3/11/07

Casi musulmán

Voy a confesarlo: yo casi fuí musulmán.

Hace más o menos un año, empecé a estudiar árabe (el idioma, no es que me hice odalisco). Nunca pude explicarle a nadie por qué: simplemente fui y en vez de anotarme para estudiar inglés, me anoté en árabe. Duré un cuatrimestre, y me sé tres o cuatro palabras (ojo, que me saqué un 9 en el examen final). No lo hice por convicciones religiosas. Ya hacía tiempo que había dejado de creer en el Mismísimo, y ese Mismísimo implicaba todos los dioses, los occidentales y los orientales. Pero mi viejo -segunda vez que lo nombro en este blog- creyó que yo me estaba volviendo musulmán. Y el tipo -o sea, mi viejo- es un demente de la lectura, y no importa sobre qué estés hablando, en seguida te recomienda algo para leer. O sea, vos podés estar pensando en el suicidio (che, que se entienda que es un chiste) y el tipo va y te baja toda la obra de Durkheim. Entonces, cuando empecé árabe, mi viejo me regaló el Corán. Así de loco está.

El Corán es un libro bastante parecido a la Biblia, con sus pasajes divertidos, categóricos y poéticos. Alá es mucho más poeta que el pragmático dios de los cristianos. Por ejemplo: "¡Profeta! ¡Combate a los infieles y a los hipócritas! ¡Sé duro con ellos! Su refugio será el Infierno ¡Qué pésimo porvenir! (...) Si vuelven de su error, será un bien para ellos: si se apartan, Dios los atormentará con un tormento doloroso en este mundo y en el otro: no tendrán en la tierra ni amigo ni defensor". Obviamente yo, y la mayoría de los que estén leyendo esto supongo, caemos dentro de la categoría de infieles. Pero si me van a condenar al Infierno, me gusta que lo hagan así, con énfasis, que me insulten con elocuencia poética.

La gente que estudiaba árabe conmigo no era normal. Había desde una chica lesbiana que decía que tenía visiones de que vivía en Medio Oriente, hasta un muchacho musulmán cuyo padre era un abogado budista y su madre una integrante del Opus Dei, y que una vez le pregunté por qué se había hecho musulmán, y me dijo que él no eligió nada: que Alá o Muhandas lo eligió a él.

No me hice musulmán porque me cuesta la fe: me cuesta aceptar una cosa que no puedo ver o probar. El apóstol Tomás, por ejemplo -que dicho sea de paso es mi nombre- fue uno que le contaron que Jesús había resucitado y él dijo que hasta que no le veía las marquitas de los clavitos de las manos no lo creía. Entonces vino Jesús y le mostró las manos con las marcas y le dijo: "dichosos de aquellos que pueden creer sin ver" (o algo parecido). Yo creo que cuando nací mi familia me vio cara de escepticismo y por eso me puso ese nombre. Por eso, y para que la gente haga el chiste estúpido de "Tomás...¿qué tomás?".

También me hubiese costado el tema del viaje a La Meca. A mí los amontonamientos de gente me rompen las bolas: no puedo caminar ni por veredas donde hay mucha gente adelante mío, y en cualquier boliche prefiero pararme a esperar que toda esa gente apurada pase adelante mío antes que soportar el dedito en la espalda. Además sería muy tentador gritar: ¡cuidado!, y provocar una avalancha con un saldo de varios muertos. A favor, los musulmanes tienen la vestimenta: yo vendería mi alma para poder andar de túnica por la vida. Sobre todo, en verano.


Demasiada gente (yo soy el de blanco)


Finalmente, no me hice musulmán. No tiene un buen marketing Alá. Por ejemplo, lo primero que le dicen a uno, es que hay que rezar cinco veces por día. Dicho así suena molesto, pero si pusieran: "Musulmanes, la única religión en contacto permanente con su Líder", sería mucho más atractivo y comercial. O, en el tema del ayuno, yo hubiera vendido así el Islam: "una religión que castiga la obesidad con arder en el Infierno". Incluso el tema de la poligamia, no creo que esté muy difundido y bien explicado: hacen falta más carteles de ActitudIslam.

Suelo fanatizarme por las cosas que me gustan. Tengo personalidad de estúpido, y probablemente si hubiera sido musulmán, este blog se llamaría Muerte a América. Si me hubiese hecho musulmán sería fanático, tal vez un poco terrorista. Quizás haber nacido en épocas en que jugarse la vida por una idea es un poco anacrónico no favoreció el hecho de que me haya vuelto musulmán, porque todavía no creo que inmolarse sea una gran solución para nada. Jugarse la vida es, también, jugarse por la vida (aunque, a veces, muriendo). Me gusta más la idea de sacrificarse en vida para disfrutar de la vida, que cargarse una mochila de dinamita para llegar a un paraíso donde te esperan no sé cuántas vírgenes.


7 comentarios:

Pegame y decime Sheena dijo...

Che qué grosso tu viejo, la mía, por más divina que sea, le parece suficientemente raro que no vea cine yankee, no me quiera casar, no crea en Dios (frente a lo último me sugiere que vayamos a misa, posta, no te miento) y me quiera ir al norte en el verano. Un día me gritó "Me tenés cansada con tu cine intelectualoide" y también considera algo extraño la cantidad de libros que compro y el tipo de libros. Mira los títulos y hace un gesto a lo marge simpson.
Yo no me haría musulmana porque me gusta mi pelo suelto vio? eso de andar tapándoselo me suena a que me cago de calor, y como tengo cara redonda no creo que consiguiera marido si no me tapo ese defecto con el pelo(obviamente si soy musulmana la idea es casarme con un musulmán bueno). Aparte eso de la túnica negra que usan no me va mucho... Igual nunca se sabe, puedo tener visiones de vivir en el medio oriente o el profeta me puede elegir. En cualquier caso no me cierro.

Pegame y decime Sheena dijo...

Aparte: vos siempre te encontrás gente rara. Desde el gritón los anteojos (todo bien señor, yo lo banco, no me grite), el que le habla de usted, y el que está paranoico no hacés uno. Y no te voy a preguntar que pensás de mí y de Guido porque me da miedito...

Tomás dijo...

Tengo que escribir algo sobre toda la gente rara que me encuentro. Pero sin dudas, el más grosso es el Psicópata de Anteojos.

Anónimo dijo...

"Tengo que escribir algo sobre toda la gente rara que me encuentro. Pero sin dudas, el más grosso es el Psicópata de Anteojos."


y el charly, y carlitos, y el paisa, y el pollo, y el fito y, y , y...

tenes para rato escribiendo gente rara.

Tomás dijo...

Es verdad. Pero tendría que diferenciar entre los que ya conozco de mucho tiempo, y los que estoy conociendo ahora.

Y vos no te hagás el sota, que también entrás en la lista.

Anónimo dijo...

Como estas? Odaliscado seria? Fanatizado? Coranizado? Tunicado? Marketinizado? Embombado?
Yo por mi parte estoy enojada por que no se me ocurren muchos mas estados. No estoy inspirada seria otra respuesta.

Anónimo dijo...

"Y vos no te hagás el sota, que también entrás en la lista."

yo soy el tipo mas normal del mundo, solamente me fumo uno cigarros de Opio y quedo pipon pipon.