Las verdaderas juras

Listo, está terminando la cháchara de las juras. Ahora, las verdaderas, las que se escribió cada uno y no se animó a leer.

Néstor Kirchner: juro por Dios, je, la Patria y estos Santos Evangelios, je, desempeñar fielmente el cargo de diputado. Juro también crear un clima de paz para este país, un clima de consenso. Un consenso con todos los que quieren venir, ¡menos con esos que no nos perdonan!, ¡que no nos perdonan haber abierto las causas de los militares!, ¡menos con esos que no nos perdonan la soberanía!, nosotros tenemos la calle, ellos tienen este lugar, este lugar que tarda doscientos años en sacar una resolución, pero nosotros tenemos la calle, y ahí vamos a construir el consenso...¡no en los diarios, no en los diarios que no nos perdonan haber abierto la pluralidad de medios!, ¡no en los que no dudaron en apoyar a los monopolios!, ¿qué te pasa Carrió, estás endiosa?, ¿qué te pasa Magnetto, vendés menos diarios?, no, muchachos, juro sobre estos Santos Evangelios contribuir al clima de diálogo y consenso...

Elisa Carrió: juro por Dios...ese señor de barbeta, que me llamó al celu hoy a la mañana y me dijo: "Elisa, jurá por mí jurá", porque habla en sanguche (guiño hacia el costado), juro por Él defender la causa de la república. Juro escribir a todas las embajadas de todos los países existentes y a las embajadas de los países por venir, juro pedir el código postal de todas las provincias del mundo que estén por separarse para escribirles cartas a futuro pidiendo por la democracia, porque yo no voy a ahorrar esfuerzos (guiño hacia el costado). Juro no ahorrar esfuerzos para destruir mi propio bloque en tiempo récord: juro ante el pueblo, ante esta audiencia televisiva, que para mi es como el pueblo, incendiar mediáticamente no sólo al oficialismo, sino a mis propios seguidores, como es costumbre en mi accionar político arendtiano (guiño hacia el costado). Juro quemar para toda la eternidad la carrera de Adrían Pérez y juro que le voy a romper tanto las guindas a Prat Gay que va a terminar militando en La Cámpora (guiño hacia el costado).

Claudio Lozano: juro por Dios, el representante de Claudio Lozano en el Cielo, desempeñar con autonomía absoluta mi cargo de diputado. Juro que voy a ser tan, pero tan autónomo, que el menor signo de organicidad arderá en mis entrañas como arde la tierra sanjuanina ante el accionar de la Barrick Gold. Juro ante mi auto-biografía "Claudio, el que tenía razón", no votar ningún proyecto de acá hasta que me muera, salvo aquellos que hayan sido pensados, diseñados, redactados, tipeados, membreteados, fotocopiados y distribuidos por mi sola persona. Juro, también, correr el arco de los proyectos de todos los demás hasta tan pero tan afuera de la cancha, que la revolución en Argentina no sea con la toma del Palacio de Invierno sino con un proyecto que empiece en declarar patrimonio histórico a una estatua y termine con la expropiación de todos los medios privados de producción y el nombramiento de Claudio Lozano, o sea yo, como líder de toda la Argentina progresitas.

Agustín Rossi: mi jura será breve. Juro por mi vieja y estos Santos Evangelios, que yo no creí que este tipo fuera asumir. Juro por la Patria que extraño los días que sesionaba en Rosario en el Concejo Deliberante, terminaba y me iba a comer una truchita al lado del río. Juro por Dios que tengo ganas de llorar por las angustias futuras, por los gritos de Néstor a las cuatro de la mañana, por las miradas que me va a cruzar, por las reuniones del bloque. Juro que le dejaría el cargo en este instante al mozo que me está sirviendo café.

Gabriela Michetti: juro por la buena onda, por el Cardenal Bergoglio y juro también, a pesar de los sucesos de los últimos días, por Cumbio. Juro porque seamos un país re lindo, donde entremos todos. Donde entren los que quieren hacer las cosas bien y no los que quieren hacer las cosas mal. Donde pasen cosas buenas, ¡todo el tiempo!, ¿entienden? Es así, estuve en un curso en Estados Unidos, con el Rabino Bergman, ¡que tipo es judío!, y nos vinimos con la misma sensación: hay que hacer que las cosas que están mal, estén bien. Yo re juro por eso, re juro porque las cosas que pasen que estén mal, empiecen a estar bien.

Diana Conti: ¡yo juro por todos los que la tienen adentro!, ¡juro por los miles de Tottis Pasman de la política que la van a tener que seguir chupando dos años más!, ¡y juro también por la manga de gatos que me invitan a los programas de televisión, y cuando digo gatos me refiero a mulos, no solamente al gato de Silvestre, que por tener ese apellido se lo van a confundir todos con un gato!, ¡No, la concha de la lora, no!, ¡juro por todos los gatos, todos los mulos de los periodistas, cargasobres que no las tienen bien puestas para bancarse un mano a mano!, ¡Segurola y La Habana, Toresani, a ver cuánto me durás!

Fernando Iglesias: juro por Dios, la Patria y estos Santos Evangelios, oponerme de aquí en más a todos los sucesos de la vida misma. Juro que si sale el Sol y se derrite la Ciudad, vendré a este recinto de bufanda, camperón, pulover de lana de los del Norte y las pantuflas de los muñecos que te abrigan un montón. Juro que cada vez que Néstor Kirchner hable, pediré la palabra yo y diré todo lo contrario. Juro que si Néstor pide un vaso de agua, pediré la palabra para pedir que le traigan coca light, y juro que si ustedes quieren levantar una sesión, aún cuando hayamos votado y resuelto todos los dramas de la Argentina, yo me opondré a levantar la sesión y no me importará quedarme acá todo el verano. Porque mi mujer tampoco me soporta mucho, con esto de que me ando oponiendo. Juro que si voy por la calle y me piden fuego, yo voy a tener una pistolita de agua; juro que si el semáforo está en rojo yo pasaré como el que más, y juro y re contra perjuro que voy a ir a ver La Lista de Schindler y me re voy a cagar de risa cuando todos lloren. Y haré lo mismo con Bambi. Juro por mi humanidad entera que voy a oponerme a todo. Incluso, señor Presidente, me opongo a que se me tome este juramento. Y también a que no se me tome. Gracias Señor Presidente.