- Dígame, ¿sobre Cuba y la revolución no piensa decir nada?
- Pienso, sí. Acá tengo todo anotado en el cuadernito. Mire, vea: tengo que hablar de las conquistas sociales…
- Fundamentalmente. Ponga que salud y educación.
- Correcto. Tengo que poner que compararlo con Suecia es, cuanto mínimo, tramposo.
- Póngalo. ¿Bloqueo?
- Bloqueo. Imprescindible. Hablar de los fracasos sin decir nada del bloqueo es poco honesto. Pregúntele a Martín, sino.
- Y el Che.
- El Che, el modelo que no fue y todo eso. Fidel también. Un lugarcito para Camilo y algo para Raúl.
- Batista. Diga algo de Batista.
- Y los balseros.
- Sí, los balseros. Porque que los hay, los hay.
- Habría que hablar, también, de que muchos prefieren vivir en un país que no está bloqueado. Y de los gringos que cazan mexicanos en la frontera, digo, a ellos no se les ofrecen visas por tocar territorio norteamericano. También habría que hablar de la libertad de unos cuantos de nosotros para salir del país…digo, ¿usted puede?
- Claro que puedo. Si tuviera la guita…
- ¿Y la tiene?, ¿y si llega a
- Bueno, ponga lo de los balseros, y ponga eso que dice usted. Pero no diga fuerte que no tengo guita.
- Tendría que escribir sobre la caída de
- Son muchas cosas. Pero me preocupa el orden.
- Bueno, el otro día escuché en Continental que las señoras de Capital llamaban diciendo que en Cuba hay libertad porque no hay robos y se puede caminar tranquilo por la calle…
- Surrealista, pero no le hablo de ese orden. Le hablo del orden del texto. ¿Primero los balseros o las conquistas sociales?, ¿la necesidad de la revolución o el partido único?, ¿la mortalidad infantil bajísima o la libertad de prensa?
- Bueno, yo diría que bajar la mortalidad infantil es algo así como lo primero de todo: ir ganando uno a cero, pongámosle. Que, con la gente viva, después empezamos a discutir si todos para uno o uno para todos. Pero la pre-condición del capitalismo, el socialismo y todos los ismos es, básicamente, la vida.
- Ahí tiene razón. Ponga primero eso. Pero, ¿entonces la conclusión cuál es?
- Sobre Cuba, ni idea. De lo que me di cuenta es que la subjetividad es hermosa, hombre. Yo no sé por qué el periodismo ama tanto jugar a la objetividad (aunque lo sospecho). En definitiva la crónica de un suceso se define en el ordenamiento de los factores que –sí –altera el producto. No es lo mismo poner la cámara primero en el tránsito, después en el piquete y posteriormente en el barrio carenciado, que realizar el camino inverso: primero ver la situación social, después la movilización y por último la queja del tránsito. El periodismo, en definitiva, es una cuestión de estructuración de acontecimientos.
- Por eso es tan difícil decir algo sobre Cuba…
- Por eso. Por eso repetimos tanto. Mejor, a veces, es no decir nada.
2 comentarios:
bien. de acuerdo.
saludos.
adhiero
tambien pase por el proceso de cuba y un post que no fue
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