El Coto Lengo.
escribe Selling Hume,
especial para Burbujas.
Tío Cámpora querido,
Las internas a puertas cerradas han muerto: ¡vivan las internas! Los periódicos, convertidos en arena romana de disputas opositoras. Un gran supermercado Coto de facciones y fricciones. El supermercado mediático, eso sí, juega. Dispone góndolas. Y las quita. Sus gerentes deciden qué productos van adelante y cuáles quedan ocultos, en el depósito. Remarcan, los gerentes. Los diarios, tío Cámpora querido, mutaron en folletos de supermercados completos. De comestibles y, en especial, de políticos.
El pan radical, sin levadura
Desde Arenales y Callao, la fundadora de la línea Sangre, Sudor y Lágrimas, Elisa Carrió, sube al equino ACyS y da la última arenga antes de la Batalla Final. La Señora Go flamea la cabeza de Binner, el Sereno, y manda un mensaje a los ex-alineados K. La Señora Go no quiere mostrar debilidades luego de la afrenta de Chascomús, donde quedó herida de bala alfonsinista. El kirchnerismo ejecutó a abrazos el billete de seis pesos del Diálogo. Ampliaremos.
Sería grosera y despiadada la metáfora del elefante en el bazar. Pero la estrategia de Carrió, tío Cámpora querido, pretende implosionar las bases del ACyS. La Señora Go ubicó al tándem Binner, Ricardito y Stolbizer y los abofeteó como a Los Tres Chiflados. La Señora Go, tío Cámpora, juega las veces de Shemp. Entra unos capítulos y luego desaparece. Todavía hay Códigos en la política argentina. Nadie dice adónde va, pero todos lo saben. Nadie quiere caer al túnel con ella. Esperan que choque, sola, contra la Urna.
El Fantasma Radical, que nunca muere, todavía la persigue. Despierta a las 6, reza en el cuarto de Arenales destinado a la Vírgen, Unidad Básica María Vence. Sufren los productores radiales para que la Vírgen no conteste, y la Señora Go pueda dar las notas pautadas. Su pequeño y decreciente séquito que casi está constituido sólo por Adrián Pérez, el Sobreviviente, se alista por si la Vírgen está despierta y hay que entrar a reemplazar. La señora Go, tío Cámpora querido, todavía confía en las tecnologías de radiodifusión.
Evangeliza ella, justo ella, y transmite la línea de acción de su militancia por radio. La Guerra Santa, tío Cámpora querido, se juega en todos los cielos. Con, o sin, hinchada visitante.
Margaret Magoo, o Margarita Stolbizer para los desconocidos, comenzó el Operativo Desmarque: aguanta de espaldas a la UCR e intenta escaparse por la izquierda. La socialdemocracia radical, tío Cámpora querido, quiere jugar el partido de la alternativa. Kirchnerismo sin Néstor ni Cristina. Kirchnerismo sin Poder. Pinosolanismo con estructura partidaria. Sueña, Margaret, con ser la Primera Dama de Ricardito. La que termine de enterrar a la Señora Go, la que la acusó de aliancista. Los muertos del 2001, tío Cámpora querido, gozan de buena salud. Son mochilas de plomo que se arrojan unos a otros en la interna radical. ¿Quién le pondrá el cascabel al gato?
Todos saben quién, por lo menos, no será. Julio Cobos, el Intrascendente, apuesta a ver pasar los cadáveres de sus enemigos. Bromean, muchos, con que el Intrascendente es Bruce Willis: verá muertos, intuyen, porque ya lo está.
A la receta del panradicalismo, tío Cámpora querido, le sobra sal, harina y contundentes golpes de horno de la Señora Go. Lo que nadie sabe, hasta hoy, es quién aportará la levadura electoral. Dice Fuentes que, en Balcarce 50, son adictos a devorar panes con falta de cocción.
El paria
Reutemann, el Fotografiado, se comporta como el niño bonito del grupo de amigos que sale a bailar la primera vez. La fobia a debutar, tío Cámpora, le interrumpe sus sueños tranquilos de niñez, Productor, Armstrong, Las Parejas. Duhalde se viste de tío jodón, ante la -nunca mejor dicho- inquisidora mirada de Chiche, la Católica, y toma de la mano al Fotografiado para llevarlo a debutar al lujoso cabaret del Poder. Pero el Fotografiado se escabulle a un retiro en las playas. Al Fotografiado el mar calmo y la estática arena lo despejan. Y lo espejan, también. Nuestra Fuente, Beto Fuentes, pasillea el Congreso al rescate de reacciones. El Fotografiado, dice Fuentes, estaba destinado a ser el tapón de la bañadera opositora, y su ausencia envía a todos, nuevamente, a las cañerías atiborradas de fango. Ampliaremos.
Lo insultan, al Fotografiado, telefonean a Mimicha, y ella responde, en exclusiva, por su blog. Le ofrecen dinero y hasta galerías de arte, para exponer. Su asistente le avisa de las actualizaciones del blog. Transpira.
El Fotografiado ha caído en un lugar peor que el destierro. El hombre que no concreta es un paria social. Fuentes nos informa la crueldad de los apodos con los que lo denigran. El Fotografiado es, apenas, una suposición. De los despachos resuenan risotadas cuando se refieren a su intelecto. Es corto, dicen, como polvo de ascensor. Sartreano crítico, lo intelectualizan: pudo Ser y optó por la Nada.
El Fotografiado siente que, si no se mueve, ni la Espada de Mimicha (la Cerbero del Negativo), ni la Pared de Duhalde lo van a rozar. El Fotografiado no comprende que el camino del cementerio político está plagado de vendedores de billeteras hechas a base de cocodrilos remolones.
La resignación, tío Cámpora querido, es una forma de la Cobardía.
Nos paran
Durán Barba, el Titiritero, fundió dos Blackberrys nuevas. No le alcanza, asegura, para seguir los batallones de Twitter que puso en marcha. El Titiritero impulsa el desembarco en la Normandía 2.0. La Blackberry, por si lo desconocías, tío Campora querido, es el mascarón de proa de los Amarillos. El PRO. El equipo Amarillo quiere jugar más corto y ordenado, pero maradonianamente. Sin mediocampo. Divide sus líneas entre Defensores y Atacantes.
Plantaron a Rodríguez Larreta, el Velorio Planner, como pararrayos de las acusaciones. El Velorio Planner está dispuesto a absorber, a cambio, eso sí, de acumular. Los Defensores son una casta que se define, tío Cámpora querido, por un resentimiento visceral por los Atacantes. Las gabrielas, los marquitos, los alejandros. Los llaman, sin eufemismos, Los Inútiles. Les monitorean la cantidad de horas en Twitter. Las vuelcan en informes, y los archivan. La materia prima de la política, tío Cámpora querido, son Las Carpetas.
El affaire Franco dejó a Mauricio sin aire. Fue un golpe, no bajo, sino a la nuez de Adán. Franco se cobra viejas deudas. Mauricio lo sabe y no es a eso a lo que le teme. Tiene, como todos, Carpetas para él. El bunker Amarillo, convencido de los hilos K tras la causa, se pregunta qué sabe el kirchnerismo sobre Franco. Y teme. Los Defensores temen que Los Inútiles entretengan demasiado la pelota, con sendas dosis de Buena Onda y Espíritu Positivo, y la causa se los lleve puesto a todos. Mientras El Titiritero huye, como el vendedor de monorrieles de Los Simpsons, con algunas bolsas de dinero y la satisfacción de la estafa cumplida. A la grande, tío Cámpora querido, tal vez le pongan Cuca.
Salude de mi parte a Jauretche y dígale, tío Cámpora querido, que en la política argentina hay una sola frazada, y está en Olivos. El Invierno, en cambio, abunda.
Selling Hume,
especial para Burbujas.