haber entendido esta historia:
En el corazón del bosque vivían tres cerditos que eran hermanos. Néstor Kirchner siempre andaba persiguiéndoles para comérselos (jeje). Para escapar de Néstor, los cerditos decidieron hacerse una casa. El pequeño la hizo de paja, para acabar antes y poder irse a jugar. El mediano construyó una casita de madera. Al ver que su hermano pequeño había terminado ya, se dio prisa para irse a jugar con él. El mayor trabajaba en su casa de ladrillo. -Ya veréis lo que hace Kirchner con vuestras casas- riñó a sus hermanos mientras éstos se lo pasaban en grande. Néstor salió detrás del cerdito pequeño y él corrió hasta su casita de paja, pero Néstor sopló y sopló y la casita de paja se derrumbó. Néstor persiguió también al cerdito por el bosque, que corrió a refugiarse en casa de su hermano mediano. Pero Néstor sopló y sopló y la casita de madera derribó. Los dos cerditos salieron pitando de allí. Casi sin aliento, con Néstor pegado a sus talones, llegaron a la casa del hermano mayor. Los tres se metieron dentro y cerraron bien todas las puertas y ventanas. Con una escalera larguísima Néstor trepó hasta el tejado, para colarse por la chimenea. Pero el cerdito mayor puso al fuego una olla con agua. Néstor descendió por el interior de la chimenea, pero cayó sobre el agua hirviendo y se escaldó. Escapó de allí dando unos terribles aullidos que se oyeron en todo el bosque. Se cuenta que nunca jamás quiso comer cerdito." *
La mazorca ataca de nuevo: un choclo en la popa del periodismo.
"Ayer se me enfermó Sánchez, mi perro. Lo llevé a la veterinaria, que estaba con mucho trabajo, porque había una epidemia de enfermedades perrunas que ni te cuento. Fue así que una señora de sesenta y siete años, que quería hacer revisar a su canario porque pronunciaba mal la ese, me relató el siguiente suceso en la sala de espera. Una vez, Néstor Kirchner, el Juez Oyarbide, Lázaro Baez y un par más de testaferros agarraron a un periodista republicano, honesto, independiente y blanco y liaron sus piernas en ángulo a los cuatro pies de la mesa volcando su cuerpo boca abajo.
- Primero degollarme que desnudarme, infame canalla, les dijo el periodista.
Sus fuerzas se habían agotado; inmediatamente quedó atado en cruz y empezaron a desnudarlo. Entonces un torrente de sangre brotó borbolleando de la boca y las narices del joven y extendiéndose empezó a caer a chorros por entrambos lados de la mesa. Los sayones quedaron inmobles y los espectadores estupefactos.
- Reventó de rabia el salvaje periodista independiente -dijo uno.
- Tenía un río de tinta libre y soberana en las venas -articuló otro.
- Pobre diablo; queríamos únicamente divertirnos con él y tomó la cosa demasiado a lo serio -exclamó el juez Oyarbide frunciendo el ceño de tigre-. Es preciso dar parte, desátenlo y vamos." *
Los cuatro pingüinos del Apocalipsis.
"Un día me fui a México con mi mujer, cansado de las persecuciones del kirchnerismo, y también un poco cansado de no recibir nunca una agresión, porque esto de ser un periodista perseguido sin que te persigan, tampoco es fácil, le decía a mi psicóloga el otro día. La cuestión es que estoy en México, y se me da por probar unos hongos raros que le compré a un chamán en el aeropuerto. Y resulta que tuve la siguiente visión: vi que el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir con una voz como de trueno: «¡Ven!». Miré, y vi un pingüino blanco. El que lo montaba tenía un arco y le fue dada una corona, y salió venciendo y para vencer. Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: «¡Ven!». Salió otro pingüino, de color rojizo. Al que lo montaba le fue dado poder para quitar la paz de la tierra y hacer que se mataran unos a otros. Y se le dio una espada muy grande. Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: «¡Ven!». Miré, y vi un pingüino negro. El que lo montaba tenía una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: «Dos libras de trigo por un denario y seis libras de cebada por un denario, pero no dañes el aceite ni el vino». Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente que decía: «¡Ven!». Miré, y vi un pingüino amarillo. El que lo montaba tenía por nombre Néstor Kirchner, y el Hades lo seguía: y les fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad y con las fieras de la tierra". *
Prólogo.
"Seamos claros, Néstor Kirchner desde siempre aspiraba a la inmortalidad, la dominación del mundo mágico y la limpieza de sangre (siendo él mestizo, ya que su padre era muggle), ya que él creía que sólo los magos y las brujas de sangre pura deberían existir en el mundo mágico y dejar fuera de él a los muggles y a los sangre sucia (una persona que desciende de padres muggles y tiene poderes mágicos). Ese es su ideal, aún llevando sangre muggle en sus venas, pero encontró un obstáculo para sus fines, Luis Majul, o sea yo, quien, siendo apenas un bebé, logró hacer de Néstor Kirchner un ser muy débil, arrebatándole sus poderes y desvaneciendo su cuerpo, reduciendo su existencia a algo apenas sin vida que no se podía valer de sí mismo, tenía que ser ayudado por otra persona o animal. Para adoptar forma física se debía meter dentro del cuerpo de animales o de personas. Nadie sabe cómo logré tal hazaña de bebé, y se las voy a contar al final de este libro mío, que, ojo, tiene 500 páginas no sé si sabían. Tal fue el terror que Néstor engendró entre los habitantes del mundo mágico que éstos evitan pronunciar su nombre." *
La espantosa comedia (o el Infierno según Néstor).
"En julio de 2008, un colega mío fue a realizarle una entrevista al recién derrotado Néstor Kirchner, para preguntarle cosas relevantes, como si tenía miedo, si había usado viagra o si quería darle un mensaje al país. Llamé a este colega, pero me dio ocupado; sin embargo, hablando con el vecino de mi colega, que es el que me alquila una canchita de paddle los jueves, me contó que mi colega entró a Olivos y se asombró de la estructura de la oficina personal de Néstor. Tenía una forma de un cono con la punta hacia abajo y nueve círculos, en los que eran sometidos a castigo los condenados, según la gravedad de los pecados cometidos contra Néstor. En el último círculo, "judesco", había una especie de palacio en el cual se hallaban los que traicionaron a Néstor y allí estaba el mismísimo Kirchner, un demonio de tres cabezas, y dentro de la boca de la principal cabeza se hallaba Pablo Bruera." *
El hombre más malo del mundo.
"Mi tía fue, ayer, al chino de acá a la vuelta, por un poco mayonesa. Mientras le cobraban, los chinos hablaron chinos entre ellos, sospechando que mi tía no hablaba chino. Lo cual es cierto. Sin embargo, mi tía, fanática de las películas de Jackie Chan, y aunque las ve dobladas al español, creyó haber entendido esta historia:
En el corazón del bosque vivían tres cerditos que eran hermanos. Néstor Kirchner siempre andaba persiguiéndoles para comérselos (jeje). Para escapar de Néstor, los cerditos decidieron hacerse una casa. El pequeño la hizo de paja, para acabar antes y poder irse a jugar. El mediano construyó una casita de madera. Al ver que su hermano pequeño había terminado ya, se dio prisa para irse a jugar con él. El mayor trabajaba en su casa de ladrillo. -Ya veréis lo que hace Kirchner con vuestras casas- riñó a sus hermanos mientras éstos se lo pasaban en grande. Néstor salió detrás del cerdito pequeño y él corrió hasta su casita de paja, pero Néstor sopló y sopló y la casita de paja se derrumbó. Néstor persiguió también al cerdito por el bosque, que corrió a refugiarse en casa de su hermano mediano. Pero Néstor sopló y sopló y la casita de madera derribó. Los dos cerditos salieron pitando de allí. Casi sin aliento, con Néstor pegado a sus talones, llegaron a la casa del hermano mayor. Los tres se metieron dentro y cerraron bien todas las puertas y ventanas. Con una escalera larguísima Néstor trepó hasta el tejado, para colarse por la chimenea. Pero el cerdito mayor puso al fuego una olla con agua. Néstor descendió por el interior de la chimenea, pero cayó sobre el agua hirviendo y se escaldó. Escapó de allí dando unos terribles aullidos que se oyeron en todo el bosque. Se cuenta que nunca jamás quiso comer cerdito." *
La mazorca ataca de nuevo: un choclo en la popa del periodismo.
"Ayer se me enfermó Sánchez, mi perro. Lo llevé a la veterinaria, que estaba con mucho trabajo, porque había una epidemia de enfermedades perrunas que ni te cuento. Fue así que una señora de sesenta y siete años, que quería hacer revisar a su canario porque pronunciaba mal la ese, me relató el siguiente suceso en la sala de espera. Una vez, Néstor Kirchner, el Juez Oyarbide, Lázaro Baez y un par más de testaferros agarraron a un periodista republicano, honesto, independiente y blanco y liaron sus piernas en ángulo a los cuatro pies de la mesa volcando su cuerpo boca abajo.
- Primero degollarme que desnudarme, infame canalla, les dijo el periodista.
Sus fuerzas se habían agotado; inmediatamente quedó atado en cruz y empezaron a desnudarlo. Entonces un torrente de sangre brotó borbolleando de la boca y las narices del joven y extendiéndose empezó a caer a chorros por entrambos lados de la mesa. Los sayones quedaron inmobles y los espectadores estupefactos.
- Reventó de rabia el salvaje periodista independiente -dijo uno.
- Tenía un río de tinta libre y soberana en las venas -articuló otro.
- Pobre diablo; queríamos únicamente divertirnos con él y tomó la cosa demasiado a lo serio -exclamó el juez Oyarbide frunciendo el ceño de tigre-. Es preciso dar parte, desátenlo y vamos." *
Los cuatro pingüinos del Apocalipsis.
"Un día me fui a México con mi mujer, cansado de las persecuciones del kirchnerismo, y también un poco cansado de no recibir nunca una agresión, porque esto de ser un periodista perseguido sin que te persigan, tampoco es fácil, le decía a mi psicóloga el otro día. La cuestión es que estoy en México, y se me da por probar unos hongos raros que le compré a un chamán en el aeropuerto. Y resulta que tuve la siguiente visión: vi que el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir con una voz como de trueno: «¡Ven!». Miré, y vi un pingüino blanco. El que lo montaba tenía un arco y le fue dada una corona, y salió venciendo y para vencer. Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: «¡Ven!». Salió otro pingüino, de color rojizo. Al que lo montaba le fue dado poder para quitar la paz de la tierra y hacer que se mataran unos a otros. Y se le dio una espada muy grande. Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: «¡Ven!». Miré, y vi un pingüino negro. El que lo montaba tenía una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: «Dos libras de trigo por un denario y seis libras de cebada por un denario, pero no dañes el aceite ni el vino». Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente que decía: «¡Ven!». Miré, y vi un pingüino amarillo. El que lo montaba tenía por nombre Néstor Kirchner, y el Hades lo seguía: y les fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad y con las fieras de la tierra". *
1/5/10
Justicia poética
Un día como hoy, pero hace un ratito, falleció el señor que está al lado de la Señora en la foto: Alfredo Fernández, ex intendente de Olavarría, ciudad natal de quien les habla, de 1952 a 1955.
"El 14 de noviembre de 1951 se realizaron elecciones generales. El Partido Peronista obtuvo 10.344 votos y la Unión Cívica Radical 8706, se duplicó la cantidad de electores y la diferencia entre ambas listas fue marcada ya que era la primera elección con participación femenina. Resultó electo Alfredo Fernández, del gremio del cemento de Sierras Bayas, quien había sido delegado Regional de la CGT. Precisamente su candidatura era impulsada por la central sindical. Con él ingresaron en el Concejo Deliberante nuevos ediles, todos de extracción gremial como Víctor Giri (medico), Celestino Giacotto (la Fraternidad), Juan B. Lorenzo (Ferroviario), Eliseo B. Lopez (delegado regional de la CGT), Armando Tolosa (Union Obrera Molinera), Tito Allogia (Ferroviario de Hinojo), Jose Lerchundi (Sindicato de Quimicos de Sierras Bayas) y Bartolo Conforti (Sindicato de Cal y Piedras de Sierras Bayas)". (Aquí).
El compañero Alfredo Fernández terminó la obra de nuestro bonito Balneario Municipal...
...para que mojen en él, sus patas todos los compañeros trabajadores. Quienes, por supuesto, pudieron disfrutar de sus fines de semana gracias al avance que significó la electrificación de la zona industrial olavarriense, que además proveyó de energía eléctrica a muchas ciudades industriales del resto del país.
Trabajo + derechos, la fórmula implacable: justicia poética que justo nos haya dejado este 1° de Mayo, Día del Trabajador. Salud, compañero.
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