Dicen, los diarios, que cambiar la ley electoral ha sido la primera reivindicación clara y contundente. Entonces ya hay una linda diferencia con el 2001. Una diferencia que es valiosa. Una diferencia que me permite arrojar que, si este es el objetivo que termina prevaleciendo (por encima de “democracia real”, de “nuestro futuro”, de “la revolución de las redes sociales”), no sé si estamos en presencia de una revolución, pero sí estamos frente a un suceso mucho más rico, complejo y posiblemente más beneficioso para España.
Hacia una internacional anti «woke»
Hace 1 hora.
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