6/3/08

Marx y El Zorro

1- Prometo que esta es la última vez que hago un chiste con el Zorro. Es que la insistencia con el personaje hace suponer una campaña sucia de esta revista, levantando sospechas a poco tiempo de las elecciones. Pero no es así.

2- Don Diego de la Vega vuelve de una de sus tantas aventuras. Ha salvado a una serie de sirvientes de la tiranía del Capitán Monasterio. De la Vega reconoce que parte de su trabajo como Zorro, de impartir justicia, es cultivarse intelectualmente. Le ha llegado desde Europa una caja con varios libros y algunos periódicos. Diego llama a su ayudante mudo y le pide un vaso de brandy. Se sienta en un sillón comodísimo, frente a un fuego preparado especialmente para él, y abre los primeros dos libros. Le aburren inmediatamente y los abandona. Está pensando en irse a dormir, pero elige quedarse despierto un rato más. La hacienda de los de la Vega siempre posee actividad hasta tarde, una costumbre heredada de sus raíces españolas. Revolviendo esa caja con libros, uno le llama la atención. ´´El Manifiesto Comunista´´, de un tal Karl Marx. La portada es más bien sencilla, pero es la frase inicial, aquello del fantasma que recorre Europa, lo que atrae la atención del joven justiciero. De la Vega es un gran lector y devora con ansias el libro en cuestión. No es demasiado largo, y horas después se encuentra pegado a la ventana, mirando la neblina que recurre la estepa que lo separa del pueblo de California, reflexionando.

3- Diego de la Vega se pregunta si no está poniendo una curita en un hombre que se desangra. Acaba de descubrir que, quizás, es funcional a un sistema de explotación que siempre ha querido combatir.

4- Soy un reformista, piensa, una forma de opio del pueblo que hace descansar la posibilidad de la redención de las masas en un tipo enmascarado, un vanguardismo infantil y voluntarista que no conduce a nada. Como si la lucha de clases, piensa Diego, se terminara porque le marque una Z en la panza al Sargento García. Quizás es mejor, pensó el Zorro, dejar de recubrir las cadenas de la opresión con falsos ídolos como yo: quizás la conciencia de la ignominia venga de ver las cadenas como realmente son.

5- Diego se sabe poseedor de los medios de producción en su hacienda. Es un eslabón más en la cadena de expropiación del capital que los verdaderos productores de la riqueza han sufrido desde el momento de la acumulación originaria. Y de qué vale, reflexiona Diego, frenar los latigazos de un patrón a sus esclavos: ¿acaso no es mejor enfrentarlos con la verdadera realidad?, ¿acaso no descubrirán así, mejor, su verdadera condición de clase?. Se cuestiona si frenar una injusticia no es darle la falsa ilusión a las masas de que hay una posibilidad de salvación dentro de este sistema que es, por naturaleza, injusto. Si frena los latigazos, ¿por qué no frenar el sistema injusto de salarios?, ¿por qué no terminar con la mediación superflua de la figura del capitalista?, ¿por qué no frenar, acaso, la apropiación de la plusvalía?. El Zorro se pregunta hasta qué punto puede frenar una injusticia manifiesta sin ir hasta sus causas más ocultas.

6- Don Diego de la Vega se acuesta pensando. Su última mirada fue para un campesino de su hacienda que recién se levantaba para arar la tierra. Se preguntó si no sería mejor una masa anónima de zorros que un superhéroe anónimo que justifica el sistema.

7- El Capitán Monasterio ha decidido colgar en la plaza a dos indigentes. La gente asistió a la ejecución no tanto por el placer de la sangre, sino para ver de qué manera El Zorro liberaría a los condenados. Cuando la soga terminó con la vida de ambos, la desilusión se hizo carne en cada uno de ellos.

8- Ese día El Zorro no apareció. Nunca nadie volvió a verlo.


Publicado en La Paloma Mensajera.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Pri

Che, muy bueno. Sabés que una vz hice el mismo análisis sbr eel zorro, pero para tratar de descifrar cuál era el mensaje de la serie. Y sí, es un toque lbeal, el héroe anónimo, pero ico, cual Batman, el burgués generoso o solidario, porque en definitiva el tipo era un hacendado y tnía sirvientes. No obstante, tu final muestra que aunque sean parches, sirven, porque sino esta sociedad injusta sería mucho más oscura...

Anónimo dijo...

a mi me caía mejor el Chabo

Tomás dijo...

Tomás: gracias por el comentario. A mí el mensaje de la serie siempre me pareció demasiado ambiguo, como que cuando había que jugársela por una revuelta posta, campesina -como la de Joaquín Castañeda (jaja, la dan en el trece y me la clavo todos los días) nunca se animó a dar el paso.

Anónimo: en un capítulo del Chavo, el que juegan al fútbol américano en un baldío, hay una esvástica en la pared. ¿Mensaje subliminal?

Tomás dijo...

Me quedó una cosa dando vueltas, no es que quiera abultar mi escaso número de comentarios...
Acerca de que "si no existieran éstos parches esta sociedad injusta sería mucho más oscura", yo creo que ahí está el verdadero problema con El Zorro, que actúa como religión, como opio del pueblo, como válvula de escape. Yo creo en cierta idea guevarista, o de Lumumba también, de que cuanto peor mejor, de que para llegar a una revuelta es necesario que el sistema no pueda continuar emparchándose...no sé, me parece

silvana melo dijo...

Bueno, además de abultar los comentarios -cosa que siempre es muy buena cuando uno tiene un blog- quiero aclararte que sí soy la misma que escribe en El Popular. Sé que eso puede ser un atenuante o un terrible agravante, según quién seas. Pero bueno, me tocó ser esto. Raskolnicov, espero que no mates ninguna vieja por ahí. Y si lo hacés, matá alguna de las indeseables, que hay unas cuantas.

silvana melo dijo...

Ah!! La parábola del Coco Ameli es espectacular. Yo también sentí que algo enorme se había devorado a ese pobre tipo.
Es bueno haber descubierto este espacio.
Gracias

Tomás dijo...

Gracias por el comentario, Silvana. No resulta ningún atenuante ni agravante un simple lugar de trabajo. Después de todo, se pueden hacer cosas buenas y malas en lugares buenos y malos. Era simple curiosidad, saber si se trataba de la misma persona. Saludos!

Fidelino dijo...

Muy bueno en serio, muy bueno...
Si abre visto al zorro de pibe PERO NO SE DABAN CUENTA QUE ERA DIEGO DE LA VEGA!!!