25/3/08

Te equivocaste, Marx

Te equivocaste. La propiedad privada no era lo importante: la clave era la explotación. A la clase dominante no le importaba tanto acumular propiedad privada como explotar, como hacer sangrar a los dominados. No, no son fetichistas de los placeres que les otorgan sus pertenencias: la propiedad privada es apenas la frutilla del postre, un ratito más de goce para cuando se acaba la explotación. Es el último tiro a un cádaver.


Si vos vivieras, te hubieras dado cuenta que un capitalista no defiende a muerte la propiedad privada: defiende su necesidad de chuparse toda la sangre de los demás. Del conjunto “propiedad privada” la parte que le gusta es la de privar: ama lo que tiene no por poseerlo, sino en tanto que priva al otro de que lo disfrute. Si prefiere arrojar lo que produce al suelo antes que alimentar a sus hermanos hambrientos. Si no hacen lo que yo quiero, ustedes van a ver por la televisión el espectáculo pornográfico de cómo arrojo lo que a todos ustedes les falta. Sino dejan que yo siga acumulando sin límites, sino dejan que plante toda la soja que yo quiera en todos los lugares que yo quiera destruyendo la diversidad de cultivos necesaria para el futuro, sino me dejan destruir las bases de este país, entonces se van a morir de hambre, y ahí si me voy a dar el último gusto de disfrutar de lo privado de mi propiedad.


Marx, te equivocaste, por lo menos con el capitalismo argentino. La propiedad privada no es el punto nodal de este sistema: aquí las cosas funcionan de otra manera. Funcionan en base a prejuicios, funcionan de acuerdo al gusto por la explotación, a la naturalización de esa relación de dominación. Te equivocaste, Marx, cuando a estos tipos les tocás su derecho que suponen legítimo a explotar a los demás, ya no les interesa la propiedad privada y son capaces de agujerear camiones que transportan maíz. La propiedad privada no es la clave en este debate: acumular es apenas el postre de una cena que se están comiendo unos pocos.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

No se si se equivocó, no creo, es que los tiempos cambiaron, tampoco importa la propiedad de los medios de producción, sino la pesesión, tal cual pasó en el neoliberalismo con la llamada "terciarización". La que se viene compañero...

Tomás dijo...

Que se venga la que se venga... hace tiempo que no pasaba nada acá...

Anónimo dijo...

Jajaja, vos sos de los optimistas, como yo...

Humanoide dijo...

Locos

Tomás dijo...

Gracias Humanoide. Me gustó tu blog.

Sweet carolain dijo...

Hay que abolir la propiedad privada lo dije y lo sostengo.

Andrea dijo...

Abolir la propiedad privada? eh?

Anónimo dijo...

la propiedad privada es un robo.

Fidelino dijo...

Me encanto genial!!!.
Nos mataron cuando nos sacaron el Oficio nos hicieron parte del engranaje ahi perdimos la guerra y nosotros muy pelotudos nos conformamos con los sindicatos que nos defendian...
Que boludos que fuimos por dios!!!