25/6/07

Consideraciones intempestivas

Encontré un cuaderno de la facultad.

Tengo la costumbre de escribir pelotudeces en los costados de la hoja, en el lugarcito de abajo que dice ´´nota´´, suponiendo que uno compra un cuaderno para escribir una novela importantísima y que va a hacer consideraciones fundamentales en ese lugar. No es mi caso. Yo escribo pelotudeces, frases idiotas sobre cosas idiotas que pasan, que se me ocurren, que veo.

1. Voy a escribir un libro llamado ´´La necesidad del estudiante de ciencias sociales de trazar paralelos de todo con todo lo otro´´. Promesa de Best-Seller.

2. La gente no pregunta cuando duda. Lo hace por un orgullo estúpido de confirmar algunas certezas que se le ocurren.

3. Una pregunta no empieza con...´´yo pienso que...´´

4. La cantidad de dibujitos en el margen de la hoja es proporcional al grado de aburrimiento académico.

5. Si Gran Hermano sirvió para que un tipo lea 1984...no, igual es una mierda.

6. Al lado mío, alguien le avisa a ´´su amor´´ que no olvide de comprar pan. Ventajas de la inmediatez de la tecnología.

7. Voy a irme de la facultad sin entender si Marx es determinista o no.

8. Se hace urgentemente necesario la escritura de un tratado respecto al consumo racionalmente calculado de una milanesa con fritas. Siempre se me plantea la duda de si el último bocado debe ser de papas fritas, de milanesa, o de una combinación de ambas.

Mal día para estudiar ciencias políticas

El domingo pasado fue un mal día para ser estudiante de Ciencias Políticas. Quizás todos los días lo sean: quizás el error es creer que hay buenos días para ser unas cosas.

Lo cierto es que el domingo pasado ganó las elecciones Mauricio Macri, candidato del PRO, derecha recalcitrante e imbécil, corrupta, fascista, gorila.

Sobre todo, gorila.

Estudiar Ciencias Políticas en el momento en que Macri gana las elecciones, es como estar estudiando biología marina y que las ballenas, los moluscos y todos los habitantes del mar desarrollen patitas y se instalen en la superficie terrestre. Una verdadera mierda: la sensación de que uno no entiende un carajo.

Corren malos vientos para las ciencias sociales. O es sólo la angustia de otro domingo por la noche.

22/6/07

La cobardía de patalear en un blog


Tengo que escribir un trabajo sobre las nacionalizaciones en Bolivia de Evo Morales. El marco teórico ya lo dice todo: Althusser, Poulantzas, Negri, Holloway...y siguen firmas. De hecho el autor que dan para confrontar con ellos, un reformista nefasto -es cierto-, ni siquiera recuerdo su nombre y no me permite ni inscribir a Evo en un reformismo más o menos racional. Estructuralistas y no tanto, marxistas y no demasiado, revolucionarios de café con los cuales me veo obligado a tratar a Evo de reformista, de instrumentalista, de nacionalista, de burgués. Escribo dos líneas y las borro: primero por demasiado concesivas con Evo, por endiosarlo. Pienso en la frase de mi jefe de prácticos, y su encomillado virtual (esa costumbre espantosa de bajar la doble falange dedo índice-mayor en señal de comillas) al hablar del gobierno de Evo como de ´´izquierda´´. Pienso en su reacción ante mi reivindicación de Morales, de Chávez, de casi todos los populismos de izquierdas, y sus frases categóricas defenestrando a todo lo que no es marxismo académico que nunca hizo un carajo por nadie, y que cada vez que hubo que poner los huevos en la mesa se retiró de la escena por desacuerdos ideológicos vaya a saber uno con qué.
Escribo dos líneas más y ahora el cagón no es más Evo, ni el marxismo: ahora soy yo, entregándome a las directivas de decir lo que tienen ganas de escuchar, que habiendo tanta teoría buena, santa y pura, este degenerado de Evo viene a hacer política en el barro. Vuelvo a borrar y vengo a llorar a un blog. El último resquicio de la cobardía posmoderna.

No lo empecé pero ya lo sé: el trabajo va a ser un ataque brutal y cobarde por la espalda a Evo desde Holloway, Negri, Altuhsser.

Es que necesito un siete para promocionar.

Me pregunto cuántos ataques cobardes como éstos pasaron a la fama como discusiones teóricas: si Marx no bardeaba a Hegel porque le gustaba la mujer; si Rosa Luxemburgo no puteaba a Bernstein porque andaba boqueando que Rosita gustaba de él, qué se yo. ´

Ojalá, y gracias a mi mediocridad puedo asegurarlo, mi trabajo quede sepultado en el amplio baúl de la cobardía teórica.

2/6/07

Nietzche y el elogio del opio


´´Para el pensador y para el espíritu inventido, el aburrimiento es la calma chicha del alma que precede a los alegres vientos (...) hay que soportarlo y esperar sus efectos (...) y ésto es lo que las inteligencias inferiores no pueden conseguir. Disipar el aburrimiento de cualquier manera es lo vulgar (...) En ésto se distinguen los asiáticos de los europeos: aquéllos son capaces de reposo más prolongado y profundo. HASTA SUS NARCÓTICOS OBRAN LENTAMENTE Y REQUIEREN PACIENCIA, AL REVÉS DE LA INSOPORTABLE RAPIDEZ DE ESE VENENO EUROPEO QUE LLAMAMOS ALCOHOL...´´ Friedrich Nietzche.