16/10/07

Limadura onírica (II)

- O sea...que esto eran los extraterrestres...

En el sueño, parece, me había encontrado a un extraterrestre en un bar.

- Así es, terrícola. Pero, ¿por qué dice "esto éramos" como si ya hubiesen supuesto nuestra existencia?
- Ya los hemos supuesto hasta el hartazgo. Películas, libros, videos caseros, gente que dedicó su vida a la veracidad de tales supuestos. Aparecieron tarde, extraterrestre, su telepatía será buenísima, pero su sentido escénico deja mucho que desear...
- ¿De qué habla?, nuestra aparición será revolucionaria, cambiarán sus parámetros...
- Por favor, no me haga reir, extraterrestre. Los parámetros se cambian cuando hay algo que no podemos explicar, cuando nos apareció América ahí donde había agua, cuando nos dimos cuenta que lo plano era redondo. Pero a ustedes...a ustedes ya los imaginamos, no pueden sorprendernos. Ahora irán y pelearán contra los Estados Unidos, y un héroe con cara de Bruce Willis los va a terminar venciendo con el corazón y la fuerza de voluntad de su patriotismo, aunque ustedes tienen armas más tecnológicas.
- No tienen idea de cómo vivimos, de qué comemos, de cómo nos comunicamos...
- ¿No le digo?, ustedes se comunican, comen y viven. Hasta en eso se parecen a nosotros. Vienen a plantearse como seres superiores y cumplen las mismas funciones que nosotros. Nuestro campo conceptual podría estirarse hasta entenderlos a ustedes fácilmente, y continuaríamos con nuestra vida normal...
- Pero nosotros venimos a esclavizarlos...
- ¡Atención, atención!, ¡el marcianito viene a esclavizarnos! Pero, por favor...¡cuánta originalidad!...espero que sepan lo que es el sarcasmo porque eso es lo que estaba haciendo. El marciano esclavizador es un estereotipo estúpido, al menos hubieran sido más políticamente incorrectos, podrían haber venido a fulminar la raza humana...
- Esclavizaremos a sus mujeres, a sus niños...
- ¡Cuidado, peligro, alarma!...deje de perder el tiempo, los niños y las mujeres ya están esclavizados, marciano, hace miles de años. En serio, revisen su sentido de la ubicación, porque están llegando tarde a todo. La opresión de la mujer ya pasó de moda -o se esconde de otra manera mucho más subliminal-, y antes de que vengan ustedes ya inventamos el jardín de infantes, la televisión y las tías apretadoras de cachetes, con lo cual la esclavitud de los niños es más vieja que usted y su familia.
- Usted no comprende, los extraterrestres dominaremos la Tierra entera...
- Dominaremos la Tierra entera...¿sabe las veces que lo escuché?, ¿y sabe por qué nadie lo termina de realizar? Porque el sueño de dominar la Tierra es un sueño imbécil. ¿Por qué alguien querría dominar el planeta? Después de todo, si dominara el absoluto su propia contigencia se le volvería necesaria. Solamente un imbécil querría volverse tan repetitivo. Además, ¿con qué objetivo dominar la Tierra? Si tuvieran un fin, aunque sea, si la dominación fuera sólo un medio...pero no, creen que la dominación es un fin en sí mismo, y en tanto se concrete tendrían que retroalimentarlo, y la dominación es una llegada de la que no se puede volver a partir, porque después de ella no hay nada...
- Por favor, humano, lléveme con su líder...
- ¿Lider?, ¿acaso usted sabe algo de la raza humana? Deberían haber previsto este tipo de situaciones. Hace muchos años que los líderes se terminaron. Ahora hay tipos investidos con cierto aire de autoridad, pero las investiduras se nos representan cada vez más falsas. Quizás si hubieran venido antes de 1789 hubiesen tenido suerte, todavía hasta ahí creímos en la autoridad investida de poder divino, pero ahora la secularización nos volvió a todos un poco más escépticos, y el fulano que lo cargamos de poder, en definitiva, sigue siendo un tipo más. Otra vez, el sentido de aparición, extraterrestre, tienen que practicarlo. Aparecer después de 1789, después de que ahorcamos la ilusión de que existe algo así como el poder absoluto, a reclamar por un líder, es un error político imperdonable.
- ¿Y a quién le parece que debo matar para dominar el mundo?
- ¿Lo ve?, se vuelve a equivocar, por favor, ya me pone nervioso. Matando no se domina nada, la dominación consiste en volver natural una cosa que no lo es. Hágame creer que el rayo láser con el que me apunta es legítimo, que el látigo que empuña en la mano lo está empuñando una causa superior y no usted: eso es dominar. Ilusióneme: haga que brote en mí la sensación de que usted o su causa -haga que sean lo mismo- merecen cualquier sacrificio de mi parte. Pero no ponga el carro delante de los caballos: no me haga creer que la opresión que ejerce es legítima oprimiéndome. Hágala dulzona a la opresión, inventese imágenes, fabrique ídolos de barro y convénzame de que ellos fueron mejores que yo, y que les debo todo lo que tengo.
- ¿No es como demasiado esfuerzo?
- Por supuesto, y además no consiste en fuerza de voluntad, la verdad es que se trata más bien de procesos. La cosa funciona a nivel más de...cómo le explico...más de sistema, ¿vio? Es como si, aisladamente, nadie en la Tierra tuviera la culpa. Pero cada vez que uno mueve un dedo, la conjunción de todos esos dedos desencadena una serie de reacciones...
- ¿Por eso no puedo matar a uno para dominar el mundo?
- Exacto, extraterrestre, de a poco nos vamos entendiendo. Cómpreme otra ginebra y le sigo contando...

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